SUBSECRETARIO DE INFRAESTRUCTURA HIDRÁULICA DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

Rodrigo Silvosa: “Hoy siguen pasando cinco metros cúbicos de agua desde La Picasa”

El funcionario bonaerense sostuvo que, más allá de que se hayan abierto compuertas, no hubo modificaciones y se mantiene “el paso que estaba acordado” en cuanto a lo que recibe esta zona de esa laguna. Además, adelantó que se harán obras del Plan Maestro del Salado que repercutirán en mejoras para nuestra región, y destacó que el diálogo entre los municipios y entre las provincias ayuda a la toma de decisiones.

Desde hace semanas hay preocupación entre los juninenses por el nivel de crecida del río Salado, a partir de las lluvias y el agua que llega de otras provincias. ¿Es alarmante el panorama? ¿Cuál es el nivel de preocupación que deberíamos tener?
-Nosotros nos estamos ocupando, todo el tiempo estamos monitoreando la situación así que creo que no deberían estar preocupados porque hay un gobierno que está presente, mira las variables, se fija si hay algo para hacer. Los vecinos de Junín han visto que el intendente Pablo Petrecca y el gobierno provincial han encarado algunas intervenciones que nos permiten tener una situación de protección frente a los eventos climáticos que están sucediendo. Así que yo creo que los vecinos tienen que estar tranquilos, insisto en que hay un gobierno que se ocupa, identifica las cosas que hay que hacer y las va haciendo y, de esa forma, vamos transitando esta situación que es compleja respecto del agua.

-¿El cambio en el régimen de lluvias está configurando un escenario extraordinario?
-Hace varios años que debimos haber tomado nota de que el régimen de lluvia ha cambiado mucho. Lamentablemente la administración anterior no tomó los recaudos y ese es el motivo por el cual hoy estamos en una situación un poco menos cómoda, para llamarlo de alguna manera. Pero en la actualidad la misma gobernadora se ha puesto al frente de las negociaciones para hacer lo que sea necesario. En este sentido, y puntualmente sobre Junín, nosotros hemos reiniciado el Plan Maestro del Salado, hemos comenzado con la etapa IV, con la ayuda del Gobierno nacional, financiando el tramo que va de la Laguna Las Flores hasta el puente de Beguerie, en Lobos. Y la misma gobernadora ha negociado el crédito con el Banco Mundial que nos permite realizar el tramo de dragado que va hasta Roque Pérez. Eso tiene un efecto directo sobre Junín y va a traer mejoras de acá a un par de años.

-¿Cuándo comenzarían a realizarse esas obras y cuánto demorarían en desarrollarse completamente?
-El tramo de Laguna Las Flores a Lobos ya está para adjudicar y el plazo de contrato son tres años así que en ese tiempo tendría que estar terminado. Es importante resaltar que no es necesario que la obra esté ciento por ciento terminada para ver los beneficios sino que, a medida que vaya avanzando, se van a ver las mejoras. En cuanto a lo que necesita el financiamiento del Banco Mundial, actualmente estamos negociando en Washington los términos de la contratación, así que esperamos que en el primer trimestre del año que viene ese tramo esté iniciado.

