PESE A LA FLEXIBILIZACIÓN, EL SECTOR NO REPUNTA

Tras la reapertura, las ventas en los comercios de Junín disminuyeron un 60%

Democracia realizó una recorrida por la zona céntrica, donde los comerciantes confirmaron que están lejos de recuperar los niveles en las transacciones previos a la cuarentena por el coronavirus. Una de las claves que explica la caída es la ausencia de clientes de la Región.

A dos semanas de reabrir las puertas en Junín, los comerciantes hicieron un primer análisis de la actividad, reconocieron que la disminución en las transacciones es del 60 por ciento y que, pese a la flexibilización de la cuarentena, siguen lejos de recuperar los niveles previos al aislamiento por el coronavirus
En diálogo con Democracia, que realizó ayer una recorrida por la zona céntrica de nuestra ciudad, los comerciantes admitieron que la ausencia de visitantes de localidades vecinas les juega una mala pasada, sobre todo al comercio minorista de ropa y artículos deportivos, mercerías, blanquerías, zapaterías, venta de electrodomésticos, mueblerías y vidrierías, que están exceptuados desde el 6 de mayo pasado en nuestra ciudad, a diferencia de los rubros que fueron calificados “esenciales”.
“Las ventas van levantando de a poco y están mejorando. Por suerte no tuvimos inconvenientes en cobrar el sueldo. A diferencia de antes de la cuarentena, hoy las ventas cayeron un 60 por ciento, pero vamos de a poco volviendo a la normalidad”, explicó Mauricio Le Pors desde el negocio Tomino. 
El movimiento en los locales de venta por menor va más lento. Eso sí, a la hora de reponer stock los empresarios se encuentran con precios que están un 20 por ciento más caros en los productos nacionales, y más del cien por ciento en los importados.
Jorgelina Domínguez, de Mon Ami Calzados, aseguró: “Todavía está flojo y hay días que hay más movimiento y otros que no. La realidad es que la gente viene solo si necesita algo puntual y lo que se perdió es la gente de paso que venía de los alrededores de Junín”.
 


“Seguimos con las ventas online que un poco ayudan cuando la gente no puede salir y lo llevamos hasta su casa. Hay días que la venta desciende más del 60 por ciento en relación a antes de la cuarentena. Y esperemos que en algún momento repunte”, agregó.
“Todavía puedo cumplir con mis compromisos y estamos tratando que los pagos no se atrasen. El alquiler está un poco demorado, pero con el dueño tenemos un acuerdo y vamos pagando”, explicó.
Las expectativas para la primera semana eran muchas en la ciudad, sobre todo porque la posibilidad de venta por Internet no lograba reactivar la actividad
Continuando el recorrido por Roque Sáenz Peña, Martina Barontini, empleada de All Phone, afirmó: “Yo pensé que iba a ser menos, pero la venta ahora está bastante bien. Al principio, cuando volvimos abrir, sí estuvo un poco baja, pero la gente se interesa bastante en la telefonía. Al día unas 15 personas ingresan para comprar o reparar celulares”.
Los negocios que más se movieron, según detallaron, fueron las lencerías y las casas de blanco, mientras que por debajo estuvieron las regalerías y jugueterías.
María Delia Amorín, responsable de la juguetería Cariñitos, apuntó que la situación está “muy difícil y no puedo decir más que eso. Por ahí llega la gente que tenía algo en mente y lo viene a comprar. Mediante Facebook las ventas son similares también y tampoco hay plata. Hasta ahora estamos pagando las facturas de impuestos o servicios”.

“Nos falta gente de las ciudades”
“Si bien nos ayudó mucho la apertura al público con los locales cercanos que nos ayudan con el consumo, sigue estando complicado porque nos falta la gente de las ciudades vecinas que nos daba movimiento y se quedaba dando vuelta en el centro. Notamos que hoy la gente viene al centro a un local puntual y se va”, apuntó Mauricio Rolla, emprendedor en Collins Café.
”La facturación nos bajó entre un 85 y 90 por ciento en estos días y ahora vamos para el tercer mes, mientras que la estructura de costos, empleados e impuestos sigue estando igual. Siguiendo los protocolos, necesitaríamos poder atender al público dentro del local, ya que es mucho tiempo sin ingresos fijos”, solicitó. 
“El delivery lo tenemos activo desde el 13 de abril, pero no nos alcanza para cubrir los costos, ya que no tenemos comida, por lo que la gente se resiste a pedir lo que es cafetería o un helado, es diferente”, reconoció.
“Hoy podemos hacer el ‘take away’. Se acercan personalmente para pedirnos el café para llevar, sin poder ingresar al comercio, o lo hacen a través de pedido”, informó.

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