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ENFOQUE

El mercado de trigo

A pocos meses de concluir el ciclo triguero 2013-2014, no está resuelto aún si se permitirá o no seguir exportando. Si bien se estima que se podría vender al exterior cerca de 3 millones de toneladas de trigo, las autoridades sólo han autorizado la mitad de ese volumen.
Según rumores es factible que en el corto plazo se permita sólo exportar 500 mil toneladas adicionales, con lo cual se cerraría el año triguero actual, con un total de 2 millones de toneladas, uno de los registros más bajos de las últimas décadas.
De esta forma, luego de un ciclo como 2012-2013 donde se autorizó en exceso la exportación de trigo, con los problemas que ello trajo; en este ciclo y ante el temor de la escasez de materia  prima para los molinos, se limitaron tanto los permisos de exportación que es factible se termine el mismo con un alto nivel de stocks, cercano a los 1.5 millones de toneladas.
Esta situación llevó a una permanente caída en los precios internos. De niveles cercanos a los 200 dólares por tonelada, hoy el trigo disponible se negocia localmente a solo 170 dólares por  tonelada.
Ello es producto de la falta de competencia entre sectores. La exportación ya compró 2.4 millones de toneladas, es decir por encima de sus necesidades y la molinería por 4.3 millones de toneladas, contando con mercadería disponible hasta el cierre del mes, y sin urgencia por aumentar el ritmo de compras.
En ese marco se plantea el nuevo ciclo 2014/15, el que se desarrolla con bastantes problemas debido a los excesos de precipitaciones registrados en gran parte de la región pampeana.
Si bien se registra un leve incremento en el área sembrada a sólo 4 millones de hectáreas, el avance de los cultivos no es el mejor debido a problemas de falta de precipitaciones en la zona  central de Córdoba y por exceso de humedad en el sur de la provincia de Buenos Aires.
Las primeras proyecciones de producción, considerando este contexto, dan cuenta de 10.5 a 11 millones de toneladas.
De darse este volumen y considerando stocks abultados del año anterior, la oferta final podría alcanzar los 12 millones de toneladas. Esto permitiría disponer de aproximadamente 5 millones  de toneladas con destino al mercado externo.
El gran interrogante es si se mantendrán los mismos criterios de apertura de los registros de exportación aplicados en los últimos años.
A esta altura del año, ya se debería conocer cuáles son los cupos disponibles para exportar, dado que se están realizando las primeras ventas a destino.
La exportación compró a la fecha aproximadamente 500 mil toneladas de trigo nuevo.
Lamentablemente se desconoce cuándo y cuánto se permitirá exportar, y esa demora conspira contra los precios futuros.
En efecto, tan sólo dos meses atrás la mercadería para entrega enero 2015, coincidente con la cosecha, se negociaba en torno a los 195 dólares por tonelada, en tanto que ahora su cotización  bajo en promedio 25 dólares por tonelada.
Sin duda la intervención estatal del mercado de trigo sigue siendo nefasta. A prácticamente 10 años de su inicio y de la política de la priorización del mercado local o “la mesa de los argentinos”, no se pudo recuperar el área sembrada y la producción a los niveles medios de las últimas décadas, en tanto que el saldo exportable continúa siendo limitado, no abasteciendo al menos a nuestro histórico cliente: Brasil.

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