Advierten por riesgos del monóxido de carbono

Con la llegada del invierno, muchas familias se ven amenazadas por un enemigo silencioso: el monóxido de carbono (CO), un gas altamente tóxico producido por la combustión incompleta de las fuentes de calor de uso común en las viviendas, tales como las cocinas a gas, las estufas, los calefactores, los termotanques y los calefones.
La imposibilidad de su detección a través de los sentidos hace que muchas personas no tomen las medidas suficientes para prevenir los accidentes y se expongan sin saberlo a esta nociva sustancia.

Prevención

En diálogo con DEMOCRACIA, el director de la Región Sanitaria III, Juan Quadrelli, advirtió sobre la peligrosidad del CO y recomendó ventilar permanentemente los distintos ambientes de las casas.
Además, sugirió no usar braceros y controlar los distintos artefactos utilizados para calefaccionar los hogares.
En este sentido, indicó: “Los métodos de calefacción tienen que ser seguros. Tenemos que tratar por todos los medios de no utilizar braceros. Y si no queda otra, es fundamental encenderlos al aire libre y entrarlos recién cuando ya se haya producido la combustión. Además, es fundamental dejar siempre una ventana abierta, controlar que todos los artefactos estén avalados por las instituciones correspondientes y llamar todos los años a un gasista matriculado para que los revise”.
Entre otras recomendaciones, el reconocido médico señaló: “Es importante verificar que la llama de los artefactos sea azul y durante la noche tratar de apagar todos los calefactores de gas”.
Otro punto de vital importancia es no colocar calefones en baños o dormitorios. En este sentido, las normas establecen que en estos ambientes sólo pueden instalarse artefactos de tiro balanceado.
Finalmente, es indispensable que las salidas de los gases al exterior estén libres de obstrucciones y colocadas en forma reglamentaria.
Saber cómo actúa el “asesino silencioso” y tomar las precauciones para que no sorprenda a quienes duermen, se bañan o permanecen en ambientes contaminados, es una forma de prevenir la muerte.

Síntomas

Los síntomas de envenenamiento por dióxido de carbono suelen confundirse con los de la gripe, provocando al principio dolores de cabeza leves y náuseas. Los indicios posteriores pueden incluir vómitos, fatiga, somnolencia, confusión y aceleración del ritmo cardíaco. Además, cuando el dióxido de carbono alcanza la mayor concentración en el ambiente, puede generar convulsiones, pérdida de conocimiento e, incluso, la muerte.
Según afirmó Quadrelli, en algunos casos, la intoxicación por la ingesta de este gas puede ocasionar lesiones irreversibles a nivel del sistema nervioso central, tales  como algunos tipos de discapacidad.
Es por ello que el doctor recomendó: “Es importante actuar rápidamente: llamar al hospital, al médico conocido o a los distintos centros de salud lo más rápido posible. Incluso el Hospital de la ciudad de La Plata tiene un 0800 -2229911- al que se puede llamar las 24 horas del día”.
Estadísticamente, este gas es el causante de alrededor de 10.000 casos de envenenamiento accidental y de cientos de muertes cada año en EE.UU.

Factores de riesgo

Al producirse la fijación de este gas en los glóbulos rojos, la hemoglobina se transforma en carboxihemoglobina e inhibe la capacidad de la sangre de llevar oxígeno al cuerpo, quitando a los tejidos y órganos el oxígeno necesario para poder funcionar adecuadamente.
Según el doctor Quadrelli, el grupo más vulnerable ante este tipo de intoxicaciones está compuesto por los niños y los enfermos cardiovasculares y pulmonares crónicos, quienes por distintas razones, tienen menor aptitud para responder ante esta peligrosa ingesta.

No se lo detecta

Aunque suele creerse erróneamente que las personas lo pueden detectar a través del olfato, el monóxido de carbono es un gas incoloro, inodoro e insípido. Es por ello que el  envenenamiento por este gas puede matar sin aviso y sin que nadie lo advierta.
Debido a que tantas muertes ocurren como resultado de dispositivos domésticos para calefacción, defectuosos o que funcionan mal, se lo ha denominado el “asesino silencioso que mata en la época de frío”.