Los peores efectos

Muchas de las dietas que prometen resultados milagrosos provocan, en realidad, efectos negativos a largo plazo. Estas son algunas de las alteraciones más comunes:
-Las dietas que prometen adelgazar con mínimo esfuerzo fomentan expectativas ilusorias que empujan, a la persona que las hace, al fracaso, a un sentimiento posterior de culpa y a la pérdida de la esperanza de que alguna vez puedan controlar su problema de peso
-Aumentan el riesgo de padecer depresión, obsesión por los alimentos “prohibidos” y trastornos de la conducta alimentaria
-Pueden producir deficiencias nutricionales en proteínas, vitaminas y minerales, con todas las consecuencias sanitarias asociadas a estas carencias
-No enseñan hábitos alimentarios o estilo de vida adecuados y, cuando se abandonan, las personas vuelven a sus hábitos dietéticos habituales
-Al dejar la dieta se produce un aumento de grasa mayor al inicial (efecto rebote)

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