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Messi ya no sorprende

El delantero rosarino volvió a marcar la diferencia en un opaco amistoso del seleccionado argentino ante Suiza en Berna: con sus tres goles, el equipo de Sabella superó 3-1 a los locales; en dupla con Agüero, La Pulga fue la estrella argentina.

La estrella solitaria del crack rosarino Lionel Messi, autor de los tres tantos, justificó el amistoso que el seleccionado argentino de fútbol le ganó 3 a 1 a Suiza en el estadio Suisse Wankdorf de Berna.

Messi abrió la cuenta a los 19m del primer tiempo tras una gran combinación con Sergio Agüero; la amplió a los 42m del segundo con una jugada bárbara, "marca de la casa"; y la cerró de tiro penal, por falta previa a Gonzalo Higuaín, ya en tiempo de descuento.

Xherdan Shaqiri había igualado a los 4 del complemento para el seleccionado local. Salvo los destellos y los golazos de Messi, que asume cada vez con mayor énfasis su rol de capitán y afianza el romance con los hinchas argentinos, lo del seleccionado nacional, en líneas generales, fue flojo a lo largo de todo el encuentro. 

En su búsqueda de solidez, Alejandro Sabella ganó por momentos con la tarea de los zagueros (Garay y Fernández) y la de los dos volantes centrales (mejor Braña que Mascherano), pero careció de elaboración de juego y, situación que se viene repitiendo, Messi debió bajar mucho por quedar aislado en el ataque junto a Agüero.

Una contradicción recurrente y no resuelta a pesar de los cambios de entrenadores y sistemas, toda vez que se supone que lo que abunda a la hora de elegir (y en consecuencia el aspecto en el que menos preocupaciones existen) son delanteros de jerarquía.

El desequilibrio (la manta corta), puesto ayer en evidencia por la insistencia a trabajar los aspectos defensivos del equipo, puede leerse como una apuesta al talento de los de arriba y sobre todo de Messi, el mejor del mundo, como única arma para la victoria. 

Los mejores cinco minutos del seleccionado nacional coincidieron con el dibujo con el que había ensayado el DT: Sosa por derecha y Maxi Rodríguez por la izquierda. Fue entre los 15 y los 20, lapso en el que llegó, justamente, el gol de la "Pulga". 

El crack rosarino tomó un balón robado por Sosa, se fue cerrando desde la derecha, combinó con Agüero al borde del área grande y, tras una deliciosa devolución del Kun, tiró un zurdazo cruzado que quedó lejos del esfuerzo del arquero Benaglio.

Tras un difícil segundo tiempo, con empate de Suiza incluido, Messi apareció sobre el final para darle la victoria a Argentina con dos goles más, el último de penal.

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