Inició la multitudinaria procesión fúnebre de Irán
LA MUERTE DEL PRESIDENTE

Inició la multitudinaria procesión fúnebre de Irán

Ebrahim Raisi murió a los 63 años, tras la caída de su helicóptero.

Iraníes afligidos vestidos de luto comenzaron a reunirse este martes para los funerales y procesiones fúnebres por el presidente del país Ebrahim Raisi, el ministro de Exteriores y los otros muertos en un accidente de helicóptero, una serie de ceremonias organizadas por el régimen islámico que buscan tanto honrar a las víctimas como proyectar una imagen de fortaleza en el inestable Medio Oriente.

Habrá una gran procesión de despedida en Teherán este miércoles. Desde allí, los restos del difunto presidente serán trasladados este jueves a la provincia de Khorasán del Sur, en el este, y después a su ciudad natal, Mashhad (noreste), donde será enterrado por la noche.

Para la teocracia chiita de Irán, las manifestaciones multitudinarias han sido cruciales desde que millones de personas salieron a las calles de la capital, Teherán, para recibir al gran ayatollah Ruhollah Khomeini en 1979, durante la Revolución Islámica. Se estima que un millón de personas participaron en 2020 en el cortejo fúnebre del general de la Guardia Revolucionaria Qassem Soleimani, que fue asesinado por un dron estadounidense en Bagdad.

Está por ver si el presidente Ebrahim Raisi, el canciller Hossein Amirabdollahian y los demás fallecidos atraerán una asistencia similar, especialmente porque Raisi falleció en un accidente de helicóptero, llegó al poder en las elecciones con menor participación en la historia del país y durante su mandato se produjo una amplia represión de la disidencia. La fiscalía ya advirtió en contra de cualquier celebración pública por su muerte y, desde el accidente, en las calles de la capital se ha visto una fuerte presencia de las fuerzas de seguridad.

Las redes sociales iraníes, tanto de exiliados como de cuentas dentro del país, se llenaron el domingo de memes tras el anuncio de la desaparición del helicóptero. Ya antes de que se confirmara su muerte, muchos usuarios iraníes de la red social X (antes Twitter) mostraban euforia por su fallecimiento, divulgando fragmentos de películas o vídeos de gente bailando o brindando y etiquetas como #Iranishappy (Irán está feliz).

Otros de esos tuits no eran irónicos ni graciosos: reproducían imágenes de Mahsa Amini, la joven kurda cuya muerte bajo custodia policial, tras ser detenida por llevar mal puesto el velo, desató las últimas protestas contra el régimen en 2022, o de otros iraníes muertos en la represión de esas manifestaciones, en las que se cometieron crímenes contra la humanidad, según una misión de investigación de Naciones Unidas. Al menos 550 personas perecieron entonces a manos de las fuerzas de seguridad y paramilitares iraníes y otras 60.000 fueron detenidas. Hasta ahora, nueve hombres han sido ahorcados en relación con esas protestas.
Con ese trasfondo de evidente rechazo a figuras como la del fallecido presidente por parte de un sector, la muerte de Raisi aboca al régimen a celebrar elecciones.

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