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Para Mastrorilli, las denuncias por violencia de género se incrementan porque “hay más visibilidad del tema”.
ENTREVISTA CON EL FISCAL GENERAL JUAN MANUEL MASTRORILLI

Las denuncias más recurrentes son por violencia de género y conflictividad social

A partir de este escenario, se trabaja en una tematización de las UFIJ, un proceso que las autoridades quieren profundizar en este 2017. En los últimos años, el número de causas iniciadas creció, en promedio, un seis por ciento anual.

La violencia de género y la conflictividad social son las temáticas que generan la mayor cantidad de denuncias en nuestra ciudad y la zona, de acuerdo al análisis que hace el fiscal General del Departamento Judicial Junín, Juan Manuel Mastrorilli.
Y en ese marco, por tratarse de las cuestiones que demandan mayores esfuerzos y dedicación, es que desde hace años se trabaja en el abordaje de estas problemáticas a partir de un proceso de tematización. De esta manera, hay funcionando una Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (la UFIJ N° 6) que se especializa en la problemática de la violencia de género, familiar, delitos conexos con la trata de personas o la integridad sexual, y lo que el propio Mastrorilli define como “conflictividad social recurrente”, es decir, “las relaciones problemáticas entre vecinos, compañeros de trabajos, ex amigos, que estaban teñidas de ciertos choques que se repetían en el tiempo y que se traducen en delitos como amenazas, daños y demás”.
En diálogo con Democracia, el fiscal General de nuestro Departamento Judicial afirma que durante 2016 se hizo especial hincapié en la tematización y espera en el presente año poder profundizar este proceso.
Además, remarca que los últimos años se dio un incremento del seis por ciento anual en la cantidad de denuncias recibidas.

Violencia de género
Mastrorilli admite que la problemática de la violencia de género es la que les exige más dedicación y, al mismo tiempo requiere, de su parte, mucha atención, una correcta lectura de la realidad y una respuesta inmediata ante ello.
De acuerdo a su análisis, el impacto creciente de esta temática tiene que ver con que “hay más visibilidad y más conciencia de la gravedad del tema”. Y en ese contexto, grafica: “En la Mesa de Violencia de Junín yo he planteado a modo de ejemplo lo que sucede con el cigarrillo, ya que antes estaba aceptado socialmente fumar en cualquier lugar sin objeciones, hasta que en la comunidad se tomó conciencia de los daños que esto provoca y hay otro comportamiento social respecto de esto. Y se podría hacer un paralelismo con este tema: antes estaba ahí, latente pero oculto, que nadie reconocía, mientras que hoy hay organizaciones intermedias, estatales, y hasta con superposición de competencias, pero porque en algún momento fue una cuestión de emergencia sobre este tema por la cantidad de femicidios, la repercusión social y demás. Entonces hay más visibilidad, la gente se anima a hacer más denuncias”.
A partir de esa “lectura de la realidad”, se decidió incorporar en la estructura de la UFIJ tematizada una oficina de resolución temprana de determinados conflictos que funciona, de alguna manera, como un filtro. “Al poder judicial y a la fiscalía le llegan muchas disputas que no son solucionables a través de la instrucción de una causa y un juicio, sino que son conflictivas que tienen que tener una respuesta, pero a lo mejor no es este el camino. Se trata, entonces, de darle una respuesta a esa persona y canalizar su conflicto en cierta dirección, y si no es de índole penal, darle otras alternativas donde poder plantearlo, para lo que se le da una hoja de ruta”.
Es que las estadísticas marcan que la cantidad de denuncias crecen un seis por ciento por año, en promedio, en el Departamento Judicial Junín. La implementación de la oficina de resolución temprana de conflictos ayuda a que solamente lleguen al sistema penal los casos que realmente requieren un tratamiento en ese ámbito. “Porque si no –continúa Mastrorilli– se genera una inflación de causas que por ahí no se corresponde con lo que es en realidad, en eso trato de ser lo más meticuloso posible y trabajar con los números reales de denuncias”.
Esto no significa de ningún modo dejar de hacer denuncias, sino que un asesoramiento previo para ayudar a canalizar los problemas por la vía institucional que corresponda, que a veces no es la Justicia Penal.

