A través de un decreto que, según anticiparon fuentes gubernamentales, se publicará hoy en el Boletín Oficial, el Poder Ejecutivo de la Nación avanzará con la desregulación de los servicios del Transporte Automotor de Pasajeros de media y larga distancia, lo que permitirá el libre establecimiento de recorridos, horarios, frecuencias, precios y duración de los servicios por parte de los transportistas.
Impulsada por la Secretaría de Transporte del Ministerio de Economía y el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, la nueva normativa reemplazará a otra con más de 30 años de antigüedad. Lo que se pretende es ir hacia “la liberalización, modernización y desregulación del transporte automotor de pasajeros y su adaptación a la dinámica de transporte actual”, según comunicó la cartera a cargo de Franco Mogetta.
En esta misma línea, se adelantó la creación del Registro Nacional del Transporte de pasajeros, de acceso público, sin costo y con operación online, “para una mayor comodidad del transportista, el ahorro de tiempo en la gestión de trámites burocráticos y una mayor transparencia”.
Se aclaró que las empresas y transportistas que ya estaban registrados no tendrán que hacerlo nuevamente. Sí deberán registrarse las nuevas compañías que, una vez inscriptas, obtendrán de manera automática la habilitación para operar luego de cinco días después de la inscripción, aplicando de esta forma la metodología de “Silencio Positivo” ya implementada por el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado que conduce Federico Sturzenegger.
De este modo, llegado el momento de vencimiento del plazo administrativo de un trámite, se concede y autoriza para agilizar el procedimiento. “Es importante destacar que se mantienen las exigencias en materia de seguridad ya establecidas en la normativa vigente”, reza el comunicado oficial.
Desde la entrada en vigencia de esta norma, se reforzó, se podrán establecer libremente los recorridos, vehículos, horarios, precios, duración de los servicios e incluso los puntos de ascenso y descenso de pasajeros que estén autorizados por la jurisdicción local respectiva.
Los nuevos operadores, en tanto, tendrán que informar la capacidad de transporte, detallando cantidad y tipo de vehículo, cantidad de asientos, seguros contratados, la nómina de conductores a asignar y la información relativa a las licencias de conducir de los mismos, la periodicidad de los servicios declarados, el origen, las paradas intermedias y el destino del viaje. En este punto, no se podrán ofrecer al público servicios que no se encuentren informados en el Registro Nacional del Transporte de pasajeros.
La autoridad de aplicación de esta medida será la Secretaría de Transporte de la Nación del Ministerio de Economía y comenzará a implementarse en 60 días, cuando se realicen las actualizaciones tecnológicas necesarias.
Las fuentes del Gobierno agregaron que, a partir de esta desregulación, los operadores que se inscriban debidamente también podrán ofrecer servicios e ingresar en los aeropuertos y puertos de todo el país, lo que hasta ahora estaba vedado. “Eso le va a dar mucha libertad a la gente para moverse desde y hacia las terminales aéreas y portuarias”, destacaron.
Más oferta
Luego de que trascendiera la medida, fuentes del sector aseguraron que con este decreto se termina el servicio público de larga distancia y que lo que habrá de ahora en más será un registro de operadores sin obligaciones en términos de recorridos, horarios, frecuencias, etc. “Naturalmente, va a haber más oferta en los destinos o en los corredores donde hay más demanda, pero no se sabe qué va a pasar en los lugares donde no hay tanta y antes el sistema público te obligaba a ir”, explicaron.
Por otro lado, adelantaron que desaparecerán los precios máximos en las tarifas que antes establecía el Estado para los servicios de ómnibus de larga distancia y alertaron que el ingreso de nuevos jugadores, más que agrandar la torta, puede llevar a una “precarización del sector”.
“Por lo que sabemos, esto va a permitir que prácticamente cualquiera se ponga a operar servicios de larga distancia, con lo que un monotributista con una combi va a poder hacer lo mismo que una gran empresa que tiene 300 colectivos, bases operativas y sistemas de capacitación de personal. Le hemos pedido al Gobierno que establezca ciertas barreras de entrada que garanticen la seguridad en la prestación del servicio, pero ahora hay que esperar a ver la reglamentación. Cabe aclarar que el sistema de larga distancia tiene subsidio cero desde hace años, con lo que estos cambios no tienen que ver con un ahorro fiscal”, agregaron.
En tanto, la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA) emitió un comunicado en el que consideraron que “cualquier apertura en el mercado debe ser gradual para evitar saturaciones que podrían poner en riesgo la viabilidad de los transportistas actuales”.
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