Alberto Fernández
Alberto Fernández anunció el principio de acuerdo con el FMI y la oposición ahora quiere ver la “letra chica”.
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

Con un tácito acompañamiento opositor, la duda es si se logrará cumplir con las metas

Después de varias idas y vueltas, se dio un paso para lograr un entendimiento con el Fondo para dar previsibilidad a un mercado temeroso.

El oficialismo pudo detener la escalada del dólar con el principio de acuerdo logrado con funcionarios del Fondo Monetario Internacional, que se había acelerado por una corrida cambiaria que llevó las cotizaciones financieras y la del blue a niveles que profundizaron la inestabilidad y amenazaban con presionar fuerte la inflación 2022, pulverizando el poder de compra de los trabajadores, y por ende, dejando heridas las chances del Frente de Todos rumbo a las presidenciales del año próximo. 
El mayor desafío oficial no será lograr el respaldo al entendimiento de la oposición en el Congreso, que sin mayores críticas pidió más información, es decir que no se comprometió, sino cumplir con la limitación a la emisión monetaria y la progresiva reducción del déficit fiscal que será monitoreada cada tres meses, para desagrado del kirchnerismo, por los técnicos del FMI.

Silencio de Cristina y Máximo
El silencio de Cristina Kirchner, su hijo Máximo y referentes de este espacio basal del Frente de Todos no parece indicar que se hayan opuesto al refinanciamiento de la deuda acordada sino más bien a algunas cuestiones de “forma”, pero sobre todo, como dijo la Vicepresidenta en una de sus últimas cartas públicas, para dejar sentado que la responsabilidad por el entendimiento -para bien o para mal- será de quien tenga la “lapicera”, esto es, del presidente Alberto Fernández. 
Ningún acuerdo se hubiera podido lograr sin el visto bueno de la mayor accionista del FDT que, una vez más, prefirió el pragmatismo a los prejuicios ideológicos. Si los mercados seguían soliviantando la cotización del dólar y con ello ensanchando las proyecciones inflacionarias, el oficialismo corría el riesgo de padecer el castigo electoral que obtuvo Mauricio Macri en 2019 cuando las sucesivas devaluaciones, y el consecuente golpe al bolsillo, truncaron su sueño de reelección. Pero la oposición exige que todo el oficialismo -Cristina incluida- se pronuncie sobre el eventual acuerdo antes de iniciar cualquier negociación con Juntos. 

Quejas
Las quejas de representantes del kirchnerismo duro, como Leopoldo Moreau, Amado Boudou o la exdiputada Fernanda Vallejos merecieron una dura respuesta. Si hasta nuevamente el empoderado ministro Matías Kulfas (Desarrollo Productivo), tildó de “irresponsables” a los dirigentes que coqueteaban con el default, los mismos que pedían su cabeza en cada rumor de recambio de Gabinete. Ayer volvió a hablar del tema, pero con más diplomacia: “Expresé mis diferencias con algunas opiniones, pero siempre diciendo con claridad que no creo que haya ni mala fe ni ideologías que no son del Frente de Todos, sino que creo que hubo algunas opiniones con alguna falta de información y llegaron a alguna conclusión de algo que hubiera sido negativo para el país”.
Solo se dio un primer paso y el Fondo cree necesario aclararlo, aprovechando la ocasión para señalar que la reducción del déficit del Estado es una necesidad que debe encararse para lograr el crecimiento económico. En realidad, el problema existe y el FMI no afirmó otra cosa que la señalada por muchos economistas argentinos.

