El pollo aporta proteína de alta calidad con un precio accesible.
El pollo aporta proteína de alta calidad con un precio accesible.
APOYO A LA PRODUCCIÓN

Créditos para las cadenas de carnes de cerdo y pollo

Los préstamos, sin importar el tamaño de la empresa, apuntan a aumentar la oferta de cortes aviar y porcinos.

La producción de carne de cerdo y pollo tiene un efecto dinamizador sobre la economía, porque a lo largo de la cadena se genera empleo directo e indirecto y tanto los cortes de procedencia aviar como los porcinos morigeran los precios de la carne vacuna.
  En ese contexto, el Banco Central amplió la línea de "Financiación de proyectos de inversión" con tasa bonificada de 30% a todas las empresas, sin importar su dimensión, que realicen trasformaciones destinadas a incrementar la capacidad productiva de carnes de pollo y/o cerdo.
La información fue destacada por el ministro de Agricultura, Luis Basterra, por el "impacto dinamizador" que ambas cadenas productivas tienen en la agroindustria, además del efecto positivo tanto en el mercado interno como en las exportaciones, al ser productos sustitutos de la carne vacuna.
"La línea puede ser destinada ahora, sin importar el tamaño de la empresa, a aumentar la oferta de carnes aviar y porcina", indicó el Banco Central, que remarcó que el sector porcino y el aviar "tienen un margen potencial para incrementar su producción y contribuir tanto a la diversificación de la canasta de consumo cárnica como al incremento de las exportaciones netas".
"Es estratégico para el país que podamos poner las herramientas financieras al servicio de la producción y de nuestras economías regionales", consideró Basterra. Además, remarcó que el desarrollo de las cadenas porcina y aviar "tiene un impacto dinamizador de nuestras economías regionales, generan trabajo y arraigo".
Asimismo, el subsecretario de Ganadería y Producción Animal, José María Romero, enfatizó que "la producción de carnes intensivas, como la de cerdo y pollo, resultan estratégicas para el agregado de valor en territorio, transformando los granos en carnes y el desarrollo federal mediante la generación de empleo privado de calidad".
El consumo de pollo se incrementó durante los últimos 20 años, pasando de 26,6 kg/capita/año en el 2000 a 41,4 kg/capita/año en 2010 y 46 kg/capita/año en 2020, como consecuencia del consumo sostenido en el mercado local, que aprovecha el acceso a una proteína de alta calidad con un precio muy accesible.
En cuanto al sector porcino, según datos de la Dirección de Porcinos, Aves y Animales de Granja de la cartera agropecuaria nacional, la balanza comercial porcina volvió a ser positiva en el 2020, tanto en volumen como monetariamente. 
"Ambas carnes resultan los ejes centrales para el cambio de nuestra matriz agroproductiva y agroexportadora para un desarrollo federal, inclusivo y con mayores oportunidades", detalló Romero.

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