PERSONAJES DE NUESTRA CIUDAD

César Benítez: el locutor juninense que nos “informa primero” en Radio Mitre

Hace más de una década que es una de las voces del informativo de la prestigiosa emisora. Además, trabajó en FM 100, Radio Libertad, Feeling y Canal 9, entre muchos otros medios. Fue la Voz del Estadio de la Bombonera y periodista en la CNN. Y cubrió los sucesos más importantes, desde el accidente de LAPA y los alzamientos de Villa Martelli y La Tablada, hasta el atentado a la AMIA y los cacerolazos de 2001.

Hasta el momento en que se fue a Buenos Aires, con 18 años, a estudiar Locución y Periodismo, el único contacto de César Benítez con los medios de comunicación había sido como un ferviente radioescucha.
Nació en Junín, vivió toda su infancia y adolescencia en el barrio Nuestra Señora de Luján, hizo el primario en el Padre Respuela y el secundario en el Industrial, y en algún momento creyó que iba a hacer dos años de Ingeniería para luego ingresar en el Instituto Balseiro.
Sin embargo, cuando se hizo el test vocacional, el resultado fue categórico: locución, periodismo, o tal vez psicología, eran las opciones inequívocas.
Es probable que en esto haya influido su costumbre de estudiar con la radio bajo la almohada, o las noches enteras que pasó escuchando “Disco Radio”, el programa de Pedro Aníbal Mansilla y Estela Montes que se emitía por Radio Del Plata.
“Lo que son las vueltas de la vida, después yo trabajé con ambos”, evoca César hoy, sentado en un bar de su Junín natal.

Locutor y periodista

Con el apoyo de sus padres, Benítez se fue a Buenos Aires a principios de 1983 para ingresar a la carrera de Locución. Erardo Alegretti lo preparó para rendir el ingreso, pero no pasó la última prueba del Iser, ya que de los 40 que la rindieron, sólo podía entrar uno. Así fue como ingresó al Cosal, donde se recibió de locutor.
Además, hizo la carrera de Periodismo en el Círculo de la Prensa.
Empezó a trabajar gracias a Eduardo Calviño, a quien hoy considera su “gran padrino”. Calviño era locutor titular en Radio Buenos Aires y César comenzó como su suplente, donde hacía las guardias de nochebuena, año nuevo, cubriendo vacaciones y “haciendo lo que los tipos de muchos años en el medio ya no quieren hacer más”. Arrancó haciendo locución comercial y al poco tiempo condujo un programa de Warner Music, en la época en que las discográficas tenían sus propios espacios. Desde ahí, no paró más: “También hice muchos programas de bailanta: yo inauguré Fantástico Bailable en Once, Terremoto Bailable en Plaza Italia, Metrópolis, porque trabajaba para el sello Magenta y era el encargado de hacer las presentaciones en las bailantas y estaba en la radio Fantástico Bailable”.
Eso lo hizo hasta que entró a Radio Mitre.

Primera etapa en Mitre


Benítez rememora sonriendo que “estaba haciendo un programa con Los Cartageneros y Los Palmeras, que se llamaba El Tropibaile Santafesino” cuando lo llamó Anselmo Marini, el jefe de locutores de Radio Mitre, para invitarlo a participar de un casting para la radio. Fueron más de 250 postulantes los que hicieron la prueba y fue César el que quedó.
Para entrar a Mitre dejó su lugar en Magenta y en Campeones, donde también trabajaba.
A partir de ahí fue la voz de FM 100, entre las 14 y las 20, una actividad que le valió la obtención de un premio Martín Fierro. También hacía la locución comercial de las transmisiones de fútbol, con Héctor Caldiero, y los sábados y domingos hacía Románticos de la Noche, de 20 a 23, en AM.
Estuvo en Radio Mitre entre 1989 y 1992.

Con Romay

“Un día –recuerda Benítez– llego a mi casa y encuentro en mi contestador un mensaje de Mauro Viale, a quien yo no conocía, que me proponía ir a trabajar con Alejandro Romay, que estaba comprando Radio Belgrano, lo que iba a ser con él Radio Libertad. A mí me querían para la FM, que sería Feeling”.
Mantuvo una reunión con Viale y el propio Romay, y se fue a trabajar con ellos. Ahí hizo la conducción de la tarde de FM Feeling.
Tiempo después, otro llamado telefónico volvió a torcer su destino: “Me llama Romay para preguntarme por qué no había ido al casting de su canal. Resulta que yo me había ido de vacaciones y, en ese tiempo, se hizo un casting para elegir la voz de Canal 9, del que yo ni me enteré. Le conté esto a Romay y me dijo que fuera al otro día para una prueba. Cuando fui, Alejandro se puso a mi lado e hicimos juntos todo el ejercicio. Al final, estuvimos dos horas y cuando terminamos, me dice ‘desde mañana sos el locutor de Canal 9’”.
Así se convirtió en la voz institucional de la señal, junto con María Muñoz. Trabajó también en Nuevediario, haciendo producción periodística, y en el área de investigación del ciclo Edición Plus. Además, fue la voz del programa Duro de Acostar, conducido por Roberto Pettinato y Gillespie.

