EN JUNÍN Y LA REGIÓN

Aseguran que la situación por la sequía en los campos “es alarmante”

Democracia consultó a Gustavo Frederking, presidente de la Sociedad Rural de Junín, Rosana Franco, presidenta de la Federación Agraria filial Junín, y al productor Rodrigo Esponda, quienes coincidieron en que la situación es preocupante y los pronósticos nada alentadores.

Las pocas lluvias de los últimos meses contribuyen a generar un panorama de incertidumbre que el campo ya refiere como alarmante, producto de la sequía.
Democracia consultó a referentes del sector, quienes coincidieron en que la situación es preocupante y los pronósticos nada alentadores.
Gustavo Frederking, presidente de la Sociedad Rural de Junín, la presidenta de la Federación Agraria filial Junín, Rosana Franco, y el productor Rodrigo Esponda dieron cuenta de la falta de agua y las consecuencias en los rindes.

Falta de lluvias y altas temperaturas
Gustavo Frederking consideró que en la situación confluyen distintos factores. 
“Si hablamos de datos técnicos, las estimaciones de la bolsa de Cereales de Rosario ya indican una merma, se había vaticinado,  tanto de soja como maíz, alrededor de 55 o 56 millones en su momento. Ya hoy tenemos en maíz 47,5 millones de toneladas  presupuestadas que puede llegar a haber en el país y soja, 48 millones. Ahí ya tenemos un déficit de toneladas de soja y maíz, básicamente por la cuestión climática, la razón principal de esta merma en la producción tanto de maíz como soja es la sequía”.
Dentro de la zona, aseguró que “hay diferentes escenarios. Hubo zonas donde llovieron 50 mm y otros lugares donde llovieron 10 mm. Es difícil generalizar”.
No obstante, aseguró que “a nivel general se ve que el calor es muy fuerte y está afectando, sumado a la escasa lluvia. Se dan factores que uno empieza a ver, por ejemplo, la soja de segunda que ya debería estar con un crecimiento mucho más importante y que tiene un crecimiento muy chico. Eso se va a ver reflejado en rendimientos por más que llueva”.
“Sabíamos que era un año niña pero está la esperanza de que llueva, está haciendo falta. Si se suma el agravante del calor, la merma se va a acentuar”. 

Situación “alarmante”
Por su parte, Rosana Franco indicó que la situación de sequía en la zona “es muy 
preocupante”.
“En diciembre llovieron 25 milímetros, en enero 50. Los vientos calcinan todo”, aseguró sobre las altas temperaturas.
La titular de la FAA Junín explicó que “el maíz hizo bien la mazorca (espiga), pero necesita lluvias para completar el grano. La soja de primera cosecha está con apenas algunas flores. La soja de segunda nació bien, pero su crecimiento es lento y en partes no nació”. 
Franco aseguró que “de persistir 15 días más sin lluvias significativas, de 50 a 80 milímetros, vamos a tener una cosecha magra”. 
Aseguró también que todo es “muy preocupante en las praderas y los pastos para hacer rollos, la reserva de forrajes para los animales” y manifestó que es “muy crítica la situación en la zona de Chacabuco, Pergamino y Arrecifes”.
El productor Rodrigo Esponda, por su parte, consideró que “la situación es sumamente alarmante y hay muchísima preocupación. Están sufriendo muchísimo los cultivos, tanto la soja de primera, la de segunda, los maíces, todo lo que tiene que ver con pastoreo, alimentos para los animales que está sembrado también. El pasto no viene y es lo que está sembrado para que los animales coman, pero  tampoco viene. De hecho lo que viene se come y no vuelve a nacer, por lo cual hay muchísima preocupación y expectativa con lo que pueda pasar con el clima”.
“La verdad es que fue un año difícil, de políticas agropecuarias erráticas, fallar también con el clima sería muy triste y muy preocupante. No solamente para los productores sino para el país porque  el que más divisas y más dinero recibe del campo es el Gobierno para poder hacer la política social”, consideró Esponda.
“Me parece que va a ser un año sumamente complejo y se ve que la lluvia no está para venir. La humedad está muy baja, con lo cual se manifiesta la imposibilidad de que se generen tormentas. No hay mucho para agregarle. Las napas están bajísimas. Cuando bajan las lagunas bajan las napas y, cuando eso ocurre, baja el agua subterránea, que es donde toman las raíces el agua y eso dificulta todo”, detalló el productor.
Para Esponda, “sería un buen momento, muy apropiado, para la política en general, que durante las inundaciones nos llenan hablando de que nos quieren mandar el agua de la laguna La Picasa, para mandar el agua de La Picasa. En estos momentos es cuando se hacen las obras hídricas , en estos momentos es cuando se tiene que mandar el agua que tiene excedente cualquier laguna, que no solo ayudaría a ese sector a desagotar, sino que además mantendría las napas altas o ayudaría a mantenerlas más altas en nuestra zona. El impacto de la sequía sería menor. Pero no hay que acordarse de estas cosas en la inundación, sino también en la seca, que es cuando se pueden hacer y hay que hacerlas”.

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