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INSEGURIDAD EN LOS CAMPOS

En un año se duplicó la cantidad de llamados que realizan los productores agropecuarios al 101

El dato fue confirmado por el comisario de la Patrulla Rural Junín. No obstante, desde la Fuerza se asegura que el nivel de delitos se mantiene estable, aunque los chacareros sostienen que va en aumento. Reclaman por el esclarecimiento de los hechos denunciados.

Si bien los datos estadísticos marcan que en el último año los niveles de delito se mantienen estables en las zonas rurales, el comisario Jorge Alvarez, jefe de la Patrulla Rural Junín, reconoció a DEMOCRACIA que en ese mismo período se duplicaron los llamados de alerta efectuados por productores agropecuarios al 101, el número de emergencia de la Policía.
“Han aumentado muchísimo las llamadas al 101, hoy diría que el incremento es del 100%”, señaló Alvarez.
En este sentido, el responsable de la Patrulla Rural estima que esto se da “por una concientización del productor que llama cuando ve un auto, una moto o un movimiento extraño, y además porque creció mucho la cantidad de cazadores furtivos que hay en los campos”.
Sin embargo, desde el ámbito ruralista se sostiene que los robos aumentaron, aunque en muchos casos no se hace la denuncia por la falta de resultados.
Para el presidente de la Sociedad Rural de Junín, Juan Rodrigo Esponda, resulta “preocupante” que “ningún hecho delictivo que se haya producido en el ámbito rural en los últimos tiempos ha sido esclarecido, o por lo menos nosotros no tenemos ninguna noticia que acredite que alguno de ellos haya sido resuelto”.
Esta es una de las razones que desaniman a los productores a hacer la denuncia correspondiente cuando son víctimas de un ilícito.
En este marco, los chacareros también creen que la falta de respuestas ante los hechos denunciados termina resultando un incentivo para los delincuentes que “están tranquilos” a la hora de cometer un ilícito porque las chances de que sean descubiertos son muy bajas.
No obstante, Esponda enfatiza que “es necesario hacer la denuncia” cuando ocurre un hecho de estas características.
Es que si las autoridades policiales y judiciales no toman conocimiento de los hechos, los registros de delitos seguirán inamovibles. Aunque la realidad diga lo contrario.
“Hoy las estadísticas no avalan lo que nosotros vivimos”, analiza el dirigente agropecuario.

La visión policial

Al hacer un análisis de la situación actual, el comisario Alvarez advierte que “el cinturón que rodea a la ciudad es el más candente, por así decirlo. Estadísticamente, cuando hay algún robo de un cordero, o cuando carnean una vaca, la mayoría de estos hechos suceden en los alrededores más próximos de la ciudad”.
Es que, en general, lo que hay son robos “menores” de animales, aunque a ningún chacarero le da lo mismo si le roban un lechón o no.
Si bien no es moneda corriente, también se han producido en los últimos meses algunos casos más graves: un robo calificado en Agustín Roca, donde entraron en un campo en el que estaba la dueña del lugar con su suegra y una nena chiquita; y otros dos en Morse.
En cuanto a la distribución del delito, Alvarez asegura que “no se puede hablar de una zona más afectada que otra, tal vez para el lado de Baigorrita se den algunos hechos más, pero no se trata de algo que sea muy acentuado”.

La caza

Uno de los principales problemas que advierten los responsables de la Patrulla Rural en estos tiempos, y por el que reciben muchos llamados, es la gran cantidad de personas que se dedican a la caza furtiva en los campos.
“A veces se aprehenden personas con 8 y hasta 10 galgos -explica Alvarez-; en muchos casos manifiestan que están en una situación económica apremiante y, antes de salir a robar, prefieren cazar liebres, pero la caza furtiva no está permitida”.

Control y prevención

El área de cobertura que comprende a la Patrulla Rural Junín supera las 220 mil hectáreas.
Para hacer el trabajo, la Fuerza cuenta con 46 policías, de los cuales cinco están actualmente con licencia por razones médicas.
Los 41 efectivos con que ciertamente cuenta la Patrulla, se dividen en tres grupos, dado que el régimen de trabajo es el denominado “24 por 48”, es decir que trabajan un día entero y descansan dos.
Por consiguiente, cada día hay entre 13 y 14 uniformados para cubrir las más de 220 mil hectáreas. Conclusión: hay un policía cada 16 mil hectáreas.
Asimismo, hay ocho móviles disponibles: uno cada 27.500 hectáreas de campo.
Además del comando central, ubicado en las inmediaciones del predio ferial de la Sociedad Rural de Junín, la Patrulla Rural cuenta con dos destacamentos -en Roca y en Morse-, tres puestos de vigilancia -en Agustina, Saforcada y Fortín Tiburcio- y dos puestos destacados -en La Agraria y Laplacette-.
El comisario Alvarez comenta que su principal función es “la preventiva” y para ello realizan recorridas permanentes, “gracias a que desde el Municipio se nos da el combustible”, aclara.
Según cuenta el máximo referente de la Patrulla Rural, las noches claras con luna brillante, son las más vulnerables para su labor: “En esas noches, quienes cometen ilícitos pueden moverse en vehículos, como ciclomotores, sin prender las luces porque no son necesarias para ver. Cuando pasa el patrullero, hasta que da toda la vuelta, tarda más de una hora, es decir que si hay alguien escondido, sabrá que tiene tiempo de cometer un delito. Además, a eso hay que sumarle el hecho de que la Patrulla Rural a veces debe dar apoyo a otras reparticiones, por ejemplo, la de Seguridad Vial”.

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