El Club Atlético El Linqueño (CAEL) recibió, el pasado de 6 junio, su 107° aniversario en un clima de alegría de sus socios, dirigentes y simpatizantes, por su presente deportivo.
La semana pasada, El León derrotó a San Lorenzo de Villa Castells y consiguió así la clasificación a la gran final del Torneo de la Federación Bonaerense y Pampeana, certamen que ya lo tuvo como campeón, en la edición inaugural de 2019.
Mientras se prepara para el duelo decisivo, que se disputará el 2 de julio en Tandil, contra quien resulte ganador de la Subzona Sur -que aún no se definió-, la institución celebró el sábado pasado su cumpleaños con la tradicional cena anual, que regresó luego de dos años de suspensión por la crisis sanitaria de Covid-19.
En diálogo con Democracia, el presidente de la Comisión Directiva, Ramiro Cañón, habló de la actualidad de la entidad y la preparación para el próximo Torneo Regional Federal Amateur, que se pondrá en marcha en septiembre y asoma como uno de los principales objetivos de la temporada.
-Como ocurrió hace algunos años, volvieron a llegar a la final del Torneo de la Federación Bonaerense y Pampeana, ¿qué significa este logro para el club?
-Es muy importante. Es un torneo que nos sienta bien, logramos ganarlo en 2019, en la final que jugamos en Tandil contra Liniers de Bahía Blanca, y la idea era darle minutos al equipo, que los jugadores tuvieran rodaje y salió bien, porque en el medio pudieron debutar en Primera muchos juveniles.
-El Linqueño ya tenía licencia del Consejo Federal para el próximo Torneo Regional Amateur, pero aún así decidieron participar de este campeonato de la Federación Bonaerense y Pampeana, que es clasificatorio para el Federal, ¿cuál fue el objetivo?
-Consideramos que era algo que nos servía como preparación, para saber qué nos faltaba e ir evaluándolo en conjunto con el cuerpo técnico. Si bien siempre conversamos con el entrenador y sus colaboradores, está claro que no participamos de las decisiones deportivas.
Pero sí buscamos generar una comunión entre el cuerpo técnico y el plantel, para trabajar todos juntos.
-A través del tiempo se viene manteniendo la postura del club de estar presente en la competencia de nivel regional, ¿es una prioridad para la Comisión Directiva actual?
-Es algo que está instalado en la historia del club y así lo entendemos los dirigentes que estamos al frente hoy. El objetivo es ser protagonistas, tanto en la liga local como a nivel regional. No entramos a los campeonatos a participar.
-¿Cómo esperan la final del próximo 2 de julio?
-Con tranquilidad, sabiendo que desde lo dirigencial se hizo todo lo que había que hacer. Sabemos que estos campeonatos generan costos importantes. Para esta final tenemos traslado y concentración, son números que impactan hoy en día a los clubes como el nuestro, pero siempre apostamos al crecimiento deportivo.
Recientemente, tuvimos un cambio de cuerpo técnico, asumió un entrenador que es de la casa (Maximiliano Antonelli) y queríamos darle esa oportunidad de competir a nivel regional, tanto a él como a muchos de nuestros jugadores formados en el club.
-Después de dos años de virtualidad y restricciones por la pandemia, pudieron volver a celebrar la cena de aniversario, ¿cómo lo vivieron?
-Una emoción muy grande, porque somos un club al que su gente le gusta mucho encontrarse y siempre son eventos multitudinarios. Como siempre decimos, tratamos de que fuera la fiesta de la gran familia linqueñista y afortunadamente salió todo muy bien.
-¿Se extrañaban estos encuentros?
-Claro que sí, porque es una tradición muy linda de nuestro club. La cena de aniversario es una propuesta que demanda un trabajo muy importante, pero para eso estamos los dirigentes.
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