Las berenjenas cultivadas por Andrea en su huerta orgánica.
Las berenjenas cultivadas por Andrea en su huerta orgánica.
HUERTAS HOGAREÑAS

La satisfacción de comer productos naturales, sanos y ricos de cultivación propia

Todos podemos cultivar frutas y verduras en casa. Si bien requiere una serie de cuidados, no disponer de un gran espacio no es un impedimento, ya que se puede plantar en macetas, cajones, canteros o en la tierra. El objetivo es poder comer lo cultivado de la manera más natural posible.

A pesar de que la temporada para empezar a plantar es la primavera, en verano también se puede iniciar el proyecto de tener una huerta propia. En realidad, cualquier momento es bueno, solo hay que saber qué plantar en cada época del año y qué cuidados tener. 

Son los mismos viveros los que dan recomendaciones y aconsejan qué pasos seguir. El vivero El Paraíso, ubicado en ruta 188 (Junín), recomienda tener especial cuidado con el sol de verano, intentando que la huerta esté lo menos posible expuesta a él aportándole algo de sombra, en especial al mediodía y a la tarde, cuando el sol está “más fuerte”. Además, el riego es fundamental, por lo menos dos veces al día, nuevamente evitando las horas en que el sol incide de manera directa.

Durante esta estación, lo más plantado son las variedades de tomates, hojas verdes, como lechuga, rúcula o acelga, berenjenas y morrones. Por su parte, desde Junín Cactus, ubicado en circunvalación, confiesan que ya no es conveniente plantar desde la semilla porque es un proceso largo. Sin embargo, existe la posibilidad de comprar directamente el plantín en macetas de 8cm para después trasplantarlo en casa.

Ambos viveros coinciden en que lo más vendido son las hierbas aromáticas. Ciboulette, tomillo, orégano, romero, albahaca, perejil, laurel o menta, son algunas de tantas. La ventaja de este tipo de plantas es que duran todo el año y son muy útiles en la cocina.

Hobby productivo 

María José Núñez hace 15 años que se dedica a la jardinería. “La huerta siempre me gustó porque me encanta la naturaleza y comer cosas que sé de dónde vienen”, confesó Núñez.

Cuando empezó, junto a su pareja, tenían la huerta en un patio, ahora viven en una quinta donde pudieron ampliarla y “tenerla más cuidada”.  Este año en concreto no tienen mucha producción porque se les hizo tarde para cosechar, pero sí cuentan con variedad de frutas y verduras. “Rúcula, acelga, distintas clases de tomates, morrones y algún apio, remolachas y muchas aromáticas. También tenemos la parte de zapallos, zapallito que están creciendo, calabaza, melón y sandía, que vamos a ver si dan algunas”, contó Núñez.

Asimismo, María José y su marido no se dedican a la huerta solo para consumo propio, sino que tiene un emprendimiento, llamado “época de limones”, en el que cocinan viandas saludables con aquello que cosechan. 

“Básicamente es lo que amo hacer, me encanta cocinar. Me he basado en esto para seguir aprendiendo. Las viandas son como un traslado de mi cocina a un cliente porque es lo que comemos nosotros también”, añadió Núñez. 

Actividad de bajo costo

En cuanto al costo de crear tu propia huerta, se trata de una actividad económica. Si bien hay que realizar una inversión inicial, una vez compradas las semillas o plantines que te interese cosechar y armado el lugar donde van a ser plantados, no hay más gastos. Excepto algún producto puntual para insectos, siempre sin químicos para que tu huerta sea orgánica. Incluso, María José intercambia frutas y verduras con conocidos que también se dedican al sector y así “vas armando una linda huerta con distintas cosas”. 

Andrea Muscariello, vecina del Cerrito Colorado, hace varios años que tiene huerta en su casa, desde que se mudó a una quinta. Empezó con el fin de enseñarle a sus hijas una “actividad productiva”.

Al principio, estudió las horas donde le iba a dar menos el sol, hizo surcos en la tierra para plantar y leyó sobre cómo combinar cultivos, pero la realidad es que lleva tiempo y dedicación tener una “huerta grande”. Por eso, desde hace dos años decidió reducirla.

Ahora, tiene tomate, morrón, berenjena y varias aromáticas. Muscariello admite que, aunque es más fácil el mantenimiento, no sabe si va a tener el mismo resultado en cuanto a la cantidad de producción. Antes los tomates le daban hasta 2 kilos por planta y este año duda llegar a esa cantidad.

Contribuir con el medioambiente 

Aunque el cultivo existe desde hace más de diez mil años, con el paso del tiempo, la producción empezó a ser industrializada y los alimentos naturales fueron sustituidos por procesados. En los últimos años, se intenta volver a las fuentes y cada vez más surgen cultivadores orgánicos. No solo para comer natural sino también con el fin de reducir la huella ambiental. Se trata, más bien, de una filosofía de vida.

“Lo de estar seguro de lo que uno come es genial, porque obviamente yo en mi huerto no hago todo, pero después todo lo otro que compro también sé de qué procedencia viene. Siempre nos trasladamos a las quintas y nos intercambiamos. La diferencia que hay por ejemplo entre un tomate cortado de tu huerta a un tomate industrializado es un manjar o estar comiendo plástico”, argumentó Núñez.

Aprender a crear tu propia huerta

A veces es difícil animarse a empezar el proyecto de una huerta orgánica en casa por falta de conocimiento. Pero hay varios youtubers, libros, cursos y charlas que pueden servir de guía durante el proceso. 

Los canales “La huertina de Toni” o “El terragal de Ray”, son algunos de los más vistos. También es de gran utilidad el libro “Las mejores ideas para cultivar tu huerto”, cuyas autoras son dos periodistas especializadas en el tema que a través de este libro brindan consejos y trucos para empezar. 

Por su parte, el Estado nacional a través del INTA reparte unas bolsas con semillas totalmente selladas para todo aquel que quiera empezar su propia huerta. Además, ofrece cursos y charlas online gratuitas.

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