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Andrés Pastorino inaugurando con su nombre el torneo 2019.
FUE UNO DE LOS FUNDADORES DE LA PEÑA “LOS AZULES”

Falleció Andrés “Pato” Pastorino, una figura fundamental de B.A.P.

Fue, sin exagerar ni un poco, el sostén afectivo e incondicional de la entidad ferroviaria durante mucho tiempo, entidad a la que le dedicó sus mayores esfuerzos.

Apenas pocos días después del fallecimiento de Walter Echarri, otra noticia ingrata sacudió los sentimientos del Club B.A.P.: la muerte de un gran exdirigente de la entidad y colaborador entrañable hasta la médula: Andrés Oscar Pastorino, “El Pato”, para sus amigos, familiares y allegados, ocurrida ayer. Sufrió una descompensación seria de la que no pudo recuperarse, a raíz de la grave dolencia con la que venía luchando.


Cultor de la amistad a ultranza, Andrés fue uno de los fundadores de la peña “Los Azules”, junto con José Cargnino, Claudio Carini, la libre Flores y Rubén Rusiñol, grupo que desde hace quince años deambula por los estamentos de la institución, reuniéndose todos los meses en una cena de camaradería, con el objeto de reunir a jugadores, dirigentes y socios de otras épocas (sin descuidar a los actuales, claro), exhibiendo una premisa casi religiosa: “el club no olvida a los que hicieron algo por él”.
En rigor, “El Pato” vivía para B.A.P., un gran romance que comenzó prácticamente en su niñez, ayudado quizá por la proximidad de su casa paterna con la cancha de fútbol, apenas tejido de por medio. Estuvo trabajando codo a codo con distintas comisiones directivas, sin importarle el lugar, el puesto asignado. Su perfil fue muy bajo, pero su compromiso estuvo siempre muy alto.


Su noviazgo con la entidad se caracterizó, también, por la curiosidad. Hace varios años atrás se auto/obligó a una quijotesca empresa: tratar de conocer, palmo a palmo, la historia viva de B.A.P., con sus tantísimas décadas de trayectoria (127 años al día de hoy). No fue fácil ese objetivo, ya que tuvo que tropezar con archivos casi inexistentes, escasa bibliografía y la ausencia física de personas que podían ayudarle. Sin embargo, se las ingenió para ir elaborando, con la paciencia de un verdadero artesano, los mapas de su querida institución.  En ese tren de recuerdos, Andrés atesoraba un envidiable orgullo: el hecho irrefutable de que B.A.P. pueda lucir en sus vitrinas el nombre de cinco campeones mundiales: Osvaldo Zubeldía, Hugo Spadaro, Oscar Ortiz, Camilo Aguilar y Sebastián Bueno.
Hace apenas un año atrás, la Liga Deportiva del Oeste tuvo un merecido reconocimiento a su trabajo de tanto tiempo por el fútbol juninense, al designar con su nombre uno de los torneos oficiales. Es así que el campeonato Apertura 2019 se llamó “Andrés ´Pato´Pastorino”. Por fin, un homenaje a una figura del deporte contó con la participación viva del protagonista. 
En lo estrictamente laboral, trabajó durante muchos años en la ex Bodegas y Viñedos Giol, donde también dejó recuerdos muy gratos, en virtud de su eficiencia y responsabilidad, como también por su compañerismo a rajatabla.

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