A causa de la sequía que azotó la provincia, la última cosecha de soja arrojó una producción total de 36 millones de toneladas, marcando una caída interanual del 37,4%, con una pérdida de unos USD 4.200 millones en la campaña.
Se trata de la peor cosecha en los últimos años, con la recolección más baja desde la sequía del período 2008-2009, que había sido de 32 millones de toneladas, según el informe del Panorama de la Bolsa de Cereales porteña.
El informe destacó que el cultivo tuvo pérdidas de 1,2 millones de hectáreas sembradas y un rendimiento nacional de 2.140 kilos por hectárea, lo que sugiere un 33% por debajo al cierre del ciclo previo que fue de 3.190 kilos por hectárea promedio.
En el ciclo 2008-2009 se habían recolectado 32 millones de toneladas y en esta campaña el rinde medio nacional sufrió las consecuencias climatológicas con falta de precipitaciones que hizo que no se pudieran cumplir las estimaciones iniciales de una producción de 54 millones de toneladas.
Sin revancha
Rodrigo Esponda, delegado provincial de Renatre remarcó que la situación se dio “no solo por la sequía sino que también hay que pensar que por las inundaciones de 2017 se demoró la siembra. Luego la fuerte sequía que sufrió el cultivo y más tarde, al momento de la cosecha tuvimos 22 días de lluvia que generó daños y problemas en la calidad de la cosecha con lo cual fue una sumatoria bastante rara, completamente inusual que generaron que esto terminara con este desenlace de los U$S4200 millones de pérdidas en soja”.
Sin dudas las pérdidas impactan y por ello no hay vuelta atrás.
“Los cultivos son anuales y hasta el año que viene no hay revancha. Se está sembrando en este momento trigo y cebada que son los cultivos que quedan -la fina- y que hay expectativas y si el clima acompaña y se presenta en forma normal como vienen hablando los pronósticos, va a ser una campaña record de trigo como nunca hemos tenido en la Argentina y hay muchísima expectativa por el volumen y la comercialización debido a las políticas claras que se han planteado en este sentido. Seguramente se repita con el maíz y la soja”.
Caída del PBI
A partir de las estimaciones del Instituto de Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales, el Producto Bruto de la cadena de la soja será un 26% menor en 2018 respecto del nivel que hubiese alcanzado si se cumplían las expectativas vigentes al inicio del ciclo agrícola, pasando de 16.213 millones de dólares en el escenario inicial a 12.010 millones de dólares en la sequía.
Según los datos del informe, en términos de la economía en su conjunto, la disminución de 4200 millones de dólares en el valor agregado de la cadena de la soja representa una caída del 0,6% en el PBI argentino para 2018 estimado por el FMI.
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