DIFICULTADES EN LA COMUNICACIÓN

Algunos pueblos se sienten aislados por la falta de transporte interurbano

Afirman que es una necesidad para poder venir a Junín a hacer trámites, por cuestiones médicas y realizar compras. Ciudades como Leandro N. Alem, Vedia, Alberdi, Iriarte, Germania, Agustina, Fortín Tiburcio, Arrbeños, Arenales, Ascensión, Ferré, Rafael Obligado y Rojas no tienen servicios. Sí hay a Lincoln, Laplacette, Baigorrita, Zavalía, Los Toldos, 9 de Julio, Carlos Casares y Pehuajó. Desde el ministerio de Transporte estiman que se regularizarán las conexiones en unos quince días.

Como cabecera de partido y uno de los distritos más importantes de la Región, antes de la pandemia por Covid19 Junín solía recibir diariamente centenares de personas provenientes de otras localidades -cercanas y no tanto- que llegaban por diferentes motivos: con turnos para diferentes especialidades médicas, para hacer trámites bancarios, gestiones en los Tribunales o en AFIP, diligencias en la Universidad, trabajos y servicios de los más variados y también para realizar compras, ya que nuestra ciudad es un importante polo comercial.
Esta situación se vio modificada a partir de las restricciones impuestas por la cuarentena y es así que la terminal de ómnibus estuvo prácticamente parada desde finales de marzo hasta hace un par de semanas. Y si bien con el tiempo se fueron flexibilizando muchas actividades, el transporte interurbano de pasajeros recién empezó a moverse hace algunos días, con contadas conexiones y pocos servicios.
Con más de ocho meses en esta condición, los habitantes de los pueblos son los que, principalmente, están sintiendo la necesidad del servicio de transporte interurbano. Y tanto es así que, en muchos casos, manifiestan sentirse “aislados” por esta circunstancia.

Una necesidad en los pueblos
Darío De Francesco, delegado de la localidad de Fortín Tiburcio, es uno de los que reconoce las dificultades que este escenario está trayendo. “Quedamos aislados. A un pueblo como este, que no está cerca, nos perjudicó mucho esta situación sin transporte”, afirma a Democracia.
Al principio de la pandemia, el propio De Francesco puso a disposición sus dos autos para llevar gente hasta Junín u otros lugares “porque no había en qué transportarlos”. Tiempo después se consiguió una unidad de traslado, que fue muy importante para las personas que tienen que hacerse estudios o asistir a centros sanitarios. “Pero a mucha gente se le complicó -agrega-, con los servicios de Laiolo y La Estrella estábamos bien cubiertos y ahora la gente lo pide porque no todos tienen movilidad propia para ir a Junín. El que no tiene un auto particular no tiene forma de viajar, salvo que sea un remís, pero eso tiene un costo muy importante”.
Por eso, su opinión es concluyente: “El transporte tiene que estar incluido en estos tiempos, más que nada en los pueblos, estamos aislados, muchos tienen su auto, pero otros no y están complicados”.
En tanto, la delegada de Morse, Matilde Calaza, explica que, para todas las necesidades del pueblo, antes de la pandemia había una empresa de micros que hacía dos viajes diarios a Junín y, además, una combi de la localidad que prestaba este servicio. “La verdad es que se usaban muchísimo”, asevera, para luego ampliar: “Después vino la cuarentena y, cuando empezaron a flexibilizar algunas actividades, Cristian Polarolo -que es quien tenía la combi- empezó a gestionar la posibilidad de retomar esos viajes y la realidad es que comenzó a trabajar pero no le fue redituable, porque la gente también estaba temerosa y no viajaba”.
Con todo, Calaza remarca que “la necesidad está, es obvio, y sigue existiendo, porque la gente tiene que ir para hacer trámites, por temas médicos, para el cuidado de familiares internados y hasta para hacer compras: hay una sumatoria de temas que hacen que sea necesario que se sumen tanto el colectivo como la combi, porque además no es una cuestión solo de Morse, también de O’Brien, de Bragado y otros lugares”.

