A la par del crecimiento de la cantidad de casos positivos de Covid-19 que se están produciendo en Junín, hay otra cifra que alarma y da cuenta de la gravedad del problema: se trata de la cantidad de fallecidos por coronavirus.
Con los diez decesos que se sumaron hasta el día de ayer por esta causa, la tasa de letalidad (es decir, la cantidad de muertos en relación a las personas que se han contagiado) alcanza el 2,03%. Esto significa que el índice de la ciudad ya es similar al 2,08 que se registra a nivel nacional y al 2,06 de la Provincia.
Lo inquietante del caso es que nueve de esas diez muertes se produjeron en lo que va del mes. Con lo cual, la ciudad está teniendo un promedio de un fallecimiento diario por causa del Covid-19 durante septiembre.
En una nota publicada por Democracia el domingo último, el secretario de Salud, Carlos Lombardi, se refirió al índice de letalidad en Junín: “En términos generales, en el mundo, ese índice oscila entre el 1 y el 5 por ciento. Por ahora sigue siendo una cifra que está dentro de los parámetros”.
De continuar el aumento sostenido de fallecimientos, ese porcentaje dejará de ser el estandarizado. De hecho, hace apenas cuatro días la ciudad estaba por debajo de los índices nacional y provincial y hoy ya los alcanzó.
Los casos
Se sabe y se repitió permanentemente que los adultos mayores pertenecen a uno de los grupos de mayor riesgo en la pandemia. Con ese sentido, hay que decir que los decesos que se produjeron hasta ahora en Junín dan cuenta de esto.
En efecto, ocho de los fallecidos eran mayores de 70 años y los dos restantes tenían 62 y 59 años.
La primera de las muertes se produjo el 7 de agosto, casi cinco meses después de iniciada la cuarentena. Fue el caso de Hugo Zabala, de 75 años, quien estaba internado en la Clínica Centro y tenía factores de riesgo.
Pasaron más de tres semanas sin nuevas defunciones hasta que, a principios de septiembre, arrancó la seguidilla.
El primer día del mes falleció el reconocido abogado Osvaldo Lamelza, de 83 años, que estaba internado en la clínica La Pequeña Familia.
Dos días más tarde murió en el Hospital Interzonal General de Agudos el arzobispo emérito de la diócesis Mercedes-Luján Agustín Radrizzani, a sus 75 años.
El sábado 5 se produjeron las defunciones de Rosa Petrillo, de 81 años, que se encontraba internada en la clínica Imec, y de Mario Regules, de 59, que estaba en la Clínica Centro.
Al día siguiente, se informaron otras dos muertes: la de una mujer de 74 años, de la que no trascendió su identidad, y la de un hombre identificado como Raúl Canónico, de 91.
En tanto, el lunes falleció Hugo Iribarren, de 80 años, quien se encontraba internado en la Clínica Centro.
Por último, el martes se conoció la defunción de Roberto Ledesma (62 años), que estaba alojado en el hospital, y la de Rodelinda Santillán (93), que cursaba su enfermedad en Imec.
Naturalizar la muerte
El fin de semana, en una entrevista publicada en el diario Página/12, el reconocido científico Alberto Kornblihtt reflexionó acerca de las muertes por Covid en Argentina: “Si un avión cayera y fallecieran 250 argentinos sería la tapa de todos los diarios y se escribirían ríos de tinta. Bueno, ahora es un Jumbo que se estrella por día. Son personas que están muriendo por la covid”.
A propósito de la naturalización de la muerte, llama la atención que, en este marco, la comunicación en nuestra ciudad sobre el número de decesos se siga dando con el mismo nivel de jerarquización informativa -y a veces menos- que la cantidad de contagiados, recuperados y en aislamiento.
--
COMENTARIOS