Una huelga de conductores de autobús en reclamo de mejores salarios afectó ayer la circulación en cuatro ciudades de Brasil, en un contexto de reivindicaciones de movimientos sociales y políticos que presionan al Gobierno a 15 días del Mundial.
En Salvador de Bahía (noreste), una de las 12 ciudades sede de la Copa, vehículos de la policía militar debieron escoltar a los pocos autobuses que circulaban por las calles en el tercer día de huelga. Finalmente, un acuerdo sobre un alza de sueldos de 9% puso fin a la paralización en la tarde de ayer. São Luiz do Maranhão (noreste) atraviesa su séptimo día de huelga de autobuses.
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