Quiénes viajan y quiénes no
Después de meses de una inactividad total en la terminal de ómnibus en cuanto al transporte de pasajeros, hace dos semanas se habilitaron algunos destinos. Fue la empresa Sans la primera en empezar a viajar, a partir del 24 de noviembre, y hoy tiene cuatro servicios: dos hasta Los Toldos, con paradas en Baigorrita y Zavalía; y otros dos que, al recorrido antes mencionado, se le suman 9 de Julio, Carlos Casares y Pehuajó.
En tanto, esta semana la empresa Sol Bus comenzó con los viajes a Lincoln, con parada intermedia en Laplacette.
“La gente nos dice ‘por fin volvieron’, porque había mucha necesidad, no tenemos servicios a coche completo, pero hay una buena demanda”, señala una empleada de la empresa Sans.
No obstante, esto no se da en todos los casos. De hecho, esta semana hubo un par de viajes a Lincoln que se hicieron con los ómnibus prácticamente vacíos. “La gente pregunta pero no viaja, suponemos que será hasta que las personas se enteren y se vayan animando”, afirman en la boletería de Sol Bus.
Por el momento, no hay otros destinos de la Región a los que se pueda ir en transporte público. Ciudades como Leandro N. Alem, Vedia, Alberdi, Iriarte, Germania, Agustina, Fortín Tiburcio, Arrbeños, Arenales, Ascensión, Ferré y Colón, que son cubiertas por Sol Bus, no tienen servicios dispuestos. “Están diciendo que recién esta semana levantaron restricciones para ingresar a Alem y otros lugares, calculamos que en una o dos semanas se pondrán algunos servicios para esos lugares”, explican en la empresa.
Otros destinos que no están siendo cubiertos son los de Rafael Obligado y Rojas, ya que la empresa Pullman General Belgrano no recibió todavía las autorizaciones correspondientes para hacer viajes a Rosario, que son los que tienen paradas intermedias en esas ciudades, además de Pergamino y San Nicolás.

Cuándo podría regularizarse
Fuentes del ministerio de Transporte de la Nación consultadas por este medio señalaron que conocen la situación planteada en la Región y que el objetivo es regularizar todas las conexiones, aunque no se recupere la misma cantidad de servicios. “Y se está haciendo absoluto hincapié en que los servicios sean de terminal a terminal, sin paradas en medio del camino”, agregan.
Si bien este tema no corresponde específicamente a la cartera nacional de Transporte, explicaron que se van a hacer las gestiones correspondientes para mejorar esta situación y tratar de dar una respuesta. “Entre el 15 y el 23 de diciembre tendría que estar todo normalizado, probablemente no la misma cantidad de servicios que había antes de la pandemia, pero sí las conexiones”, aseguraron.

Otros destinos
Tal como adelantó esta semana Democracia, la empresa El Cóndor-La Estrella informó que a partir del 15 de diciembre comenzarán los viajes con destino a Buenos Aires. En Pullman, en tanto, explican que lo que tienen confirmado ellos es que recién a partir del 2 de enero se va a habilitar esa posibilidad. “El 15 de diciembre vamos a abrir las boleterías y empezaremos a atender en el horario de 9 a 17 para consultas”, explicaron a Democracia.
En el mismo mes de enero también comenzarán los viajes a otros destinos, como Rosario, Córdoba, Mar del Plata y Villa Gesell. Y otras compañías, como Andesmar y Ñandú del Sur también abrirán sus boleterías en diez días.

Vuelta a la normalidad
La situación es cambiante y las compañías se están acomodando. Sobre esto, Marité Ilvento, encargada de la Terminal de Ómnibus por parte del municipio, indica que “las empresas se están amoldando y viendo qué pasa, sobre todo las que van a otras provincias, porque hay distintos protocolos”.
En cuanto al aforo, se había resuelto que se podía ocupar hasta el 50 por ciento de las unidades, pero en una resolución de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) emitida el viernes último se habilitó una ocupación de hasta un 80 por ciento de la capacidad de cada colectivo.
También hay normativas que se deben cumplir: los pasajeros tienen que portar la habilitación de la aplicación Cuidar o Permiso Nacional para Circular y su DNI, deben usar barbijo durante todo el viaje y se les recomienda que cuente con alcohol en gel para desinfectar sus manos. Asimismo, se les toma la temperatura antes de ingresar a la unidad.

La terminal
Como quedó dicho, por estos días la terminal tiene un escaso movimiento. “Hay muy poca gente que se arrima”, señala Ilvento. Es que son muchas cosas que se juntan para que esto se dé así. “Estamos en pandemia, no hay estudiantes, los Tribunales que casi no trabajan y ahora vienen las vacaciones, así que la demanda se achica mucho”, razona un empleado de Sol Bus.
El programa Pre-Viaje que, entre otros beneficios, permite recibir el 50% de lo gastado a modo de crédito para realizar más compras en el sector turístico, generó algunas consultas en las boleterías, “pero más en el último tiempo”, dicen en Pullman: “Sobre todo, porque se acercan las fiestas de fin de año y se está analizando eso: esta etapa del distanciamiento va hasta el 20 de diciembre y ahí se verá si hay más novedades, más aperturas. Hoy se puede ver cierto interés, habrá que ver cuando se abran las boleterías. El movimiento de la terminal hoy es mínimo”.
Una terminal que, como explica Ilvento, tuvo que adaptarse a los requerimientos que impone la pandemia: “Tuvimos que tomar medidas por el protocolo sanitario: se habilitaron solamente cuatro puertas, tres en el sector de las dársenas y una en la principal, tenemos sanitizantes para colocar, así que van a venir a amurarlos, hemos tenido que sacar sillas que estaban sujetadas para que no se tome la terminal como un lugar para estar allí y también van a empezar a pasar los inspectores para que la gente no estacione en las dársenas, cosa que, aunque parezca increíble, está sucediendo”.

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