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PRODUCCIÓN PORCINA

El cerdo agranda el chiquero

De la mano del crecimiento del consumo y de la incorporación de tecnología, el sector gana terreno.

El incremento del consumo de carne de cerdo y la adopción de tecnología, promovida por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), provocaron que la actividad porcina se expanda hacia áreas no tradicionales, ganando terreno.
La producción porcina a pequeña escala ocupa el 90 % del sector, por lo que esta actividad juega un rol importante tanto del sustento socio-económico de las familias como en la oferta de alimentos al mercado regional.
Existe un trabajo conjunto entre los productores y los técnicos del INTA para potenciar el sector. De acuerdo con Jorge Brunori -referente en materia porcina del INTA Marcos Juárez, Córdoba- con más del 70 % de los cerdos del país, la producción nacional se concentra en las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos.
No obstante, Brunori destacó la expansión: "Las regiones del NEA y del NOA han crecido a un ritmo sostenido así como otras áreas no tradicionales como Cuyo y Patagonia, donde la cría de cerdos mostró un incremento constante en número de productores y stock".
De acuerdo con el técnico, "los factores que movilizaron el crecimiento del sector porcino fueron el aumento del consumo de carne de cerdo, sobre todo en fresco que alcanzó el 164 % en los últimos 20 años, y la adopción de tecnología".
En este sentido, aseguró que la mayor parte de los cambios tecnológicos se registraron en los estratos más grandes, por lo cual insistió en la importancia del asociativismo como estrategia para incentivar la competitividad de pequeños y medianos criadores.

Asesorados y acompañados, es mejor

A fin de potenciar la producción porcina en la Patagonia, se difunden diversas técnicas que benefician la actividad. En este sentido, Daniel Rossi -asesor privado de la zona de Alto Valle- detalló que una de las técnicas más conocidas en la región del Valle Medio de Río Negro es la cama profunda.
Se trata de una tecnología, basada en el ordenamiento del sistema más que en la necesidad de realizar grandes inversiones, que permite expandir la actividad hacia zonas no tradicionales, se adapta a la pequeña y mediana escala y mejora la productividad de las unidades en más de un 40 %, respecto del confinamiento a campo.
La cama profunda se adapta a la pequeña y mediana escala y mejora la productividad de las unidades en más de un 40 %, respecto del confinamiento a campo.

Boca de expendio propia

Otro caso de éxito en el que el acompañamiento del INTA fue clave es la experiencia de la Cooperativa Producer del Chaco. Se trata de un grupo de productores que cría cerdos a partir de granos producidos por ellos mismos y comercializan carne fresca y chacinados en una boca de expendio propia.
Rene Filipo -productor de la Cooperativa- explicó que están juntos desde 2005, cuando sólo tenían cuatro chanchas madre y eran vendedores de ganado al pie: "Nos reunimos por necesidad y entendiendo que lo que hacíamos no era rentable".
"A partir del asesoramiento del INTA, la Municipalidad y algunas otras instituciones nos fuimos armando. Así, pasamos de vender de 6 u 8 animales por semana a más de 30, además de los 900 kilos de chacinados elaborados cada semana con recetas propias", indicó Filipo. 

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