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>LOS CLIENTES, ENTRE LA BRONCA Y LA RESIGNACIÓN

Crecen los recargos por las pequeñas compras

>En recargas virtuales y tarjetas de estacionamiento medido, los extras van de $1 a $2. Por los cigarrillos, algunos comercios cobran hasta $3 de más.

Una modalidad que empezó años atrás con unos pocos locales, se esparció como un “efecto dominó” y hoy es moneda corriente en los kioscos de la Ciudad: el cobro de un “extra” de entre uno y tres pesos en algunos productos y servicios, como la carga virtual para celulares, las tarjetas del estacionamiento medido o la compra de cigarrillos, ya no sólo parece ser una práctica ilegal afianzada, sino que a la vez se encarece y se extiende a otros rubros.
Ya sea por cercanía o no tener otra alternativa, la mayoría de los usuarios aceptan esta situación con cierta resignación, aunque muchos, a la vez, no ocultan la bronca que les genera.
Ocurre que para cientos de juninenses los adicionales que se cobran representan a fin de mes un significativo golpe al bolsillo. Pero, ¿porqué se cobra un adicional? Las justificaciones van desde la baja rentabilidad hasta el riesgo que implica oficiar de “recaudador”.
Según comentó un comerciante que prefirió mantener su identidad en reserva, en su negocio cobra un adicional de $1 por cada carga de celulares. “Es un riesgo (tener el servicio) porque no hay seguro para eso, y tenés toda la plata en el local. Plata que ni siquiera es tuya porque el pago lo recibís a fin de mes, así que durante el día lo único que hacés es cambiar dinero”, indicó.
En algunos negocios aseguran que ese dinero se utiliza para volver a cargar crédito al sistema.
El dueño de un kiosco explicó que en su negocio cobra un extra por la recarga. “Para poder brindar el servicio tenés que contratar Internet y comprar el papel para la máquina; eso, sumado al tiempo que demora el servicio y a que te deja de un 0,8 a un 1% de ganancia”.
El comerciante confiesa que la gente lo toma con resignación y ya no se queja: “Lo tienen asumido”, remarca, al tiempo que sostiene que, hoy por hoy, la pregunta frecuente no es si se cobra el adicional, sino “cuánto se cobra”.
Entre los usuarios las opiniones están divididas, aunque la mayoría acepta la sobrecarga a regañadientes. “Hay varios lugares en los que no te cobran recargo. Pero la gente por $1 o $2 a veces prefiere no caminar cuatro cuadras o hacer colas”, comentó Ezequiel, un estudiante.
Pero esos no son los únicos recargos que con el tiempo se afianzaron en las pequeñas compras cotidianas. Los cigarrillos también aparecen con precios superiores a los de lista. Y las bebidas alcohólicas fuera del horario legal, también tienen otro precio. <

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