A horas del paro internacional de mujeres contra la violencia de género, un ex militar mató a su mujer y madre de sus dos hijos en la localidad de Las Higueras, 210 kilómetros al Sur de esta capital. Después del crimen se suicidó.
Viviana Santillán, de 36 años, fue encontrada muerta anteayer en su casa, mientras que su pareja, Adrián Ochoa, de 43, estaba en estado crítico. Fue trasladado al hospital, donde falleció. La policía llegó al lugar convocada por los vecinos, quienes reaccionaron ante los gritos de una pelea familiar.
El fiscal de Instrucción de Río Cuarto, Fernando Moine, explicó que se efectuaron tres disparos, todos con un arma calibre 9 milímetros; dos fueron al abdomen y a la cabeza de la mujer. La pareja estaba en el primer piso de la vivienda, mientras que sus dos hijos menores estaban abajo junto a otros dos del primer matrimonio de Ochoa.
El mayor de estos últimos, un joven de 18 años, salió corriendo a pedir auxilio cuando escucharon los disparos. El matrimonio, según testimonios de los vecinos, había regresado hacía poco de unas vacaciones en Brasil.
Santillán era policía; trabajaba en la Unidad Contravencional de Río Cuarto, donde hacía tareas administrativas. El arma usada en el crimen, en principio, sería la que le provee la fuerza de seguridad a su personal.
Miembros del círculo cercano de la pareja señalaron que tenían conflictos hacía tiempo. Algunos testimonios indicaron que los problemas se relacionaban a la vida que ambos llevaban por fuera de la pareja.
En la tarde del domingo se empezaron a escuchar gritos y, después de unas horas, se sintieron los disparos. La vecina del frente comentó que los nenes más chicos estaban muy asustados. “El más pequeño preguntaba qué era el ruido”. Recibieron asistencia psicológica inmediata.
LA VÍCTIMA ERA POLOCÍA
COMENTARIOS