La gobernadora María Eugenia Vidal anunció modificaciones en la Justicia del ámbito de la provincia. Habló de cinco puntos esenciales en esta reforma. ¿Cómo se pueden resumir?
-Se han presentado en la legislatura cinco proyectos de leyes que son parte de un plan de reforma integral de la Justicia de la provincia de Buenos Aires, con un objetivo central a todos ellos que es, como bien dijo la gobernadora es mejorar el servicio de justicia, despolitizarlo y acercarlo a la gente.
Es decir que cuando alguien deba concurrir a algún juzgado de la provincia, reciba una respuesta rápida, adecuada y justa.
Con esta premisa fundamental se han enviado estos cinco proyectos de ley que además, aclaro, no agotan ese plan de reforma integral de la justicia ya que hay otros proyectos que también se están trabajando y serán enviados en los próximos meses.
Estos cinco proyectos comienzan por un nuevo Código Procesal Penal de la provincia de Buenos Aires, su característica central, más allá de las herramientas tendientes a acelerar los procesos es que es un código procesal penal que pone un enfoque central en la protección a la víctima. La víctima es esa persona que nunca debió haber perdido ese lugar, que naturalmente le corresponde dentro de un proceso penal. Es una persona que tiene multiplicidad de derechos y sin embargo, las leyes y la práctica judicial en los últimos años, habían, lamentablemente, olvidado.
A partir de la sanción de este nuevo Código Procesal Penal, los jueces van a tener la obligación de escuchar a la víctima cada vez que vayan a tomar una decisión que resulte de interés para la víctima, por supuesto sin obligarla, si la víctima no quiere hacerlo.
Si el juez va a decidir sobre la libertad de quien cometió un delito, es natural y justo que la convoque a la víctima para escucharla y ver qué tiene que decir sobre ello.
Si se va a decidir un juicio abreviado, un acuerdo entre el fiscal y el defensor para imponer una pena baja, que es muy común en la práctica judicial, para evitar el juicio oral, también se la tiene que llamar a la víctima para que opine sobre el tema.
-¿Qué sucede con el proceso laboral?
-También se ha enviado a la legislatura una reforma del proceso laboral de la provincia de Buenos Aires. La idea central es acelerar los procedimientos y convertir los tribunales laborales de la provincia de Buenos Aires, dividirlos en juzgados unipersonales. Esto va a redundar sustancialmente en una mejora en el servicio de justicia laboral porque va a triplicar la posibilidad de atender esas causas y pone en cabeza de un solo juez la responsabilidad de realizar las audiencias, dictar sentencias. No hay que olvidar que detrás de cada juicio laboral hay un trabajador que espera una indemnización por haber sufrido un accidente, son conflictos humanos muy grandes, muy apelantes y que no podemos dejar pendientes de resolución por 8, 9 o 10 años como viene ocurriendo.
-¿Cómo será el proceso de selección de jueces y fiscales? ¿Y de destitución?
-Se cambia sustancialmente la forma en que se van a elegir jueces y fiscales en la provincia. Tiende a despolitizar el proceso de selección, incorporando una escuela judicial obligatoria.
Es decir que toda persona que quiera ser fiscal o juez tendrá que concurrir a la escuela judicial y se le van a brindar conocimientos vinculados a técnicas y habilidades propias del ejercicio de la función (fiscales, cursos sobre criminología, preservación de la escena del delito, técnicas de litigación oral.
Se agrega un nuevo examen oral videofilmado al sistema de exámenes y es garantía republicana de trasparencia y que la gente lo pueda consultar.
Otro proyecto de ley modifica la forma en que son destituidos los magistrados en la provincia, se trata de acelerar los plazos, acortar los que estaban previstos.
Un mal juez hace un daño muy grande en la sociedad por lo que si debe ser destituido debe hacerse con la mayor celeridad posible. Asimismo el caso de un buen juez que quede rehén en un proceso extenso.
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