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Julio Sergio “El Tigre” Maití

Hizo paleta, natación y ahora incursiona en el triatlón.

Nací en Junín, frente a la plaza Eusebio Marcilla. Un barrio de muchos chicos. Lógicamente el Club Junín se transformó con el tiempo en mi segunda casa. El Colegio Marianista no estaba, era un campito donde se jugaba al fútbol. Yo jugaba cuando los más grandes me dejaban, porque era el más chico del barrio. Desde los 13 años me dicen El Tigre, apodo que me puso un gran amigo, Amadeo Vozzi.

Fui a la escuela 24 con Rubén Troiano, Alejandro Goyeneche, Luis Rossi, Edgardo Ratto.  El secundario lo hice en el Industrial con Marcelo Mangini, Sergio Cirigliano, Gustavo Compagnuci, Gustavo Putrino.

En el patio de la escuela no te dejaban jugar al fútbol. Era para hacer gimnasia. Teníamos al profesor Juan Carlos Pastorino, séptimo grado solamente. Hacíamos softbol. Marcó una parte de mi vida.

En el barrio hacíamos futbol en la plaza y  en el campito. Y en el club Junín todos los deportes de mano: pelota a paleta, tenis, bochas, billar, ping pong y lógicamente natación.

Lo que era ver los campeonatos de bochas con la participación de Ubaldo Perelli, majestuoso. Tanto en  bochas como en pelota a paleta los vi a a todos. En el trinquete vi al Manco de Teodelina, Larrañaga, Silvetti, los hermanos Ross, Armas, todos los campeones del mundo han venido al club.

Estuve practicando fútbol en La Loba. No me ponían ni de suplente. Llegué hasta la séptima.

Mis otros deportes fueron la natación y la pelota a paleta. 

En paleta llegué a jugar en primera división y gané tres campeonatos. Inclusive estuve ternado hace varios años por el Círculo de Periodistas Deportivos de Junín.

En natación hice varios cruces de la laguna, de los que eran de cinco mil metros. Lo máximo que llegué fue a un sexto lugar, el día que ganó Aníbal Lavagnino de Chacabuco.

Los cruces son una muy buena competencia que se fueron incrementando en el tiempo. Me tocó estar en la Dirección de Deportes de la Municipalidad  y en ese momento creé los cruces de 700 y 900 metros para los chicos de 9 y 10 años. Era todo por el lateral del paredón, desde la bajada de Sandro hasta el espigón y el público iba mirando la carrera desde arriba. Tuvo una gran adhesión este sistema. Hasta tuvimos que dividirlo en dos grupos en algunas oportunidades. Después se creó el de 2500 metros y ahora está hecho con muy buen tino el de 10.000. Viene mucha gente grande a correr estas pruebas.

En la actualidad entreno en natación a los triatletas. Muchos tienen distintos entrenadores y varios vienen a practicar natación al club Junín.

Además desde hace 9 años, por una lesión en la rodilla, incursioné en el atletismo. Hice una rehabilitación en Los Flamencos, fui a acompañar a un amigo a una competencia –porque él le quería ganar a un vecino- y ahí me prendí con las competencias. 
Terminé comprándome todos los elementos del triatlón y este año voy por la competencia número 50. Hago seis o siete certámenes por temporada.

El año pasado logré el tercer puesto en la categoría de 55 a 59 años. Fue en un campeonato provincial que lo organiza la Febotría, que hace 35 años que funciona.

El campeonato tiene distintas pruebas. Azul, Tandil, Claromecó, Monte Hermoso, Junín, Baradero. Tenés que cumplir determinada cantidad de pruebas, sumás puntaje y al final del campeonato hacen la clasificación final.

Para cualquier persona que se quiera iniciar en un deporte lo principal es fijar un objetivo. De ahí hay que darse el tiempo para la acumulación de cargas progresivas. Son tres o cuatro años para tener una resistencia básica de carga aeróbica y entrenamiento de la fuerza. Amén que ya empiecen a competir. 

Por ejemplo si se quiere participar en la carrera de la amistad, no por ello al otro año se va a estar preparado para una maratón. Hay que darse un tiempo para ir asimilando carga.

En el caso del triatlón, para los que quieran incursionar, lo primero que tienen que tener es tiempo. Hay que dedicarle mínimo entre dos horas y media y tres por día. Hay que hacer Ciclismo, Natación, Pedestrismo, concurrir al gimnasio –base fundamental para no lesionarse- y tomarse un dia de descanso o relajación.

Tiene una fantasía, porque cuando uno entra en el triatlón ya quiere hacer un Iroman. Muchos lo logran por gusto personal y otros se quedan en el camino. Tiene un corte largo, son 17 horas para hacerlo en determinados eventos. Si no se logra hacer en el tiempo que pone la organización, te van sacando de la prueba.
Muchos optan por triatlones short, otros hacen media distancia –que es el olímpico-, otros hacen el half –que es medio Iroman-. Este último tiene muchos adeptos. Son 1900 metros de natación. 90 de bici y 21 de pedestrismo.

En este momento debe haber cerca de 30 triatletas entre varones y mujeres. Algunos vienen a natación con migo, otros tienen entrenadores de la selección, hay de todo. Pero a la pileta del club Junín concurren la mitad de ellos. Es un deporte apasionante.

Ahora entré en una nueva categoría, la 60 a 64. El tema no es la competencia en sí, sino que las distancias son muy largas y los costos son muy altos para participar. Si vas en auto tenés que llevar la bici, la ropa, dormir el día anterior en el lugar de la competencia. En cambio si se va en grupo se abarata muchísimo.

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