Jubilaciones Anses
UN SECTOR SIEMPRE CASTIGADO

Los jubilados nacionales perdieron un 35,7% de sus ingresos desde 2017

El haber mínimo real en 2023 representa un 64,3% del valor que tenía seis años atrás. Y sin los bonos que fueron dando como refuerzos ante la inflación, la pérdida sería el equivalente a 13,7 jubilaciones mínimas.

Un jubilado de Anses que percibe un ingreso mínimo perdió 9,4 haberes en los últimos seis años, que representan un total de $1.924.878. 

Para dimensionar la pérdida de los haberes previsionales, un ejercicio concreto que se puede realizar es calcular en valores actuales (a diciembre de 2023) la pérdida acumulada respecto al valor real promedio de 2017, advirtió un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) 

El haber mínimo real en 2023 fue un 64,3% del valor de 2017, es decir que fue un 35,7% inferior. Dado que se incorporaron bonos complementarios, al incluirlos el ingreso de 2023 fue equivalente al 81,8% del valor de 2017, o sea que la pérdida de poder adquisitivo en este caso fue de 18,2%, según el IARAF. 

“Esto refleja un gran fracaso de las diversas políticas económicas y de las fórmulas de movilidad implementadas, con el saldo de un gran costo social”, advirtieron desde el IARAF. 

Además -de acuerdo con el informe- si se suman los porcentajes de haberes perdidos entre 2018 y 2023, el resultado es que, sin los bonos que se pagaron en momentos puntuales como fin de año, serían equivalentes a 13,7 haberes mínimos de 2017 (114,2% anual por 12 meses) y con bonos, equivalentes a 9,4 haberes mínimos de 2017. 

“Esto significa que un jubilado con la mínima, más los bonos, cobró su haber durante 72 meses, pero fue equivalente a haber cobrado 62 meses con el poder adquisitivo de 2017.

La diferencia es la pérdida de 9,4 haberes”, graficó la entidad. 

A la vez, puntualizó que en este último caso, a valores de diciembre de 2023 la compensación necesaria sería de $1.924.878. Ese número surge de multiplicar el haber mínimo promedio de 2017 a precios de diciembre de 2023 ($204.992) por 9,4 meses de pérdida. 

“Hoy se discute en la Argentina la implementación de una nueva fórmula de indexación jubilatoria, con jubilados de la mínima que han perdido $1.924.878 en los últimos seis años”, sostuvo el IARAF. 

El trabajo del IARAF también explica que, en caso de que el Congreso aprobara la nueva fórmula jubilatoria, los jubilados seguirían perdiendo un 16% de poder adquisitivo en 2024 respecto a 2023. 

“Será el séptimo año consecutivo de pérdida real de sus haberes. Un jubilado con la mínima que recibió también pagos de sumas fijas o bonos llegó a fines de 2023 con una pérdida acumulada de $1.924.878 en sus espaldas. Perdió 9,4 haberes en los últimos 6 años”, indica el informe y agrega que, desde el lado fiscal, el tamaño real del gasto en jubilaciones tendría una disminución en 2024. 

“Dada una caída real del PBI del 4%, el peso relativo de las jubilaciones podría bajar 0,8 puntos porcentuales del PBI”, estimó el instituto que dirige el economista Nadin Argañaraz. 

“Es evidente que el primer trimestre de este año tendrá una fuerte caída real y luego, si la inflación es decreciente, se dará una recuperación real. Lo importante es dividir qué le sucederá al haber jubilatorio real tanto en el primer trimestre del año como en los nueve meses restantes”, argumentó el estudio. 

“El análisis permite afirmar que en el primer trimestre del año un jubilado con la mínima que también cobre sumas fijas tendrá una pérdida real del 32% respecto al primer trimestre de 2022. En los 9 meses restantes de 2024, este mismo jubilado tendría una caída real de su ingreso del 11% respecto a igual periodo de 2022”, estimó a nivel de bolsillo. 

El estudio explica que, cuando se analizan conjuntamente ambos periodos, se llega a la conclusión que durante 2024 los jubilados volverían a perder poder adquisitivo. La pérdida real sería del 16,4% respecto a 2023, confirmando el séptimo año consecutivo de caída real. 

“Este año perderían el equivalente a 3,8 jubilaciones mínimas del año 2017. Con esto, se daría que en 7 años un jubilado con la mínima que cobra bonos terminaría perdiendo el equivalente a 13,2 jubilaciones mínimas de 2017”. 

“Si se supone una caída real del PBI del 4% durante el año 2024, el peso relativo del gasto en jubilaciones podría pasar del 7,3% del PBI en 2023 al 6,5% en 2024, descendiendo en 0,8 puntos porcentuales del PBI. De este modo, el recorte real de las jubilaciones aportaría el 16% del ajuste fiscal del 5% del PBI planteado como objetivo por el gobierno para este año”, agrega el IARAF anticipando próximos valores.

Haberes previsionales, eje del ajuste en 2023

El foco del ajuste fiscal de 2023 se centró en las jubilaciones y pensiones. Es lo que viene ocurriendo desde que aceleró la inflación y la fórmula de movilidad quedó desfasada. Las jubilaciones y pensiones contributivas significan el 32% del gasto primario y cayeron, en 2023, 10% en términos reales. Las pensiones no contributivas (2,3% del gasto) cayeron 21,3%. 

El pago de bonos no remunerativos con el que el Estado compensa a los haberes mínimos y medio-bajos contuvo parcialmente el ajuste en las prestaciones. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, la caída consolidada hubiera sido de 12,4% real si no hubiera habido pagos extraordinarios. 

Las jubilaciones cayeron 0,65% del PBI el año pasado. El Gobierno estimó que este año deberían caer otros 0,4 puntos del PBI. Otra de las partidas que empujaron el ajuste del gasto fue la de las transferencias corrientes a provincias que representaron en 2023 el 3,6% del gasto y crecieron 2,6% real. Las transferencias de capital (recursos de la Nación para financiar obras) aumentaron 25,2% anual y siginficaron el 2,3% de las erogaciones. 

Allí se concentrará buena parte del ajuste que anunció el presidente Javier Milei. En este caso, la motosierra no necesita del aval del Congreso, aunque los recursos suelen ser prenda de negociación con los gobernadores, en momentos en que estos se oponen a la suba de retenciones y a tijeretazos que afectarán las arcas provinciales. 

Según el IARAF, el déficit primario aumentó desde el 2,3% del PBI de 2022 hasta 2,7% el año pasado. Es decir, algo menos de lo que informó Economía (2,9%). La baja del gasto, de 0,6% del PBI, fue inferior a la caída de los recursos, de 1,1%. El déficit financiero llegó a los 6 puntos del PBI, porque los intereses crecieron 1,14% del Producto en un año.

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