UNA PIEZA DE LA HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX, EN JUNÍN

Partes del acorazado alemán Graf Spee, en el museo de la empresa Cirigliano

En 1999, a 25 años de la muerte del fundador Pascual Domingo Cirigliano se inauguró la muestra ubicada en calle Borges 1051. “Mi abuelo compraba pedazos del barco con el cual mecanizaba y construía la matriz”, explicó Sergio Cirigliano, en diálogo con Democracia.

En 1895 llegó a Junín Vicente Cirigliano junto a su mujer Catalina y dos hijos. Provenientes de San Severino Lugano, provincia de Potenza, Italia, compraron tierras en Junín ya que realizaban trabajos agrícolas ganaderos.
Entre 1912 y 1913, su hijo Pascual, nacido en nuestra ciudad, fue empleado del ferrocarril donde estaba a cargo de la sección cobrería con tan solo 14 años. En el medio de la crisis de 1915, fue separado del cargo y decidió comprar la imprenta Guttemberg comenzando así su trayectoria como periodista fundando el diario “Tierra del Fuego”.
A comienzos de 1920 puso en marcha el emprendimiento de la metalúrgica Cirigliano con fundición de hierro, bronce y aluminio; venta de máquinas y repuestos; fábrica de bombas y cilindros motorcitos; tornería mecánica y molinos de viento. 
En la década de 1940 comenzó la etapa de desarrollo y se incorporaron sus hijos. Comenzaron con la fabricación de ventiladores helicoidales, ampliando la fabricación de motores eléctricos e incorporaron una nueva tecnología para matrizado de chapas con balancines de 100 Ton.

“Si bien el ‘tanito’ (Vicente) no sabía leer ni escribir, cuando falleció dejó cinco predios como el de la fábrica a cada uno de los hijos”, explicó Sergio Cirigliano –hijo de Aníbal, nieto de Pascual y actual presidente de la firma juninense- en diálogo con Democracia.
“Este sector era todo quinta y en el arranque estaba la familia Smith y Vicente Cirigliano quien era el padre de mi abuelo, Pascual Domingo Cirigliano, quien arrancó con este emprendimiento”, expresó. Y continuó: “En el pueblo San Severino Lugano, hay que destacar que ya se hacían las bordalesas de los vinos y para poner aceitunas”.
La muerte de Pascual, el 13 de octubre de 1974, marcó otra etapa en la industria, ya que continuaron con el legado familiar sus hijos, nietos y ahora sus bisnietos. En 1999, a 25 años del fallecimiento del fundador de la empresa, comenzó el proceso del armado de un museo en honor a él.
“Había muchas cosas bien guardadas por lo que se pudo armar. Todavía tenemos muchas cosas más que en el edificio no nos entran y hay que hacer unas ampliaciones que por falta te tiempo no se hicieron; y hay bastante material como para seguir ampliándolo”, comentó Sergio Cirigliano.
“El Municipio nos pedía que lo abramos los domingos pero nos resulta una complicación porque es el día que nos dedicamos a descansar un poco. El que quiera puede visitarlo durante la semana y en el horario que estamos acá en la empresa donde ya han pasado miles de personas”, expresó.

Artículos para destacar
Dentro del Museo Cirigliano, se pueden observar y apreciar distintos pedazos de la historia de la fábrica, ciudad de Junín y la Segunda Guerra Mundial.
“Para destacar un poco, se pueden ver los primeros recibos de impuestos de 1920 y 1921 que es cuando se toma la fecha de arranque de la empresa, que en realidad fue un poco antes” comentó el nieto de Pascual. Y continuó “Han venido muchas universidades técnicas que le han llamado la atención los planos hechos en madera para que no se rompieran. Había de motores, ejes y de lo que tenían que construir”.

Dentro de las curiosidades que se pueden observar, hay restos del acorazado alemán Admiral Graf Spee que fue hundido en La Batalla del Río de la Plata en diciembre de 1939 por buques ingleses. “Otra curiosidad que hay es que venía el Dr. Milani y le pedía a mi abuelo que le mostrara un pedazo del barco alemán de la Segunda Guerra Mundial”, confirmó. Y aclaró “Él compraba esos cuerpos de acero con los cuales mecanizaba y construía la matriz y por eso tenemos un pedazo del barco acá”.
“Lo ambientamos con fotos que trajo gente: vino una persona que conocía al marinero que había hecho el escudo del barco que nosotros lo pedimos, lo fundimos en bronce y después nos hicieron una dedicatoria y lo pusimos. Es algo bastante curioso”, remató. 
Además en la galería se puede apreciar la plancha de la imprenta Guttemberg con la que realizaba el periódico “Tierra del Fuego”.
Dentro de las imágenes “hay para destacar la foto con desgranadora  montada sobre el chasis del Ford T. Compraban los autos 0 kilómetros, se desmontaba el vehículo y montaban la desgranadora arriba”, finalizó.

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