CNN

En 1999, cuando Canal 9 fue vendido y pasó a ser Azul Televisión, César obtuvo una beca para trabajar en CNN, en la ciudad estadounidense de Atlanta.
“Para mí era algo increíble”, asevera. Ahí trabajó en la producción y la redacción de noticias para la radio y el noticiero televisivo de CNN.
“La experiencia fue alucinante”, insiste, para luego agregar: “Aprendí mucho sobre el trato de la noticia, el manejo de las fuentes informativas, el hecho de cuidar a los cronistas en la calle, los criterios de edición, la estética, y mucho más”.

De la Bombonera a Mitre


A los dos años se le terminó la beca y regresó. Corrían los últimos días del año 2000 y el país era otro. Cuando retomó sus tareas en Canal 9, en menos de dos meses, el canal se vendió cuatro veces. “Era un momento difícil en el que empezaron a echar gente”, desliza.
Como se “la veía venir”, llamó a Mitre para ver si podía conseguir otro trabajo. La situación ahí no era mejor, pero el gerente general le dio una entrevista: “Me dijo que le gustaría que volviera a la radio, pero no era un momento propicio. Y me ofreció ser la voz del estadio en La Bombonera, porque en ese momento tenían un convenio con Boca por el que la radio ponía al locutor que iba a hacer ese trabajo. Así fue como hice La Voz del Estadio, en los días en que Bianchi ganaba todo”.
Según dice, ahí conoció “otro mundo” que le permitió ejercer su profesión con toda su pasión boquense.
Al tiempo entró en el Mitre Informa Primero y poco después tuvo que dejar su puesto en la cancha de Boca.
Volvió al noticiero de Mitre en plena época de los cacerolazos. “Era terrible –recuerda–, uno como profesional se pone una suerte de caparazón que a veces hace que no logre darse cuenta de la magnitud de lo que está transmitiendo. Recuerdo que al tiempo vi en el cine la película Memoria del Saqueo, de Pino Solanas, que retrataba esa época, y lloré como loco porque me escuchaba yo. Ahí caí en la cuenta de lo que yo estaba haciendo”.
Desde entonces está en el noticiero de Radio Mitre. Actualmente cubre el horario de 19 a una.
Además, da clases. De hecho, antes de dedicarse a esto preparó para ingresar a las academias de locución a algunos profesionales juninenses. En la actualidad se desempeña en el Instituto Crónica, donde da la materia troncal, que es Locución, en segundo y tercer año, y también hace un Taller de Radio en el segundo y tercer año de la carrera de Periodismo.

Un profesional

César Benítez es un profesional del medio que hace su tarea con mucha pasión y rigurosidad: “Amo hacer radio. Además grabo publicidades, soy la voz de algunos productos, hago doblajes; a mí me gusta el micrófono, en cualquiera de sus formas. Pero también disfruto la redacción, es decir, me gusta todo lo que hago”.
Según dice, “estar en Mitre es hermoso, maravilloso, porque el grupo de gente es muy lindo, se prioriza la persona por sobre el profesional, hay un muy buen clima laboral, y se trabaja con mucha libertad”.
Dentro del periodismo, considera a Magdalena Ruiz Guiñazú como un referente: “Ella tenía un programa a las 6 de la mañana y llegaba a la radio a las 4, antes que la producción y con los diarios leídos. Y es una muy buena compañera. En la época de los cacerolazos, fue la primera en salir a la calle, cuando no nos alcanzaban los cronistas. Con décadas de trayectoria, era ella la que iba caminando al lado de las columnas de manifestantes”.
También rescata las figuras de Anselmo Marini, Ricardo Jurado, Leopoldo Costa, Juan Carlos Pérez Loizeau, Santo Biasatti, Chiche Gelblung, Pepe Eliaschev, Alfredo Leuco y Julio Lagos, entre otros.

Balance

A pesar de que hace más de 30 años que vive en Buenos Aires, todavía mantiene fuertes lazos con Junín: sus padres, sus amigos, la promoción 82 del Colegio Industrial, con los que se junta todos los años. “Cuando puedo, vengo, y cuando no puedo hacerlo, extraño”, resume.
También admite que le gustaría trabajar acá, pero eso hoy es imposible. Lo único que hizo en nuestra ciudad fue, en su época de estudiante de Locución, un programa musical que se llamaba “Rapadioposcopio”. Lo hacía con Marcela Giorgi y lo mandaba grabado.
Con todo, asegura que la profesión le dio muchas cosas positivas: “Me dio una buena vida, con muy buena gente alrededor, la posibilidad de conocer muchos lugares, estar actualizado constantemente, me enseñó a respetar el esfuerzo del que está a mi lado, el ser muy fanático de los horarios, porque en la radio, cuando suena el top, hay que salir al aire sí o sí. Y la humildad, no olvidarme de todo lo que me costó llegar a donde estoy, y de mantenerlo y alimentarlo constantemente”. 

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