Furgón de Campo Limpio.
Furgón de Campo Limpio.
EN LA SOCIEDAD RURAL DE JUNÍN

Hoy se hace una campaña de recolección de envases de productos fitosanitarios

El objetivo es que esos envases de productos que se usan en el campo, por ejemplo, los agroquímicos, no vayan a parar a destinos que pongan en riesgo la salud humana.

Hoy, en el horario de 8.30 a 16.30,  se hará una campaña itinerante de recolección de envases de fitosanitarios- agroquímicos, por la cual los furgones de la Fundación Campo Limpio estarán estacionados en el predio de la Sociedad Rural de Junín, donde los productores pueden llevar sus envases.
En diálogo con TeleJunín, la gestora de campaña, Marita Moisés, al referirse a la campaña de Campo Limpio sobre el reciclado y tratamiento de los envases de fitosanitarios- el agroquímicos, explicó: “La campaña fue programada en base a la ley nacional 27.279, aprobada en 2016, denominada Ley de Presupuestos Mínimos. Los productos mencionados como agroquímicos, llamados fitosanitarios, o productos para el campo, requieren de la obligación de sus fabricantes de hacerse cargo de sus residuos”.
“Es una ley de responsabilidad extendida, por la cual, cada parte de la cadena productiva, que usa fitosanitarios para la producción extensiva, cada eslabón tiene una función que cumplir. Así como los registrantes se tienen que encargar de gestionar sus residuos, los productores tienen la obligación dentro del año de comprado ese producto de devolver los envases a los fabricantes, precisamente que tienen que disponerlos”, afirmó.
La entrevistada explicó que los municipios debían de articular entre los privados, es decir, los municipios eran el mecanismo que utilizaba el medio para juntar a los comercializadores locales con Campo Limpio, y con la autoridad de aplicación que es OPDS- Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible-.
“Los comercializadores locales tienen la obligación por ley de acompañar en la difusión, la gestión y la administración de los centros de almacenamiento transitorios que pueden ser estáticos o móviles. Móviles como esta campaña itinerante de hoy, que estará en la Sociedad Rural de Junín”, aclaró.

Envases
Según lo explicado por Moisés, la ley 17.279 lo que hace es llevar una trazabilidad de cada envase, para que tenga un destino de reciclado correcto.
El reciclado que se haga con ese plástico tiene que ser para  productos aprobados por la ley, es decir, no tener riesgo para la salud humana, ni ser usado para hacer cosas descartables ni para cosas que se utilicen para comer ni para cosas que tengan que ver con la salud.
Es decir, el objetivo es que que ese material, ese plástico no vaya a parar, por ejemplo, a ser un juguete que puede ser chupado por un niño en etapa de dentición. Si ese juguete está hecho con el plástico que surgía de esos envases de agroquímicos, es porque la industria plástica no cumple con su función de no comprar ese plástico reciclado peligroso para la salud, explicó la entrevistada.
 “Este no es un plástico que se pueda utilizar en  cualquier producto o para hacer otros plásticos – dijo Moisés-. Hay que recordar que dentro del envase tiene un producto químico concentrado, es decir, no está diluído como es el caso cuando lo utilizan sobre los cultivos. Está concentrado y el plástico es un polímero que absorbe. En dos años que tenga de envasado un producto como este, está impregnado con un químico que puede ser nocivo en esos niveles de concentración para la salud”.

Ser consciente
“Con esta ley se quiere lograr que seamos conscientes de que estamos manipulando no algo que puede ser usado para llevar agua, ni para llevar gasoil ni un montón de líquidos como hemos visto en el pasado, en comunidades indígenas, que llevaban agua en envases de fitosanitarios”, manifestó la entrevistada.
“Todo eso se tiene que terminar y la única manera de hacerlo es que el productor empiece a devolver ese envase a los fabricantes para que estos, obligados por ley, puedan disponer de los envases de la forma correcta”, dijo.
A la pregunta de qué pena podía tener el incumplimiento de la mencionada ley, Marita Moisés respondió  que en el caso de que en algún momento la autoridad de aplicación comenzara a investigar el destino de esos envases, los registrantes provén a la autoridad de aplicación un detalle de todo lo que se vuelca en los municipios, por información que los comercializadores locales tienen, estos saben cuántos envases llenos vendieron, que se tienen que devolver cuando se usa el contenido.
Según lo expuesto, hoy por hoy si cada municipio tuviese un lugar fijo se podría hacer mejor control. Y no se penalizaría hasta que no haya un lugar fijo para la devolución de envases.
De acuerdo a la información de la gestora, el año pasado, en la campaña de Campo Limpio se llenaron tres furgones, es decir,  alrededor de 15 mil envases recolectados y fue una muy buena campaña. 
“Sabemos que estamos en época de cosecha, que los productores están en plena faena de sus campos, contamos con que se tomen 15 minutos para poder limpiar, acercar sus camionetas a la Sociedad Rural, donde rápidamente se le descarga y se les da un certificado provisorio para luego recibir los definitivos al otro día”, propuso.
Aclaró que los comercializadores de los productos fitosanitarios llevan contabilizada la venta, por lo que también tienen que llevar la obligación de devolución de dichos envases.

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