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El punto donde el hombre de 37 años fue herido en el centro platense.
GATILLO FÁCIL

Policía complicado: trapito recibió dos tiros y uno fue a quemarropa

La jueza de la causa indicó que iba hacia atrás, con los brazos abiertos cuando fue baleado y uno de los disparos se produjo a menos de un metro de distancia. El uniformado quedó detenido.

El Policía implicado con el asesinato del trapito en el centro de la Ciudad, durante la madrugada, quedó complicado por el informe preliminar de la autopsia y las imágenes de la cámara de la patrulla en la que llegó a la escena junto a otra agente de la Policía bonaerense. Tanto, que quedó detenido bajo la acusación de homicidio agravado "por ser personal policial en abuso de su función".
La decisión fue adoptada durante la tarde de ayer por la titular del Juzgado de Garantías Nº 6, Florencia Gutiérrez. La magistrada resolvió en pocas horas el pedido en esa dirección que le había realizado la fiscal del caso, María Eugenia Di Lorenzo (UFI Nº 17).
La situación del policía Arturo Salazar se complicó, en primer lugar, con el informe preliminar de la autopsia, que recibió Di Lorenzo sobre el final de la semana. Según indicó una fuente de la fiscalía, el equipo forense dictaminó que el cuerpo de Mario González (37) tenía dos disparos de posta de goma en el cuerpo. Uno lo recibió a una distancia inferior a un metro, según calculan en la UFI Nº 17.
Como prueba de ello ofrecían ayer este dato: "el taco del cartucho (que contiene los perdigones) le quedó incrustado en el pecho". El otro disparo dio en la zona intercostal del hombre, que murió poco después del episodio registrado alrededor de la 1.30 de la madrugada, en el Hospital San Martín.
"Los compañeros del Policía a quienes se les tomó testimonio habían hablado de dos disparos. Uno al aire. Evidentemente hubo más de dos disparos", dijo la fuente.

A quemarropa
Para la fiscalía, la cantidad de detonaciones y la distancia a la que se efectuó una, transgreden el procedimiento disuasivo policial y la legítima defensa. "No hay ningún protocolo que diga que un policía debe disparar a menos de un metro contra alguien que tiene un punzón y un tramontina en las manos", apuntó.
La jueza fue más allá. Consideró que el efectivo disparó cuando el trapito, a quien se involucraba en una pelea previa en la calle que dio lugar al pedido de presencia policial, directamente estaba retrocediendo y con los brazos abiertos.
La escena fue captada por la cámara de la segunda patrulla que intervino en el alerta policial. Todavía resta para la fiscalía analizar las imágenes del móvil en el que patrullaba Salazar.
Además, Butiérrez confirmó el procesamiento de otros dos integrantes de la Fuerza que estaban en el lugar y habrían dado una versión errónea.
El caso provocó una fuerte conmoción en el departamento judicial de La Plata. Antes que un policía estuviera acusado por el crimen y otros procesados por sus relatos "mendaces", la fiscal Di Lorenzo había pedido la colaboración de la Gendarmería Nacional para la realización de los peritajes de balística.
Además, el caso salió de la órbita del equipo de policías de la jurisdicción del centro de la Ciudad, que habían iniciado la pesquisa. No obstante, Salazar permanecía detenido en la sede de la Dirección de Investigación de La Plata, a donde había quedado alojado.
Otro de los datos que surgió de la investigación indica a la Fiscalía que el trapito que cuidaba autos en 50 entre 3 y 4 del centro platense no tuvo un conflicto con un par, sino que puso en alerta a personal de un comercio de 4 entre 48 y 49 de la misma ciudad, tras un presunto pedido de limosna que sonó intimidatorio.

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