Cada año, el concurso International Wines & Spirit Competition recibe inscripciones de más de 90 países de todo el mundo. Los premios otorgados por el certamen se consideran altos honores en la industria.
Para su edición 2024 la competencia obtuvo más de 13 mil inscripciones de destilados producidos desde diferentes países de todo el mundo y la ciudad de Pergamino fue uno de los premiados durante la competición con un destilado hecho por el pergaminense Federico González y el juninense Pedro Apodaca.
El gin Diodin obtuvo la medalla de plata y de bronce con sus dos versiones de gines London Dry y Contemporáneo respectivamente. Uno de los responsables de la marca, Apodaca, habló con Democracia en exclusiva acerca de este gran logro.
“Estos premios te permiten volcarte a otros mercados y te dan un certificado de calidad que te ayuda a eso. El año pasado queríamos ver dónde estábamos parados a nivel internacional con otras marcas y dijimos vamos a mandarlo con todo lo que eso conlleva, costo de inscripción, costo de flete para allá, dialogar con la aduana de Inglaterra para que el producto entre, esas cosas que son dolores de cabeza, porque si el producto no llega perdiste el costo de la inscripción”, afirmó el emprendedor a este diario.
Y recordó: “El año pasado ya recibimos medalla de plata también con 92 puntos y eso estuvo muy bueno, pero este año también obtuvimos el mismo puntaje, pero con la diferencia que somos el mejor gin London Dry de Argentina y tercero a nivel continente”.
“Un reconocimiento internacional te motiva e incentiva a seguir, sobre todo en estos tiempos, debido a que el consumo interno está muy caído. De no bajar los brazos y darle para adelante”, expresó.
Inicios y actualidad
El emprendimiento dedicado a la producción de destilados lleva tres años operando comercialmente pero el proyecto que llevan adelante el pergaminense Federico González y Pedro Apodaca, oriundo de Junín, se inició hace cinco años en la ciudad de Rosario.
Primero comenzaron a probar por placer y luego decidieron dedicarse full time con el proyecto que actualmente tienen una producción de 800 botellas mensuales.
“Nosotros arrancamos con este emprendimiento comercialmente hace tres años, si bien destilamos hace cinco o seis. Nosotros estudiamos ingeniería química y en ese momento estaba el boom de la cerveza y buscábamos un poco relacionar lo que hacíamos con algo que nos guste. Relacionar conocimientos que teníamos de la facultad con algo que sea más divertido”, dijo Apodaca.
“Entonces dijimos que cerveza no porque ya había mucha en ese momento y era el boom, por lo que empezamos con el tema de los destilados. Arrancamos con un alambique muy pequeño de 5 litros y ahí fuimos probando, fuimos haciendo cosas, porque si bien nosotros teníamos conocimientos técnicos, lo que no teníamos era conocimientos de botánica y de plantas y de esto y de lo otro. Y ahí está un poco el arte de hacer un buen gin, un rico gin, más allá de lo que puedas saber de equipos de destilación, de destiladores”, explicó.
Y recordó que “trabajaba en una maltería y estaba Fede en el departamento y destilábamos y nos llevaba mucho tiempo. Y en un momento dijimos de avanzar un poco más e intentamos”.
“En ese momento éramos jóvenes, aún más jóvenes, y dijimos qué perdemos con intentarlo. Teníamos que alquilar un lugar, en Rosario, porque nosotros estudiamos en esa ciudad. En Junín consulté con el parque industrial, pero no había lugar”, indicó.
Finalmente se establecieron en Pergamino, ya que “justo el papá de Fede tenía un lugar ahí que no lo estaba ocupando. Y bueno, ahí decidimos hacer temas de registros sanitarios, habilitaciones de esto y de lo otro para tener todo legal. Siempre queríamos ir así en el sentido que profesionalizarlo, no queríamos hacer un gin casero, sino uno artesanal. Y ahí empezamos”, reconoció.
“Era un tema de pensar también, por ejemplo, en insumos. En ese momento también había una falta de botellas interesantes a nivel mundial. Y veíamos que colegas las traían de afuera, pero que a veces había, a veces no. Entonces no queríamos tener un producto que sea discontinuado por lo que decidimos comprar botellas a nivel nacional, para tener siempre stock, apostar también a la industria nacional y siempre tener y así formar una identidad marca y no ir cambiando cosas”, destacó Apodaca.
Luego, la botella tuvo algunas variaciones, al igual que el diseño y lo más interesante es que “buscábamos diferenciarnos de las otras marcas de gin. Un diseñador, que es un genio, nos ayudó un montón en eso, hicimos un coating y serigrafía completa a la botella, para que llame mucho más la atención, para que más allá de lo que yo te pueda decir de calidad dentro del producto, a vos te genere un primer impacto en lo que es góndola”, subrayó.
“Nosotros sabíamos de técnica de destilado, de esto y lo otro, pero no teníamos idea de nada, ni de la parte contable, ni la parte comercial, ni la parte de diseño, ni de nada.
Entonces fue un camino también de aprender y de ir aprendiendo todavía, un montonazo de cosas. Así que, luego, fuimos buscando distribuidores en todo el país, y fue un camino muy largo”, expresó.
“Ahí estamos, de hecho, todavía no tenemos distribuidor en la provincia de Buenos Aires, que es la provincia que más movimiento tiene, pero sí estamos en Córdoba, en el sur argentino, en Ushuaia, en Santa Fe y demás. Ahora el objetivo del emprendimiento es poder expandirnos a lo que es nivel latinoamericano. Nos iniciamos comercialmente porque teníamos el aval de gente que le gustaba”, concluyó.
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