Una propietaria destacó que “el panorama es desolador”.
Una propietaria destacó que “el panorama es desolador”.
DIFÍCIL ACTUALIDAD ECONÓMICA

Preocupación de comerciantes en Junín por la fuerte caída en las ventas

Muchos de los consultados aseguran que en algunos casos la gente apenas consulta precios “pero no compra”. El incremento de las tarifas y los altos costos mantienen latente el temor por cierres y crece con la incertidumbre de la situación.

Por la fuerte caída en las ventas, los comercios en la ciudad se encuentran atravesando una delicada situación a la que se suma la suba de tarifas y los costos que insume mantener un negocio en las circunstancias económicas del país.

Del mismo modo, las dificultades que afrontan las familias en el día a día para poder vivir, achicando todos los gastos posibles, convergen en el combo de la recesión.

En su último informe, CAME refirió que las ventas minoristas pymes siguen en retracción. En marzo, bajaron 12,6% anual frente al mismo mes del año pasado, a precios constantes, y acumulan una caída de 22,1% en el primer trimestre del año. En la comparación mensual, disminuyeron 3,2%.

Democracia dialogó con Roberto Elías, de Comercio e Industria y consultó a los comerciantes de la ciudad, quienes dieron fe de la crítica situación que atraviesan los distintos rubros. El temor por cierres está latente y crece con la incertidumbre de la situación.

 

Se compra “lo justo y necesario”

“En muchos rubros hay una situación crítica, porque la gente está priorizando aquello que es de primera necesidad. Ropa no es de primera necesidad, calzado no es primera necesidad. Se fija en alimentos y lo demás, que incluye salud, y lo que necesita en el día a día”, señaló Roberto Elías, comerciante y miembro de la Sociedad de Comercio e Industria de Junín.

“En mi comercio de alimentos uno ve que la venta viene bajando en unidades. Hay un control fuerte de la gente, administrándose en base al ingreso que tiene. Se va retrayendo el consumo, con lo justo”, refirió. 
“Pascuas por ejemplo fue un día más. Se vendieron huevos, pescado pero no de la forma que se espera porque hay una realidad”, indicó. “Es un proceso que está pasando el país, que ojalá sea para bien”.

Elías aseguró que “la situación es crítica, lo vemos desde Comercio e Industria. Hemos tenido reuniones con bancos, para apoyarnos en las promociones y distintas acciones como para mover el consumo pero se mueve muy justo”. Y a ello, destacó, “se suma ahora el aumento de impuestos, tarifas de luz y gas. No es fácil lo que viene y lo que falta atravesar”.

“En nuestro rubro, la gente consume, pero mucho menos, lo justo y necesario”, concluyó.

 

“Desolación total”

La actualidad de muchos comercios de Junín se ve reflejada en la concisa descripción de una de las comerciantes consultadas por Democracia: “Es una desolación”, aseguró Griselda Papalini, propietaria de Quitapenas, un local de indumentaria femenina, ubicado en Gandini 41.

“La gente apenas consulta. Es la desolación total. En la mañana ves movimiento porque hay mucha gente haciendo trámites pero a la tarde no hay nadie. Es un silencio enorme”, indicó con gran preocupación. “Ya veníamos cayendo el año pasado y el verano siempre cae más, pero es muy difícil”, señaló. Consultada sobre las posibilidades de fomentar las ventas, aseguró que las promociones bancarias no resultan beneficiosas por lo que se prefiere en muchos casos, mantener los precios.

“Tratás de manejar un precio en efectivo. Es una forma de hacer algo pero está muy complicado. Los costos son enormes, sumale el alquiler”, dijo Papalini.

El temor por el cierre de comercios está latente y crece con la incertidumbre de la situación.

En consonancia con sus dichos, la empleada de otro local céntrico señaló que “todos los días parecen domingo, o feriado. Ya ni siquiera entra la gente a consultar precios”. Reconoció que las ventas han bajado mucho y que “los sábados puede haber más movimiento pero hoy la gente se guarda el dinero para el supermercado”.

Asimismo, con precios siderales en indumentaria, señaló que “desde las Fiestas no se repone mercadería. Está muy difícil”. 

Por su parte desde el local Malena Ferri, en Mayor López 104, que comercializa lencería, ropa deportiva y tejidos, su propietaria aseguró que las ventas “están muy frenadas en comparación con otros años. Está mal, como todo” pero reconoció: “Sigo trabajando, ya que tengo muchos rubros y una clientela de años”.

 

“Temporada de subsistencia”

Con muchos años al frente de su propio comercio de indumentaria, Sergio Bracchi asegura que vivió muchas situaciones en una economía que resulta cíclica. La difícil situación “se ve a la luz en todos los rubros. En el nuestro especialmente, además de la crisis, el tiempo no está acompañando, o sea que aporta más incertidumbre”.

Para el dueño de BracchiCollezioni, “lamentablemente es como todo, hay que saber sobrellevarlo”. Y remarcó lo que significan “los gastos fijos, los aumentos de gas, de luz” que agregan a la problemática. Si bien aseguró que hoy los aumentos no son tan constantes, reconoció que “el bolsillo de la gente es corto”.

