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OPINIÓN

El cambio se parece demasiado al pasado

Llega el mes de marzo y nos encontramos en medio del clásico conflicto previo al inicio de las clases. Y, paradójicamente, con el “cambio” se repiten estrategias desgastadas de la mala política, que buscan reducirle el valor a los docentes para así bajar su “precio”.
También se repite la escena donde altos dirigentes gremiales vociferan por arreglos que no eran los esperados por sus bases que, a su vez, esperan ansiosos una recuperación del salario que no ve luz al final del camino.
Y finalmente vemos que se repite el cansancio de los padres, que una vez más se debaten entre la incertidumbre y la bronca, fogoneada por medios de prensa adeptos a los títulos capciosos y las entrevistas preacordadas.
En este escenario repetido, la clase política tiene la mayor de las responsabilidades. Es el Estado el mediador natural de los intereses y son los gobernantes quienes deben marcar las prioridades.
Con recuerdos tan frescos de la última campaña electoral fue natural el inicio de las clases a tiempo del año pasado, tanto como lo fue el compás de espera del “semestre que pronto llegará” de quienes votaron un cambio y creían que el sistema educativo estaba incluido en ese slogan.
Un slogan, una herramienta electoral que con el paso del tiempo se cae a pedazos, poniendo en evidencia el principal problema de la alianza Cambiemos. El mejor equipo de los últimos 50 años tenía que dejar de hacer campaña y ponerse a gobernar.
Después de un año de tarifazos, inflación, e idas y venidas que involucran a altos funcionarios, tenemos que ver a la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, apelando a conmover a la opinión pública y, al mejor estilo Scioli, buscando enfrentar a los docentes con los padres, detrás de un sobreactuado interés por los niños de la escuela pública, a la cual sus hijos no asisten.
 

Contra el “voluntariado”
Lo que sí es nuevo es esta idea trasnochada de los “#VoluntariosDocentes” que aparecen como una solución mágica desde inciertos lugares de las redes, que tanta inversión le demandan al PRO. Es importante aclarar que seguramente muchas personas se ofrecen a colaborar de buena fe, ahora bien, no es excluyente hacerlo durante un paro, les transmito que pueden colaborar en cualquier momento del año donde será muy útil su ayuda en escuelas desbordadas de problemáticas.
Ahora es justamente cuando debe primar el sentido común, los acuerdos que trasciendan un año lectivo, el reconocimiento de las necesidades del sistema partiendo de lo salarial pero abarcando muchas otras de diferente especie.
Ahora, gobernadora, no es grato echar culpas, ni mucho menos alimentar brechas, ya que es tiempo de soluciones. Aquellas que, cualquier candidato ostenta y pocos gobernantes demuestran.

(*) Consejero escolar 
de Junín. 
 

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