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LAS VACACIONES Y LAS MASCOTAS

Dejar a un perro en la guardería puede costar entre 100 y 200 pesos por día

En plena época de veraneo, en muchas familias comienza el dilema de qué hacer con el perro.

¿Qué hacemos con el perro?”, es uno de los interrogantes que suele aparecer cada verano cuando se programan las vacaciones. Entre las alternativas suele figurar el dejarlo en casa y encargarle a alguien que lo provea de comida y agua; subirlo al auto y llevarlo; pedirle a un conocido que “lo adopte” durante esos días o dejarlo en una guardería. Para algunos, decidirse por alguna de las opciones significa todo un problema.
“Antes de tomar una decisión es importante considerar las características particulares de cada animal. No existe una única mejor opción para todos”, afirma la veterinaria platense Miriam Matis.
“Es importante considerar las características particulares de cada animal. No existe una única mejor opción para todos”
La especialista explica que algunos perros son guardianes y están acostumbrados a pasar el día entero en el parque. “Probablemente éstos no vivan situaciones de estrés por la ausencia de sus dueños”, dice, y los diferencia de los más “falderos” que necesitan más de sus amos y son más propensos a padecer estas situaciones: “Por más que alguien vaya a darles el alimento y agua, a éstos no se los puede dejar solos. Muchos se niegan a comer”.
Cuando la mascota acostumbra a pasar mucho tiempo con la familia y no se la puede llevar al lugar de veraneo, Matis recomienda dejarla en una guardería canina o en la casa de algún conocido para que durante la ausencia de sus dueños permanezca con compañía.
“En realidad, todos los perros necesitan de su dueño, que les den cariño y contención. Algunas veces no pasa nada si se los deja solos en la casa (y alguien les da comida) durante dos o tres días, pero 15 ya no es aconsejable”, sostiene Matis.

Guarderías caninas
Desde la guardería canina “La guarida del tigre”, Marta Prunier, enfermera veterinaria de Junín, explicó: “en nuestro caso la estadía es sin jaula, no hay caniles reducidos, sino espacios amplios, lugares para dormir, separados según el carácter, el tamaño y en caso de los perros que tienen que estar solos, están solos”.
“El pago es por día, unos 150 pesos por día, con comida incluída. Pueden estar desde un día hasta uno o dos meses. Comen la misma comida que en su casa. Se pide que las vacunas estén al día y en caso de perritas en período de celo no las acepto”, manifestó.
“Les doy la misma comida que están acostumbrados, la misma marca de alimentos. La comida no se puede cambiar, tiene que ser la misma, salvo que esté acostumbrado a comer cualquier cosa. En general, no hay que cambiar la comida, en el momento de la estadía, porque puede generar problemas digestivos, gastroenteritis, vómitos, etc.”, advirtió.
Aclaró que en el caso de las perras, antes de la reserva se preguntaba al dueño si va a coincidir la fecha de estadía con la de celo, y en caso de los que no lo supieran se hacía una revisación antes de la entrada a la guardería.
“Yo atiendo a los perros, vivo ahí mismo, es una quinta (ubicada en Intendente de la Sota, entre Soldado Gurrieri y Soldado Argentino), con una hectárea de campo. El tema de emergencias, primeros auxilios lo hago yo, y en caso de necesidad se llama al veterinario de cabecera, o si no yo tengo dos o tres veterinarios a los que consultar”, dijo.
Marta dijo también que según su experiencia, los perros jóvenes se acostumbraban más al cambio, mientras a los más viejitos, les costaba más, quizá porque extrañaban el lugar o eran menos adaptables.
“Igualmente a los más grandes, no les pasa nada, hay formas de que ellos estén bien, que no dejen de comer. Los demás perros, en general, se adaptan demasiado bien. Los jóvenes y con buena salud les gusta estar acá, más si ya han venido otras veces, saben que después vuelven a su casa”, sostuvo.
Por su parte Pablo Estigarribia, médico veterinario de nuestra ciudad, quien también tiene una guardería de mascotas, manifestó que el compromiso, en este caso, era brindarle al animal las condiciones más parecidas a su casa, dentro de las posibilidades. “Se hace una especie de diagnóstico del tipo de perro, de su comportamiento, como para evaluar dónde se lo aloja y qué tratamiento se le da, si es un perrito de raza chica que está acostumbrado a estar con los propietarios permanentemente, en ese caso hay que buscarle un ambiente en contacto con el ser humano”, explicó.
“Si es un perro que tiene dificultades de comportamiento, o es muy agresivo, entonces el hábitat sería un canil, cerrado, amplio (16 metros cuadrados), cómodo pero que no esté en contacto con otros animales, por un tema de agresividad. Hay otros perros que pueden estar en ambientes abiertos, como caniles comunitarios, según el tamaño y la disponibilidad de espacio del lugar, que no tenga problemas de comportamiento por el hecho de estar con otros animales. Pasan el tiempo juntos”, aclaró.
Para el doctor Estigarribia, lo principal es que el perro esté al resguardo, a la sombra, que tenga momentos recreativos, respetar los horarios habituales que tiene para la comida y que tenga abundante agua, más si hace mucho calor. También que tenga puesta la pipeta, las vacunas registradas en la libreta sanitaria.
“Hay que tener la precaución de darle de comer a cada uno por separado y en el horario que indica el propietario”, dijo.

Costos
Dejar al perro en una guardería puede costar entre 100 y 200 pesos el día. En algunos lugares se puede conseguir promociones si la estadía será por una quincena, o más. El alimento balanceado suele correr por cuenta de los dueños.
Los requisitos para aceptar a los animales generalmente son compartidos en todos los lugares: tener las vacunas al día, pipeta de pulgas, collar y cadena. Además, se exige dejar datos de contacto del dueño y del veterinario. En la mayoría de los casos, no reciben a perros que manifiesten actitudes agresivas con los humanos.
“Si el dueño cree que el animal puede tener problemas de adaptación o con otros perros, les pedimos que lo traigan un día antes para probar su comportamiento y para que se vaya familiarizando con el lugar acompañado por su dueño”, cuenta Natalia Rodríguez, dueña de una guardería platense.
En la guardería de Natalia aceptan un cupo máximo de diez perros y el costo varía según el tamaño y la raza del animal. “Los más grandes o de razas más agresivas son más difíciles de manejar”, explica.
Como los tienen sueltos en el jardín de una casa grande, dice que es importante que las mascotas estén acostumbradas a sociabilizar con otros animales. “En general no tenemos problemas. La estadía promedio es de una semana”, cuenta.

Los más grandes
Nancy Igarategui maneja una guardería montada en un campo en las afueras de La Plata. En este caso los animales permanecen en caniles individuales de 2 x 6 y los sueltan dos veces al día. El servicio cuesta 50 pesos por día (independientemente de la raza y el tamaño del animal) y ellos se encargan del alimento y del traslado.
Igarategui dice que por lo general, las dificultades aparecen cuando los animales tienen entre 10 y 15 años.
“Los perros grandes son más sensibles al cambio de hábitat y sufren de estrés en estas situaciones. Por eso cuando se trata de animales grandes, yo no recomiendo dejarlos en guardería”, afirma.

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