“La incertidumbre contrae.Son momentos de desequilibrio. Yo veo la desolación en el área y conozco comerciantes en todos los rubros. Y todos te cuentan la misma cuestión, de la caída del consumo, del aumento, de los problemas diarios”, destacó y aseguró: “Creo que estamos en una temporada de subsistencia”.

 

“Hay rotación de gente”

Desde Bringeri Hogar, Carlos Donati aseguró que la caída de ventas es notable y habló además de rotación de gente, en parte debido a que muchos consumidores recorren en búsqueda de precios.

“Notamos caída en productos, una rotación de gente, aunque hace más de 20 días, casi un mes en que los precios están más estables”. En ese sentido indicó: “Pudimos sacar la revista a la calle. Mantuvimos ofertas, sacamos promociones, con tarjeta y créditos personales”.

Donati aseguró que los clientes, “antes venían a buscar una marca y ahora piden la más barata. Ya sea por ejemplo una heladera o pequeños electrodomésticos”.

“Hay consultas porque la gente recorre mucho y busca el precio”, destacó. “Venimos de meses y días raros. Hay un día bueno y otro malo. Dicen que habrá una estabilidad y entrará mercadería, y eso favorece más competencia”, refirió.

 

Comercios de calle Rivadavia

La difícil situación económica que afrontan los comercios en Junín se profundiza en aquellos que se encuentran del otro lado de las vías del paso a nivel de Rivadavia, y que desde hace meses reclaman por la crítica actualidad que afrontan con el cierre del tránsito y el impacto en las ventas con fuerte saldo negativo. 

De hecho, la caída de las operaciones referidas en hasta un 40%, ante la merma en la circulación de gente en ese sector a través de la arteria, aseguran que resulta letal para los vecinos del sector. De hecho, tal y como se publicara en una nota reciente de Democracia, el corte por la obra del paso bajo nivel en el sector ya cumplió los 300 días y aún se aguardan resoluciones sobre su rehabilitación. 

 

Incertidumbre y recesión

De acuerdo las cifras publicada por la CAME, los comercios están atravesando meses delicados, con pocas ventas y subas de costos. 

Especialmente en marzo fue notorio el incremento de precios en los servicios públicos. Aquellos locales más intensivos en el uso de energía, por ejemplo, como alimentos y bebidas, vieron saltar las cifras en sus boletas de luz.

A su vez, las familias vienen cuidando fuertemente sus gastos incluso cuando hay opciones de pagos con tarjetas o en cuotas. Ante la incertidumbre sobre cuánto durará la recesión y por eso prevalece la precaución al momento de comprar.

En el análisis por rubro, seis de los siete sectores evaluados tuvieron disminuciones en comparación con el mismo período del año anterior. Solo el sector de textiles e indumentaria, con liquidaciones muy agresivas, escapó a la tendencia general, cosa que en la ciudad no se ve reflejada con una fuerte caída en las ventas y el marcado incremento de los costos.

Las cifras surgen del Índice de Ventas Minoristas Pymes de la Confederación Argentina de la en Mediana Empresa (CAME), elaborado en base a un relevamiento mensual entre 1.350 comercios minoristas del país, realizado del 3 y 5 de abril.

 

Alimentos: baja venta y altos costos

Las ventas bajaron 15,5% anual en marzo, a precios constantes y acumulan una caída de 28,7% en los primeros tres meses del año frente al mismo periodo de 2023. En la comparación intermensual, bajaron 2,7%. Si bien los comercios señalan que se vendió poco y mal, su principal preocupación fue por el incremento en los costos fijos, especialmente en las boletas de luz, gas y también en los alquileres. Muchos comercios recompusieron precios que venían atrasados y en los segmentos medios, eso desplazó ventas hacia los hipermercados con mejores promociones. Empresarios consultados marcaron faltantes de lácteos, yerbas y azúcar. 

 

Calzado y marroquinería

Las ventas bajaron 5,9% anual en marzo, a precios constantes y acumulan una caída de 16% en el primer trimestre del año frente al mismo periodo de 2023. En la comparación intermensual se retrajeron 2,1%. Hubo muchas ofertas para poder vender y generar liquidez, pero igual la relación entre el valor del calzado y el ingreso aún resulta alta. El inicio del ciclo lectivo reactivó el calzado escolar y deportivo, que tuvo un mejor mes que en febrero pero no mejor que marzo del año pasado.

 

Textil e indumentaria

Según el informe las ventas subieron 10,2% anual en marzo, a precios constantes y llevan un incremento de 4,9% en los primeros tres meses del 2024, comparados a los del año pasado. Pero, en el contraste intermensual, bajaron 0,4%. 

El inicio del ciclo lectivo reactivó a las tiendas orientadas a ese rubro. Sin embargo, lo que más marcó diferencias en el sector, fue cierto congelamiento de precios y descuentos de altísimo impacto. 

De todos modos, hay que tener en cuenta que marzo del año pasado fue un mes malo para este ramo, el descenso había sido del 10,1% con respecto al 2022. Por otra parte, hay temor en los locales de ciudades de frontera, especialmente con Chile, porque el tipo de cambio favorece a los trasandinos.

En muchos casos aseguran que había expectativas de repunte en febrero pero en marzo volvieron a caer las ventas.

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