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AL MENOS CUATRO MALVIVIENTES INGRESARON A UNA VIVIENDA DE CALLE PARAGUAY

Ladrones armados y encapuchados golpean y sustraen dinero a un productor rural

Los malhechores habrían contado con un “dato” erróneo y sólo pudieron llevarse 700 pesos y algunas alhajas.

Un audaz atraco cometieron en la madrugada de la víspera cuatro o cinco malvivientes, luego de sorprender al matrimonio conformado por Susana Elizabeth Badalá, de 52 años, y Juan Carlos Spreafichi, de 55, quienes descansaban en su vivienda de calle Paraguay 13, a metros de la avenida Dr. Benito de Miguel.
El grupo de marginales accedió alrededor de la hora 3 a la residencia, cubriendo sus rostros con capuchas, sus manos con guantes de látex y portando, además, armas de distintos calibres, con las cuales intimidaron al productor rural y su mujer, quienes hasta ese momento dormían plácidamente.
Rápidamente, los delincuentes ataron a los esposos con precinto y, a los gritos, le pidieron a Spreafichi el dinero que había en la casa y fue así que se apoderaron de unos 700 pesos y también alhajas varias.
Al parecer, los ladrones habrían tenido el “dato” que en la finca había más dinero, pero debieron “conformarse” con llevarle los 700 pesos y joyas varias del productor ruralista y su mujer.
Poco después que los pillos escaparon, la pareja logró romper los precintos con los cuales los habían atado y se radicó la denuncia en la Comisaría Junín Primera, cuyo personal -junto a numerarios de la Policía Científica y de la Dirección Departamental de Investigaciones (D.D.I.), investigan el hecho doloso.
El mismo se caratuló “robo calificado y lesiones” (ya que Spreafichi sufrió un golpe en la cabeza, aplicado por uno de los ladrones con el arma que portaba), con intervención del agente fiscal de turno del Departamento Judicial Junín, doctor Carlos Colimedaglia.
Al parecer, los delincuentes habrían tenido el “dato” que la familia damnificada había vendido una propiedad o habría percibido un alquiler por adelantado, pero nada de ello había ocurrido y los “casos” se llevaron un “magro botín”.

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