Fiscalías tematizadas
Para el fiscal General de Junín, la tematización de las UFIJ es una estrategia clave en su gestión. De hecho, la Unidad destinada a tratar temas de género se implementó en 2009 y desde entonces viene funcionando, aunque con algunas modificaciones en el medio en cuanto a su modalidad de trabajo.
A esa dependencia se le redujo algunas de sus competencias el año pasado, se amplió en otras y se incluyeron los delitos contra la integridad sexual, teniendo en cuenta que éstos, en nuestro departamento judicial, “en un porcentaje muy elevado se dan en el marco de las relaciones dentro de los núcleos familiares ampliados”, por lo que, generalmente, “se notaba que atrás de un delito sexual había una problemática familiar que en este caso podría ya estar tratándose en la UFIJ tematizada”.
Hasta fines del año pasado esa fiscalía estuvo a cargo de las doctoras Vanina Lisazo y Mirta Monclá, hasta que la doctora Fernanda Sánchez reemplazó a Lisazo, que pasó a ocupar un lugar vacante en la UFIJ N° 1.
Pero ésta no es la única unidad específica. A partir de la jura de los nuevos fiscales, hace menos de un mes, se estableció otra fiscalía tematizada, en este caso con competencia en temas vinculado con drogas: “A partir de la Ley de Desfederalización de Estupefacientes, a la cual adhirió la provincia de Buenos Aires, determinados delitos previstos en la ley nacional son tratados en el ámbito provincial. A nosotros nos toca lo que se llama narcomenudeo o comercio minorista o en cantidades pequeñas de estupefacientes, mientras que lo que es narcotráfico ya pertenece a la Justicia Federal. Ahora estos delitos están a cargo de un fiscal, que es el doctor Esteban Pedernera, que está acompañado por los doctores Esteban Lopardo y Juan Pablo Cornelatti”.

Críticas
Si bien el suyo es un cargo técnico jurídico, es innegable que Mastrorilli se ve envuelto en la arena política, aun cuando asegure que su interés pasa por cumplir con su función. “A mí me interesa hacer mi trabajo y nada más”, resume.
Sin embargo, la Fiscalía General le da una gran visibilidad y aborda temáticas complejas y sensibles a la comunidad, por lo que en ciertas oportunidades se vio expuesto a críticas desde sectores políticos.
Los primeros cuestionamientos se debieron a que, aunque desempeñaba su cargo en nuestro departamento judicial, no vivía en Junín. Por eso se hablaba de la “ausencia” del fiscal general.
“Yo ahora vivo acá, pero de todas maneras creo que hay una gran confusión en eso, el tema no pasa por ahí, sino por la idoneidad, los concursos, la legitimidad que uno tiene y otras cosas”, explica.
Finalmente, en cuanto a las críticas que se le hacen, en general, a la Justicia, acusando la existencia de una virtual “puerta giratoria” donde los delincuentes entran y salen enseguida, Mastorilli sentencia: “La función de la fiscalía es investigar y todo delito que es pasible de pedirse la detención, los fiscales lo hacen. No hay nadie que por ley esté en condiciones de ser detenido que un fiscal no accione y lo pida a un juez de garantía. Ahí se abre un abanico de posibilidades incluye excarcelaciones, morigeraciones, prisiones preventivas, condenas en suspenso. A veces es muy difícil comprender por qué alguien que está procesado, esté en la casa con una prisión domiciliaria o esté excarcelado hasta tanto tenga un juicio, porque a partir de la hipótesis mediante la cual la fiscalía atribuye un delito a alguien, se entiende que esa persona tiene que estar detenida, y no son todos los casos así. En el hecho de que todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario y la articulación de eso con la prisión preventiva es donde se genera esa sensación de puerta giratoria, de ‘no trabajan’, de ‘no condenan’ y demás”.

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