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EN BUENOS AIRES

Murió el reconocido arquitecto Clorinda Testa

El prestigioso arquitecto Clorindo Testa murió hoy en Buenos Aires a los 89 años, dejando un legado compuesto por algunos de los edificios más bellos de Argentina.

El célebre profesional será velado en la sede del Centro de  Arquitectos y será inhumado mañana en el Cementerio de la  Recoleta.

Entre otras obras, Testa, nacido en Italia y residente desde muy pequeño en la Argentina, fue el creador de los edificios del la Biblioteca Nacional, el Banco de Londres y el Centro Cultural
Recoleta. 

Había Nacido en Nápoles el 10 de diciembre de 1923 y llegado con pocos meses a la Argentina junto a su familia, donde desde niño mostró su interés por el diseño y la construcción. 

Luego de un breve paso por la carrera de Ingeniería Electromecánica, formó en 1948 una de las primeras camadas de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo. 

Una vez recibido, sus obras, por sus características artísticas, comenzaron a formar parte del acerbo cultural nacional. 

Testa no se cansó de crear desde su estudio de Santa Fe y Callao hasta hace pocos meses, cuando los problemas de la edad lo  obligaron a abandonar sus tareas. 

Además de los nombrados, se cuentan entre las creaciones de Testa las edificaciones del Hospital Naval, la sala Di Tella y el balneario La Perla, en Mar del Plata.

Testa, quien formaba parte de la Academia Nacional de Bellas Artes desde 1976, cosechó entre otros galardones, el Primer Premio Nacional de Pintura del Banco Central y el Premio Konex de  Platino. 

También recibió el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad de Buenos Aires y ciudadano ilustre de Buenos Aires. 

Entre otros conceptos, Testa opinaba que a un edificio debía evaluárselo diez años después de construido. 

"No sólo porque en 10 años pueden cambiar ciertas concepciones sino también porque ese lapso da la oportunidad de ver cómo puede envejecer la obra encarada, es decir, si se han tomado todos los recursos para que su vejez sea digna", dijo al respecto en 2012 en una entrevista concedida al diario La Gaceta de Tucumán.

También sostenía que el arquitecto debe mantener su estilo, pero adaptarlo a las distintas necesidades y deseos de quienes lo contratan.   

Decía que el profesional debe "obtener lo que el comitente quiere utilizando sus propias convicciones artísticas y profesionales".   

"Si un señor me pide un baño de un metro y medio por un metro y edio, le señalaré los inconvenientes que esa extravagancia puede raerle y, luego, lo que resulte de la consiguiente negociación, trataré de proyectarlo de la forma más eficiente posible", dijo al respecto en la misma entrevista.

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