Hace cuatro meses, Marisol Alacia junto a Nicolás y Joana, dos vecinos del barrio a quienes considera casi como de la familia, emprendieron una tarea solidaria que hoy los lleva a darle el almuerzo y la cena a los chicos, en el barrio Cielo. Más exactamente en la casa de Marisol, ubicada en Gandini 1473.
El nombre del comedor, Gastoncito, fue elegido en memoria del pequeño hijo de la joven mamá, que falleció con tan solo 8 años, hace más de dos años.
Con grandes necesidades aún por resolver, todos los días, de lunes a viernes, preparan la copa de leche y la comida, con las donaciones que reciben y muchas veces con dinero de su propio bolsillo.
Los cinco hijos de Marisol y los cuatro de Nicolás y Joana se suman al plantel de Gastoncito que totalizan alrededor de cuarenta chicos.
Grandes necesidades
En diálogo con Democracia, Marisol explicó que son muchas las necesidades que atraviesa el nuevo comedor para poder funcionar.
A los pedidos concretos de alimentos como carne, de vaca o de pollo y verduras para preparar las comidas, se suma la imperiosa necesidad de hacer el piso, en el garaje donde Marisol prepara una mesa y un tablón prestado, para recibir a los chicos.
Nicolás explicó que “se necesitan alimentos de carnicería, pollería y verdulería. Necesitamos mucho apoyo porque hay muchas personas que donan a otros merenderos”, y agregó: “Tenemos otro tipo de alimentos pero especialmente necesitamos carnes y verduras”.
A través de las redes sociales, en el Facebook de Merendero Gastoncito, se publican muchas de las cosas que hacen falta y quienes ingresan pueden dar una mano, colaborando con algún alimento.
Asimismo, además de los comestibles, hacen falta vajilla (cubiertos), detergente, lavandina y otros elementos de limpieza.
El piso del comedor
Gastoncito funciona en el garaje de la casa donde vive Marisol con su familia y tiene piso de tierra. Con los últimos días de lluvia el interior del lugar se convirtió literalmente en un barrial.
“Tenemos el piso de tierra y necesitaríamos materiales para poder hacer el piso en el garaje. Además hay filtraciones”, explicó la mujer de 39 años.
Toda la ayuda que puedan conseguir para lograr el cometido será bienvenida para poder brindar el comedor a los chicos del barrio, de la mejor manera.
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