La secuencia en la que supuestamente se besan los implicados
La secuencia en la que supuestamente se besan los implicados
EL PROTAGONISTA MATÓ A SU PROPIO BEBÉ Y A UN POLICÍA

La jueza de Chubut negó el beso y dijo: “tomábamos mate”

Aseguró que no mantiene una relación con el preso y que necesitaba “privacidad” porque escribe un libro sobre él

Horas después del escándalo judicial que significó el video en el cual se ve a una jueza de Comodoro Rivadavia que presuntamente se besaba con un preso al que recientemente había condenado por el crimen de un policía, el Superior Tribunal de Justicia (STJ) de Chubut le abrió un sumario por “conductas inadecuadas” a la magistrada. Ésta, por su parte, negó haber mantenido un contacto sentimental con el hombre y aseguró que se trató de una cuestión “académica y laboral”. Según explicó la propia acusada, Mariel Suárez, el supuesto beso nunca ocurrió. “En ningún momento lo besé. No tenemos una relación sentimental, era la segunda vez que lo veía”, afirmó en declaraciones a un medio de capital federal.

El encuentro entre la jueza y el recluso ocurrió la tarde del miércoles 29 de diciembre último, a una semana del veredicto, dentro del Instituto Penitenciario Provincial (IPP) ubicado entre Trelew y Puerto Madryn, según un comunicado oficial del STJ. Toda la reunión quedó grabada por las cámaras del lugar, y en una secuencia se observa un acercamiento entre ambos participantes.

Luego del revuelo que causaron las imágenes, Suárez habló con los medios y sostuvo que “no tengo una relación sentimental con esta persona, es del tipo laboral, posterior a la entrega de mi sentencia”. Y agregó: “Estábamos tomando mate. Le llevé comida”.

Cristian “Mai” Bustos fue condenado el 22 de diciembre pasado a cadena perpetua por matar en 2009 a un policía en un tiroteo y herir de gravedad a otro. Además de ese crimen, Bustos fue también condenado en otro juicio a 20 años de prisión por el homicidio de su bebé de nueve meses.

Respecto a la sentencia más reciente, Suárez, que es jueza de la Circunscripción de Comodoro Rivadavia, fue una de las tres magistradas que participó del dictamen. Aunque, a diferencia de las otras dos juezas, ella votó en disidencia en cuanto a la pena a imponerle al condenado y pidió una más baja.

En el encuentro, relató que le propuso al preso contar en un libro “su historia, su versión de los hechos”, la que ella entendió era “creíble”, razón por la cual votó por una “pena menor”.

“También escribo en medios periodísticos y a nivel internacional (...) a partir del contacto que tuve con la causa, le propuse hacer un libro”, precisó. Asimismo, indicó que era necesario “mantener mucha privacidad” para hablar porque había “otras personas” que podían escuchar la conversación, y por eso debió acercarse hasta casi tocar a Bustos.

Los detalles del encuentro fueron denunciados por un oficial del Instituto Penitenciario a sus superiores mediante un escrito que fue difundido a la prensa local, en el que se indica que a las 16.40 del día mencionado Suárez concurrió a la dependencia para entrevistarse con el condenado Bustos. El oficial describió que el lugar posee cámaras de monitoreo -que permiten ver qué sucede aunque no almacenan imágenes- y que en determinado momento observó que la jueza y el recluso “comienzan a tener contacto físico, como abrazos, besos (en la boca) siendo reiterado este tipo de comportamiento en ambos”, según el escrito.

Como consecuencia de ese informe, la Justicia inició el sumario administrativo. “A raíz de una comunicación formal dirigida a los Ministros en feria se tomó conocimiento de un encuentro requerido por una jueza penal de la circunscripción de Comodoro Rivadavia y un recluso alojado en dicho centro penitenciario, considerado de alta peligrosidad y recientemente condenado en el marco de un juicio oral y público sustanciado en la ciudad de Esquel”, detalló el parte judicial.

“De los datos comunicados desde el IPP surgen que la jueza habría incurrido en conductas inadecuadas para un magistrado. Las actuaciones se dirigen a dilucidar las circunstancias de dicha reunión entre una magistrada y un condenado, el tenor del encuentro, su extensión en el tiempo y las características del mismo”, finalizó.

Suárez aclaró que “todavía no me notificaron de nada” y adelantó que voy a seguir adelante con mi proyecto” de escribir el libro.

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