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La comisario Marcia Grosso se hizo cargo de la Comisaría de la Mujer y la Familia de Junín hace solo tres meses: el 9 de febrero de este año.
LA PROBLEMÁTICA SE AGUDIZÓ EN EL ÚLTIMO MES

En la Comisaría de la Mujer advierten que aumentaron las denuncias por abuso

La titular de la dependencia explicó que en abril se incrementaron estos hechos en los que “alguna chica fue manoseada, o algo por el estilo”. Se tomaron medidas preventivas e incrementaron los patrullajes en los barrios donde ocurrieron. Además, la violencia de género sigue siendo un tema muy presente. Piden que las víctimas “no tengan miedo” de denunciar los malos tratos y agresiones.

Hace tres meses, cuando se hizo cargo de la Comisaría de la Mujer y la Familia de Junín, la comisario Marcia Grosso sabía que nuestra ciudad es la que registra la mayor cantidad de denuncias por violencia de género dentro de la región. El dato tiene lógica dado que es la localidad más grande y populosa de la zona.
Si bien esa sigue siendo la temática principal con la que deben lidiar, en la dependencia advirtieron un incremento de otro tipo de casos, que no eran tan frecuentes. “En abril se acrecentaron las denuncias por abusos”, señala Grosso.
En tal sentido, la comisario aclara que estos eventos que fueron reportados tienen que ver con hechos “de abuso sin acceso carnal, no se trata de casos de violaciones ni nada de eso, sino otro tipo de delitos, como que alguna chica haya sido manoseada, o algo por el estilo”.
Esto puso en alerta a las autoridades de la Comisaría de la Mujer, puesto que las denuncias más comunes siempre tuvieron que ver con infracciones a la Ley 12569, de violencia familiar. Por tal motivo, se establecieron algunas medidas de prevención, y se comunicaron a las comisarías las zonas en donde se produjeron estos ataques, de manera de reforzar la presencia policial e incrementar los patrullajes. 

Violencia de género
En la Comisaría de la Mujer el tema principal sigue siendo la violencia de género y la intrafamiliar.
Grosso señala que, en general, son las propias víctimas las que concurren a hacer las denuncias, y en un porcentaje menor, se acerca algún familiar, principalmente una madre cuando su hija no se anima a declarar esa situación.
También se pueden dar los casos en que la investigación se inicia a partir de un llamado al 911, “entonces se manda un móvil de cuadrícula y toman conocimiento si se trata de una denuncia para la Comisaría de la Mujer”.
Para la titular de esta dependencia es importante que la comunidad y las víctimas se acerquen a la comisaría: “Que no tengan miedo porque, aunque no se haga una denuncia –porque hay casos en los que no amerita– acá tienen toda la contención y van a ser escuchados por el gabinete. Por suerte la gente viene mucho a asesorarse y se está rompiendo ese miedo a denunciar”.
Cuando alguien ingresa a la comisaría se trata de que la psicóloga sea la primera persona que la atienda, “para que tenga otra escucha, hasta que la profesional indica que está en condiciones de hacer la denuncia”, explica Grosso.
Luego el personal, con todos los recaudos necesarios, toma nota de la denuncia y a partir de ahí desde la dependencia se comunican –de acuerdo al hecho de que se trate– a la fiscalía, al Servicio Local o al organismo que tenga que tomar intervención.
Posteriormente, se hace un seguimiento del caso y, si se corresponde, se pide protección para la víctima por parte del personal de seguridad y, de acuerdo al delito que sea, se solicitan las medidas cautelares que sean necesarias, como exclusión, entrega de botón de pánico y demás. Estas decisiones quedan a cargo de la fiscalía o del juzgado de familia. Y si el agresor es alguien que convive con la víctima, se trata de hablar con un familiar de ésta como para que la pueda llevar y resguardar.
“A veces viene el propio imputado a averiguar si la víctima levantó la denuncia”, cuenta Grosso, para luego agregar: “En esos casos somos cautelosos porque esos datos no los damos. Acá la privacidad es total y eso se cuida tanto para la víctima como para los casos en los que hay menores involucrados, por eso trabajamos en conjunto con el Servicio Local, el juzgado de familia, con la Secretaría de Desarrollo Social, se hace un trabajo articulado”.
Además, remarca que son más comunes de lo que la gente cree los casos “de personas de la tercera edad que son víctimas de violencia por parte de sus parejas, o también, que se sienten abandonadas por sus propios hijos y vienen a buscar un apoyo o asesoramiento”. Por eso el trabajo en red también incluye al Pami, para que el organismo les dé un lugar de contención a los que padecen estas ofensas.

En abril aumentaron los casos de abuso. “Se trata de chicas que fueron manoseadas, o cosas por el estilo”, afirma Grosso.

Refugios
Para la comisario Grosso, sería importante que hubiese algún refugio para mujeres víctimas de violencia de género: “Me gustaría que existiera un lugar de contención para ellas, en donde se les ayude, puedan atender a sus hijos, se les ofrezca alguna fuente de trabajo, de manera que puedan salir de esa problemática”.
Esta propuesta ya fue sugerida por Grosso ante sus autoridades y espera que “puedan encontrar pronto un lugar”.


El trabajo de la Comisaría de la Mujer
El personal que forma parte de la Comisaría de la Mujer y la Familia está compuesto por la comisario Marcia Grosso, una oficial principal que es su segunda y 17 oficiales. Además, cuenta con un gabinete interdisciplinario integrado por una psicóloga, una asistente social y una abogada.
“Una siempre quiere que el personal sea más, pero la verdad que cuento con un gran equipo, que tiene muy buena calidad como personas, lo que me ayudó mucho en este poco tiempo de gestión”, afirma Grosso.
Para optimizar su trabajo, se realizan capacitaciones regulares dictadas por organismos especializados en la materia, como el Consejo Nacional de la Mujer, o la Subsecretaría de Género y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires, que fueron los últimos que se realizaron.

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