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Contaron en diálogo con Democracia cómo es la labor diaria, el desgaste emocional y físico, los temores y el compromiso ciudadano.
ACTIVIDADES QUE NO PARAN

En época de pandemia: juninenses que trabajan y ponen el cuerpo a diario

A los profesionales de la salud, centrales en esta emergencia mundial, se suman las fuerzas de seguridad, los servicios, expendio de combustibles y comercios, algunos de los sectores que continúan en actividad para cubrir las necesidades de la ciudad.

Al personal de salud y el trabajo clave que desempeñan en estos días y los que vendrán, en el marco de la pandemia por coronavirus, se suman los trabajadores de distintos sectores que mantienen las actividades básicas funcionando para que la ciudad pueda sobrellevar la cuarentena de la manera más segura, en beneficio de todos.
Médicos, enfermeros, comerciantes, fuerzas de seguridad, estacioneros, trabajadores de prensa, taxistas y transportistas en general, son algunos de los que día a día continúan trabajando en nuestra ciudad y en el país para enfrentar el avance del virus que tiene en vilo al mundo.
Democracia dialogó con algunos de ellos para conocer sus experiencias en un momento crítico para la salud de todos.

Equipos de salud, a la cabeza
Por tratarse de una pandemia, el trabajo de los profesionales médicos y todos los equipos de salud es clave para sobrellevar la situación que comienza a avizorarse con la expansión del coronavirus.
Gonzalo Almada es médico pediatra y trabaja en Terapia intensiva del Hospital Interzonal Abraham Piñeyro y no dudó en reconocer que el día a día “es complicado para todo el personal de salud, técnicos, personal de laboratorio, para todos”, aclara, incluyendo a todos los que forman parte del sistema y que muchas veces no salen en el diario.
“En realidad no pensás en vos, sino en los que te rodean. Salís y te sentís un foco de contagio, aunque te bañes tres veces”, cuenta.
“Realmente es un momento difícil, mi hijo está con sus abuelos. A mi mamá la veo por la ventana”, cuenta sobre su actualidad mientras continúa con su labor, para la que se formó. 
“Te sentís agobiado y esto es inevitable. El desgaste emocional y físico al que estamos expuestos también es muy grande”, remarca.
Almada considera que “las medidas del Gobierno permiten prepararnos para lo que viene de la mejor manera”, y aclara que suspendieron vacaciones y licencias de personal médico.

“Te sentís agobiado y esto es inevitable. El desgaste emocional y físico al que estamos expuestos también es muy grande”.

A diferencia de quienes dicen que enfrentarse al virus es parte de una guerra, Almada lo niega: “Esto no es una guerra, no es una trinchera. Es una falta de respeto a los Veteranos de Malvinas decir eso. Nosotros somos personal de salud, nos preparamos para esto. Es una situación trágica y grave pero va a pasar. La gente de terapia está preparada para cosas graves, y vamos a tener casos graves,  pero va a pasar”.
Consultado sobre la importancia de la cuarentena, Almada llamó a mirar la situación de Italia, de España, que “no hicieron caso”, y en esa línea podría seguir Argentina si uno no se compromete.
“Le echamos la culpa al Gobierno, sea cual sea, pero la medida está y hay que respetarla, tenemos que ser responsables, porque por culpa de  algunos se ven perjudicados muchos”.
Por su parte, Antonela Culaciati, enfermera que se desempeña en el área de Control de Infecciones, en el Higa, y como docente en Unnoba, destacó que más allá del impacto de la situación actual, están preparados para momentos como el de hoy.


“Cuando estudiamos salud sabemos qué puede pasar. En nuestro recorrido nos vamos preparando, más allá de que esto es algo nuevo, un  gran desafío para todos los profesionales de la salud”, explicó.
Asimismo destacó que “a nivel municipal, provincial y nacional, todos estamos preparándonos de la mejor manera, y un requisito es contar con los insumos necesarios”.
Antonela remarcó que el desafío es “día a día, hora a hora”, y conlleva una reestructuración de recursos humanos y edilicia muy grande.
Sobre los temores, Antonela reconoció: “Tenemos miedos y uno se expone mucho cuando trabaja en salud, pero se controla esa ansiedad con la formación y capacitación de todo el equipo de salud. Estando enfocados en esto”.
La profesional destacó: “Se debe estar en casa y mantener las normas de bioseguridad que debemos cumplir: lavarse las manos es la recomendación básica”.

Servicios básicos
Comercios, estaciones de servicio, fuerzas de seguridad, transporte son los servicios que se requieren en lo cotidiano.
Mario, estacionero en una expendedora de combustible aseguró que trabajan haciendo las guardias permitidas y con las medidas de seguridad, como el uso de barbijos.
“Trabajamos ocho horas y hacemos guardias mínimas. Hay medidas, como que la gente no se baje del auto y si se bajan mantener distancia. Y usamos barbijos”, explicó.
Sobre la situación excepcional aseguró que entiende que “hay servicios que tienen que seguir funcionando. No queda otra”, dice pero por lo que ve a diario, “la gente anda mucho todavía, no toma conciencia”.
Cree que la situación se va a extender: “En el 82 estaba con que me llamaban y no me llamaban para ir a Malvinas, y estaba más tranquilo que ahora. Creo que esto es peor. Es complicado”.

Gustavo es taxista y trabaja en una parada en nuestra ciudad. Asegura que “hay que seguir trabajando pero a la vez es importante porque es la única movilidad de la gente, salvo los colectivos, pero con esto la gente tiene miedo, es más riesgoso”.
Asimismo destacó que tienen que seguir trasladando a sus clientes: “Tenemos a aquellos clientes del día a día y los clientes fijos. Si esto se extiende no sé qué va a pasar, se va a poner difícil para seguir trabajando, pero tratamos de pensar que se va a arreglar”.

Delivery, a tiempo completo 
Uno de los permisos para tratar de evitar la circulación masiva de gente es el uso de servicios de delivery, de 7 a 22.
En nuestra ciudad funciona la empresa “Pide”, que pertenece a un grupo de jóvenes venezolanos.
Kendel Martínez explicó a Democracia que trabaja bajo el esquema que  permite la Municipalidad.

“Cuando estudiamos salud sabemos qué puede pasar. En nuestro recorrido nos vamos preparando, más allá de que esto es algo nuevo, un  gran desafío para todos los profesionales de la salud”.

“Decidimos seguir trabajando porque tenemos comercios que dependen de nuestros servicios y con esta situación más aún porque dejan de recibir personas en sus locales. La intención es que no se vean afectadas las economías de pequeños y grandes locales con los que trabajamos”, indicó.
“Para quienes no puedan salir de su casa nosotros somos una alternativa para llevar comidas preparadas. Y tomamos todas las medidas preventivas, todo el protocolo de seguridad para los chicos, los comercios y nosotros”, indicó.
Kendel aseguró que continuarán “mientras se pueda seguir brindando el servicio”.

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