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Avanzan los trabajos en la Ruta 7 que, una vez finalizada la obra, será autopista entre Junìn y Lujàn.
INFORME DE LA AGENCIA NACIONAL DE SEGURIDAD VIAL SOBRE EL TRAMO LUJÁN-JUNÍN

El mayor índice de siniestralidad de la Ruta 7 está en nuestra ciudad

En un estudio de la Dirección de Investigación Accidentológica, la zona más roja fue demarcada en los tres kilómetros en los que empalma con la 65. El índice de este sector está en un 344% por encima del promedio general de la carretera.

Un informe de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) realizado sobre la Ruta 7 revela que en los tres kilómetros que empalma con la Ruta 65 son los que tienen el mayor índice de siniestralidad de todo el tramo Luján-Junín.
Democracia tuvo acceso a un estudio elaborado por la Dirección de Investigación Accidentológica en el que se analizó el comportamiento vehicular en la ruta durante los años 2015 y 2016. Para este trabajo se dividió en diez tramos a los casi 202 kilómetros de la Ruta 7 que van desde la intersección con la Ruta 5 hasta el cruce con la 188.
El resultado de ese análisis determinó que la zona más roja fue demarcada en los tres kilómetros que pasan por el frente de Junín.
Esto no significa que sea la zona con más accidentes, sino que tiene el mayor “índice de siniestralidad”, un valor que se obtiene a partir de una fórmula que analiza el número de choques en base a la longitud del tramo y el tránsito medio diario anual (TMDA).
De esta manera, el índice de siniestralidad del año 2016 de los tres kilómetros en los que la Ruta 7 empalma con la 65 –los que pasan por nuestra ciudad– es de 77,03. Se trata de la cifra más alta de todo el tramo Luján-Junín, más elevada que la que tiene, por ejemplo, la zona comprendida entre Luján y el acceso a San Andrés de Giles, donde el índice está entre 48 y 50. Y muy por encima de otros sectores, como los 46 kilómetros que van desde el acceso a Membrillar hasta el empalme con la Ruta 65, que tienen un índice de siniestralidad de 15,09; o los 60 kilómetros que separan la intersección con la Ruta Provincial 51 del cruce con la Ruta 30, cuyo índice es 13.
El índice de siniestralidad de toda la Ruta 7 es de 22,42, lo que significa que los tres kilómetros que pasan por nuestra ciudad están un 344% por encima del promedio general de la carretera.

Víctimas fatales
Adicionalmente, el informe de la Dirección de Investigación Accidentológica analiza los números de víctimas fatales por tramo. Allí se advierte que no hubo ningún fallecido por accidente en el sector en el que empalman la Ruta 7 y la 65. Donde sí se registró una muerte, en el año 2015 –siempre de acuerdo al estudio de la ANSV– es en el trecho que va desde donde culmina el empalme con la 65 hasta la intersección con la Ruta Nacional 188.
En las conclusiones, el informe detalla que “el tramo con mayor número de víctimas fatales ambos años es el comprendido entre el kilómetro 147,95 y el 202,16. Lo cual significa que este sector es el más peligroso del tramo en estudio”.
En tanto, con los datos suministrados por los puntos de observación se realizó un estudio de las velocidades promedio en este tramo, del cual se obtuvo como conclusión “que más de 9120 vehículos exceden el límite de velocidad de la ruta”. Y los promedios de velocidad “oscilan entre los 80 y 105 kilómetros por hora” en la franja horaria comprendida entre las 9 y las 19.

La palabra de Vialidad
En 2016, el Gobierno nacional comenzó con las obras para que la Ruta 7 ya no sea más nombrada “la ruta de la muerte” –como se la conoce hoy en día por su peligrosidad– para lo que se proyectó convertirla en autopista.
Se trata de un plan de casi 200 kilómetros, a partir de una inversión cercana a los 10 mil millones de pesos, que integrará la salida de la ciudad de Buenos Aires con San Andrés de Giles, Carmen de Areco, Chacabuco y Junín, beneficiando a los casi diez mil vehículos que transitan la ruta a diario.
Desde la Dirección de Vialidad Nacional, informaron a Democracia que “a los 31 kilómetros terminados entre Luján y San Andrés de Giles, se están sumando los 38 ya en marcha que van de Giles a Carmen de Areco, los seis de la variante de Giles, los 21 de la variante de Chacabuco y los 40 entre Chabuco y Junín”. Asimismo, adelantaron que “en breve” se dará inicio al único tramo que queda pendiente, que son los 55 kilómetros entre Carmen de Areco y Chacabuco.
Más adelante, se comenzará con la Travesía Urbana Junín, que ya salió a licitación en dentro de la etapa I del nuevo esquema de Participación Público-Privada (PPP). “En el mismo corredor –agregan desde Vialidad Nacional– tenemos proyectado, también bajo el esquema PPP, convertir a ruta segura el trayecto de Junín a Rufino, ya en la provincia de Santa Fe. Allí pavimentaremos banquinas, ensancharemos carriles, realizaremos obras para evitar el paso por localidades y cruces a diferente nivel en las intersecciones con rutas importantes, ferrocarriles o circunvalaciones. Y, además, construiremos una variante de 23 kilómetros a la altura de La Picasa, con el objetivo de evitar los problemas que usuarios y vecinos sufren cerca de la laguna”.

Avance de obras
De acuerdo con el avance de las obras, Vialidad Nacional señala que el tramo desde hasta el empalme con la Ruta 65 está concretado en un 26 por ciento; el tramo San Andrés de Giles-Carmen de Areco 22%, la variante Giles 48%, y la variante Chacabuco un 4%.

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