Inflación
De a poco, comienza a correrse el velo de las paritarias de 2022. El gran interrogante, nuevamente, es qué pasará con la inflación. Consultoras privadas estiman que el índice de enero podría superar el 3,8 por ciento de diciembre y preanuncian un primer semestre con indicadores elevados. Es lo que pone en duda la manda que enarboló el ministro Martín Guzmán (Economía) durante la conferencia de prensa del viernes, al sostener que las expectativas inflacionarias serían contenidas con los “acuerdos de precios y salarios”. Ya fracasaron en 2021: recordemos la fenecida pauta salarial del 32 por ciento acordada hace casi un año en una reunión tripartita -con sindicatos y empresarios- celebrada en el Museo del Bicentenario.
La progresiva corrección de las inconsistencias económicas, en cuanto a emisión y reducción del déficit, podrían constituirse con el tiempo en un ancla inflacionaria. Para eso Economía debería cumplir puntillosamente las metas comprometidas en los próximos dos años y medio. El éxito en el cumplimiento de la responsabilidad fiscal dependerá en gran parte del juego de las pujas dentro de la propia coalición oficial.

La Justicia
Donde no habría diferencias sustanciales es en la crítica a la Justicia. Con todo, serán pocas las figuras del elenco gubernamental que participarán de la marcha contra la Corte Suprema prevista para este martes. Ni el Movimiento Evita ni la CGT, por caso, coinciden en las “formas” de la protesta y se ausentarán de la movilización por el centro porteño.
Esa provocativa marcha, con todo, gatilló el duro comunicado que emitió Juntos por el Cambio, en el que la calificó como “un acto de suma gravedad institucional y otro paso más en la política sistemática que asumió el oficialismo de atacar a los jueces que no se comportan según sus deseos”, a los que asimiló a la búsqueda de impunidad de exfuncionarios comprometidos con causas de corrupción y que enarbolan el relato del “lawfare”.
Los referentes opositores exhortaron al Ejecutivo, asimismo, a respetar los caminos que prevé la Constitución para sancionar a jueces y avisaron que no tolerarán que “se siga menoscabando la credibilidad” de los magistrados en forma sistemática.

La “contramarcha”
Asimismo, dirigentes como Patricia Bullrich o el diputado y consejero de la Magistratura, Pablo Tonelli, alientan la “contramarcha” del 3 de febrero para respaldar a los integrantes del máximo tribunal con una concentración frente al Palacio de Tribunales. Los denominados “halcones” de la coalición opositora reiteran su postura de que muchas veces la política se hace en la calle. 
El acuerdo con el Fondo apuró una reunión de la Mesa Nacional de JxC, que coincidió en resaltar como “positivo este primer entendimiento que evita así un costoso default”.
Si el Gobierno se decidiera a enviar en Extraordinarias el plan plurianual, el mayor bloque opositor estaría dispuesto a votarlo. “Es muy difícil no apoyar ese proyecto. El acuerdo parece razonable y Juntos debería acompañarlo por una cuestión de responsabilidad y porque la deuda la tomó Macri”, explicó una calificada fuente del PRO.
En público, Horacio Rodríguez Larreta, que por lo bajo sigue dando impulso a su proyecto presidencial, se permitió dudar al sostener que antes de avalar el entendimiento, la oposición debería prestar atención “a la letra chica”. Sí hay una cuestión que preocupa es que el acuerdo patea los pagos por la deuda de US$ 44 mil millones para 2024, es decir, para la siguiente administración y sienten que eso es lo que le tocaría a Juntos, o sea, el capítulo más difícil.

La gira del Presidente
El Presidente emprenderá el martes una gira por Rusia, China y con un sorpresivo paso, a su regreso, por la isla caribeña de Barbados, con la excusa de celebrarse allí una cumbre sobre cambio climático.
El comunicado del Fondo dejó ver no solo la necesidad de reducir los subsidios a las tarifas de energía -un tema en el que Guzmán no dio precisiones en la citada rueda de prensa- sino también en la necesidad de que Argentina cuente con un financiamiento externo adicional. Seguramente este último tema será tocado en la gira.
Un observador oficial, con todo, expuso la inconveniencia del paso de la comitiva oficial por Rusia en momentos en que la patria de Vladimir Putin amenaza con invadir Ucrania desafiando a las potencias de Occidente. “Es un error enorme”, indicó, temeroso de que prospere en ese territorio un conflicto que deje al país en una posición por lo menos confusa.

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