Su pareja dijo que la habían matado en un asalto, pero luego confesó el femicidio

“Quiero contarles la verdad. Estábamos discutiendo con Roxana y le pegué un tiro en la cabeza y tiré el arma”. Esa fue la frase que Ismael Antonio Rodríguez pronunció el domingo en una comisaría de Lanús ante testigos y personal policial cuando se autoincriminó y quedó detenido por el femicidio de Carina Roxana Ferreyra, una mujer de 63 años, indicaron fuentes del caso.

El hecho se registró cuando el hombre, un changarín de 67 años, llegó con su pareja muerta de un tiro en el rostro a un hospital de Lomas de Zamora. El femicida dejó el cuerpo y se presentó en la Comisaría 5° de Lanús para denunciar que había sido víctima de un asalto cuando circulaba con su camioneta Ford F-100 por la intersección de las calles Pasaje Gaita y Pellegrini, de la localidad de Villa Diamante, en el sur del conurbano.

Rodríguez hizo un relato al principio creíble. Explicó que iba con su pareja, Ferreyra, cuando dos delincuentes lo obligaron a detener su marcha, y cuando uno de ellos ingresó medio cuerpo por la ventanilla comenzó a forcejear con la mujer y le disparó.

El hombre contó que desde ese sitio trasladó en su vehículo a la mujer hasta el hospital, donde Ferreyra llegó con un tiro en el rostro. Ya no tenía signos vitales. La causa, que parecía ser un homicidio en ocasión de robo, comenzó a ser investigada por la fiscal Silvia Bussano, de la Unidad Funcional de Instrucción N° 7 de Lanús, quien ordenó medidas para ubicar testigos y cámaras de seguridad.

Los investigadores comenzaron a notar inconsistencias en la historia. Alrededor de las 23, el femicida ya no pudo sostener la mentira. Se quebró ante los uniformados y, frente a un testigo, confesó que había mentido sobre el asalto y que él había matado a Carina en una discusión. Inmediatamente, fue esposado y arrestado.

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