None
JUICIO ORAL POR EL CRIMEN COMETIDO EN MARZO DE 2012

El fiscal pidió 22 años de prisión para los tres acusados de matar a Talarita

Fue en la lectura de los alegatos, desarrollada ayer en el cuarto piso de Tribunales. Por su parte, los abogados defensores solicitaron la absolución de los imputados. La sentencia se dará a conocer el miércoles al mediodía.

El fiscal Javier Ochoaizpuro solicitó la pena de 22 años de prisión para Maximiliano Burgio, Gerardo Miranda y Matías Spinoza, imputados de haber matado a golpes y puñaladas al enfermero Luis Alberto Talarita, entre la noche del 18 de marzo y la madrugada siguiente del año 2012.
El funcionario judicial, a cargo de la investigación en los dos años y medios que transcurrieron desde el aberrante crimen ocurrido en Paraguay 249, donde se domiciliaba la víctima, consideró que está acreditada la participación de los tres individuos como autores del hecho.
Además, sostuvo que hay pruebas suficientes para cambiar la carátula del caso, que en primera instancia había sido “Homicidio criminis causa” y derivó en “Homicidio en concurrencia con el delito de hurto”. Esto último se debe a la sustracción de una notebook, dos teléfonos celulares y una cámara filmadora que eran propiedad del difunto.
Por su parte, los abogados Leopoldo Singlar, Darío de Ciervo y Silvio Acerbo, defensores de Miranda, Spinoza y Burgio, respectivamente, pidieron la absolución de sus clientes, todo en el marco de la formulación de alegatos llevada a cabo ayer en el cuarto piso de Tribunales.
El proceso tendrá una definición el miércoles próximo, cuando a partir de las 12, los jueces Esteban Melilli, Karina Piegari y Miguel Ángel Vilaseca –miembros del Tribunal Oral en lo Criminal Nº1- den a conocer la sentencia para cada uno de los acusados.

Autoría comprobada

Ochoaizpuro aseguró que está acreditada la atribución de responsabilidades a Burgio, “El Mendocino” Miranda y Spinosa como coautores del asesinato, efectuado mediante un ataque simultáneo con un objeto contundente y con arma blanca.
El funcionario del Ministerio Público puntualizó que uno de los indicios que permiten deducir la culpabilidad de los implicados es el modus operandi implementado para ultimar a Talarita, la falta de defensa del agredido, la ausencia de signos de lucha y la expresión de asombro y de incredulidad que –de acuerdo con el testimonio de la perito Mirta Mollo- había en el rostro del cadáver.
Asimismo mencionó el hecho de que la perra rottweiler de Talarita, que era muy celosa de su dueño y atacaba a las personas desconocidas, no haya intervenido siendo que estaba dentro de la casa, lo que marca la cercanía de los presuntos homicidas con el occiso.
Para Ochoaizpuro fue central la declaración del testigo Juan Pablo Abal, quien en su testimonio original –pocos días después del crimen- relató que la noche del hecho se le presentaron Burgio y Miranda a ofrecerle la computadora robada.
Más adelante, el fiscal desautorizó la teoría conspirativa de Miranda (había denunciado irregularidades en los análisis de ADN y en la actuación de Ochoaizpuro). “No tiene ningún asidero. Se advierten falacias, inconsistencias y contradicciones”, afirmó.
Sin embargo, indicó que más allá de todo eso “hay dos elementos irrefutables”: el desapoderamiento de los bienes robados y las pericias de ADN, que ubican a los tres en la escena del crimen.
“El lugar de las servilletas que fueron usadas para coagular la sangre de las heridas (parte superior del tarro de la basura) comprueba que ellos tres fueron los últimos en estar en esa casa. Una misma servilleta fue usada por Burgio y Miranda”, explicó Ochoaizpuro.

La versión de los defensores


En cuanto a la versión de los defensores, los tres coincidieron en pedir la absolución de sus patrocinados, aunque dos de ellos demandaron que en caso de que sus defendidos sean hallados culpables se les aplique la menor pena posible.
El primero en realizar su descargo fue Leopoldo Singlar, quien sostuvo que la acusación contra Miranda es una tesis objetable. “No hay valor probatorio en los elementos recabados. El fiscal se toma de la declaración de Burgio y lo hace acríticamente. De acuerdo con su relato, Miranda y Spinoza estaban en la casa de Talarita desde las 21.30 del 18 de marzo, pero resulta que Miranda recibe dos mensajes de Talarita esa misma noche, a las 23.09 y 23.29. ¿Para qué le iba a mandar mensajes si estaba con él?”, analizó el letrado.
Para Singlar, la condena reclamada “es excesiva” y pese a pedir la absolución, dijo que “en todo caso la pena no puede ir más allá de lo establecido por lo legal”.
Posteriormente, De Ciervo señaló que Matías Spinoza “está fuera de los relatos de Abal y de todos los que frecuentaban a Talarita, que dicen haberlo conocido de vista.” Y agregó: “Se lo asocia sólo por consumo de droga”, manifestó.
Por último, Acerbo aseveró que Burgio estuvo presente en el lugar del hecho pero no participó en el ataque. “Burgio sostiene la teoría del único autor. Debe ser absuelto por el homicidio y en todo caso que sea condenado por el delito de encubrimiento. Si se llegara a entender que participó en el homicidio, que se la considere una intervención menor y se gradúe la pena como tal”, requirió. 

COMENTARIOS