Los entrenamientos de
Los entrenamientos de "Lucha", en la pileta que su papá reacondicionó.
PASIÓN POR EL DEPORTE

Las dificultades y los desafíos de la nadadora Lucía Ferreri para entrenarse en cuarentena

La joven juninense practica en una pequeña pileta que su padre reacondicionó.

Antes de decretarse la pandemia de coronavirus y de que el Gobierno nacional anunciara el aislamiento, la nadadora juninense Lucía Ferreri venía teniendo un año brillante. 
La joven que forma parte de la Escuela Municipal de Natación y de la Agrupación "Los Predadores" había tenido una destacada intervención en la prueba internacional de aguas abiertas Copa "Ciudad de Mar del Plata" , en la "Río - Mar" de Necochea y se había adueñado de los cruces chico y mediano que se realizaron en la Laguna de Gómez. 
El parate la encontró quizás en su mejor momento deportivo. Pero lejos de abandonar la batalla, Lucía superó las divulgadas y logró trazar nuevos desafíos.
Siempre con el respaldo de su entrenador Diego Cuadrado y con el apoyo incondicional de su familia, la joven juninense actualmente se entrena en una pequeña piscina que su padre reacondicionó. 
En diálogo con Democracia, la gran promesa de la natación contó cómo viene atravesando la cuarentena y explicó los principales detalles de los particulares entrenamientos en la "pile" de su casa. 

"Extraño mucho la pileta"
Al momento de expresar sus sensaciones sobre el presente, Lucía dijo: "La realidad es que vengo haciendo lo que puedo. Pero más allá de eso, extraño mucho la pileta. Si bien es cierto que puedo nadar en mi casa, se me está haciendo muy largo todo este tiempo".
Ante la falta de una piscina con las dimensiones que se requieren para un buen entrenamiento, Lucía decidió poner en marcha un plan B. Al respecto contó: "La pileta de mi casa tenía una parte un poquito onda y otra bien bajita. Una parte me llegaba hasta las rodillas. Después del primer mes de la cuarentena yo ya no me aguantaba más las ganas de estar en una pileta". 
"Entonces le pregunté a mi papá si no me ayudaba a probar en la pileta de casa. Me sujeté bien de la cintura, con una especie de arnés, pero mis pies chocaban mucho con el piso, por lo que mi papá me propuso romper la pileta para que me quedara más cómodo", agregó. 
"Le dije que sí, arrancamos con las reformas, lo ayudé en lo que pude, rompimos el piso, después pintamos y quedó bastante bien. Hicimos todo bastante rápido, tardamos menos de un mes en hacer todo", completó.
Por último, sobre el trabajo que realizó su padre, añadió: "Después de eso, mientras yo ya podía entrenar y nadar más cómoda, siempre con traje de neoprene, mi papá empezó a cerrarla. Y a todo esto también mi papá no sé bien lo que hizo para que el agua esté calentita. Es un genio, se las re ingenió". 

La palabra del "genio"
Lucas Contreras es el papá "genio" de Lucía y lógicamente ocupa un lugar central en esta linda historia. Sobre el trabajo realizado, contó: "Tenemos una caldera a gas y la reformé para conectarla con los filtros de la pileta para que Lucía pueda entrenar con agua calentita. Lo hice con lo que tenía a mi alcance. Tengo algunos conocimientos y me animé".
Detalló: "También hicimos un cerramiento sobre la pileta para que el agua se mantenga y también por el tema del viento. El cerramiento es similar al de una pileta climatizada, pero en este caso es fijo". 
Continuó: "Y al ser fijo nos ahorramos el tema de la energía y además el techo del cerramiento es de un material especial, es transparente y permite que puedan pasar los rayos del sol. La hicimos con un material que nos recomendó Sergio Perkusic".
"La pileta es de cuatro por dos y lo que reformamos fue el piso, la hicimos unos 80 centímetros más profunda y ahora quedó con un metro setenta de profundidad", finalizó Lucas.


 
El ansiado regreso 
La natación es una de las actividades que aún no fue habilitada en Junín y esto también formó parte de la charla con Lucía. Sobre el ansiado regreso, expresó: "La semana que viene tengo entendido que vamos a ir a la laguna a entrenarnos, pero nos dejan solamente una hora. Igual voy a ir porque quiero nadar normal, estoy un poco cansada de nadar atada a la cintura".
"Yo entiendo que nos tenemos que cuidar y de hecho lo estamos haciendo, pero la verdad es que las piletas tienen cloro y creo que podríamos organizarnos para tener al menos algún entrenamiento. Pero, habrá que seguir esperando", finalizó "Lucha".

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