-Uno de los temas que se discute en estos días tiene que ver con la interrelación entre las provincias porque lo que hace una, repercute en las otras. ¿Cómo es el diálogo que hay, principalmente, con Córdoba y Santa Fe, que son las que nos afectan más directamente?
-Nosotros hemos institucionalizado ese diálogo. En el año 1987, en una crisis similar, la Corte Suprema de Justicia le pidió a las cuatro provincias (Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y La Pampa) que armen un comité de cuenca, establezcan un plan de acción para resolver el problema y que dispongan el financiamiento para llevar a cabo las obras. Eso recién se firmó el año pasado. Hay que tomar nota de que viene desde hace muchos años y durante todo ese tiempo no se han tomado cartas en el asunto, pero, como decía antes, la gobernadora se ha puesto al frente de esto, y también hemos abordado el aspecto institucional, por eso hoy hay un comité de cuenca formalizado del que participan las cuatro provincias, donde las decisiones se toman en conjunto. A veces no todos están de acuerdo con esas resoluciones pero es importante que sí todos estén enterados de lo que se hace y, tal vez, donde más se nota el avance que hemos tenido desde el punto de vista institucional, es en que hay un diálogo directo respecto de la situación y de las intervenciones que nosotros vamos haciendo en la cuenca. Así que hemos logrado una vinculación y coordinación que, en estos momentos donde no nos sobra nada, es muy relevante. El miércoles estuvimos con representantes de Carbap (Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa) en los partidos donde hay más afectación y todos coincidimos en que una decisión unilateral de alguien, lo único que hace es complicar aún más todo el cuadro general. Así que, en ese sentido, creo que hemos hecho un aporte al manejo de este tipo de conflictos.

-Uno de los temas sensibles por estos días en Junín es lo que sucede en La Picasa. Se dijo que había compuertas soldadas que fueron abiertas y se teme que eso pueda afectar la llegada de agua a nuestra ciudad, ¿hay forma de controlar lo que pasa en otras provincias?
-Hay forma de controlarlo, de hecho, nosotros hemos hecho una queja formal respecto de esas compuertas que estaban soldadas. De todas maneras, en términos reales hoy siguen pasando cinco metros cúbicos de agua, que es el paso que estaba acordado para que venga desde La Picasa hacia la provincia de Buenos Aires. Ese es el parámetro de diseño de obras que tenemos funcionando, así que nosotros, en ese aspecto, no vemos mayores complicaciones.

-Como responsables de todas las obras que se hacen, ¿cuán difícil les resulta a ustedes coordinar los trabajos entre los diferentes municipios, habida cuenta de que la acción de uno afecta a los demás?
-Hay un ejercicio que es el de coordinar las acciones, aceptar que hay cosas que se pueden arreglar y otras que no. También que hay cosas que van a impactar y lo mejor es asumir que eso va a ser así y ver cómo se mitiga. Ese es un ejercicio nuevo en la provincia. En el gobierno anterior no se hacía, las cosas evolucionaban como se podía, cada uno tomaba su decisión y no tenemos una buena historia respecto de eso. Así que nosotros hemos encarado un proceso culturalmente distinto, lo que nos ha generado un esfuerzo adicional, y a esta altura que, en algunos casos –como en Rivadavia o Villegas– llevamos más de un año, creo que todos entendieron que esa dinámica es mucho mejor que “cortarse solo”, para decirlo de un modo coloquial.

-¿Cómo son las negociaciones con los representantes de los municipios?
-En una situación como la de hoy, en la que no nos sobra nada, las discusiones a veces son un poco álgidas, pero es parte del ejercicio. También todos van entendiendo que estas situaciones se pueden evitar si se planifica a mediano plazo, si esas planificaciones se cumplen y si todos ponemos el compromiso de hacer las obras para evitar estos escenarios. Hemos logrado algo importante para la provincia y para la región, en donde hemos instalado una dinámica que nos va a permitir realizar las obras y hacer los trabajos de manera coordinada, y eso va a redundar en la posibilidad de evitar otras situaciones similares en el futuro.

-Todo esto se da en el marco de un panorama que está lejos de agotarse, donde las tierras ya no escurren, con temperaturas que no ayudan a evaporar. En ese marco, ¿se comprende que el trabajo debe seguir, inevitablemente, de esta manera?
-Esta dinámica de coordinar y planificar las obras vino para quedarse porque la situación se va extendiendo en el tiempo así que habrá que hacer un esfuerzo adicional desde el punto de vista institucional. Eso es positivo para la provincia y es un ejercicio que le va a permitir a los vecinos –ya sea a los que producen como los que viven en los pueblos– empezar a transitar un camino que les dé más tranquilidad en el mediano plazo.

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