Desde la llegada a fines de julio del juego Pokémon GO a la Argentina, muchísimos chicos recorren la ciudad de Junín en búsqueda de Pokemones.
“Particularmente, para mí, el éxito de Pokemon se debe a que representa la infancia de los dibujos que veíamos hace veinte años. Te atrapa la nostalgia de que esos dibujos que antes veías ahora se convierten en realidad y que podés atrapar a los pokemones como si estuvieran al lado tuyo”, explica Diego Ramos, de 24 años.
El juego en Junín se desarrolla en la zona céntrica, debido a que es donde se concentran las Pokeparadas, en donde los jugadores adquieren las Pokebolas y demás elementos que ayudan a atrapar a los Pokemones.
Las Pokeparadas juninenses
“El juego funciona coordinado con la tecnología de Google Maps, las pokeparadas están ubicadas en lugares fijos, pero te obligan a hacer un largo recorrido para llegar a ellas. Por ejemplo, en la Plaza 25 de mayo, tenés tres pokeparadas, que están ubicadas en el monolito central, otra en el mural de los héroes de Malvinas y la otra en la iglesia. Otra de las más cercanas está ubicada en la plazoleta de la AFIP, una más enfrente de la Terminal, en la plaza Alem, cerca de la Unnoba, en la plaza Sesquicentenario, y muchas a lo largo de la avenida San Martín”, explica Diego.
“Lo positivo de este juego es que te obliga a salir de tu casa y que también hacés un poco de ejercicio. Mayormente juegan chicos entre los 16 y 20 años de edad, pero también he visto muchos niños jugando con sus padres”, agrega Santo Botta (25), estudiante de abogacía y amigo de Diego.
“Creé un grupo en Facebook que se llama “Pokémon GO Junín” con la idea de que los jugadores de Pokemon en la ciudad tengamos un espacio para intercambiar consejos, experiencias y novedades sobre el juego. También tengo la idea de que en este grupo podamos organizar una juntada un día y en un lugar en específico, para que todos tiremos cebo, que atrae virtualmente a los Pokemones para que vengan muchos y nos divirtamos jugando juntos”, detalla Diego.
Caminar entre amigos
Diego cuenta que normalmente sale a jugar solo o con un grupo de amigos, pero que durante el recorrido siempre se suman muchos más. “Por ejemplo el otro día salí con mi hermano y un amigo más y de repente nos fuimos encontrando con otros chicos y armamos un grupo de 15 chicos que estuvimos recorriendo la ciudad como hasta las tres de la mañana. Está bueno, te hacés nuevos amigos, te relacionás, te reís. Está mal que la gente piense que los que juegan al Pokemon no hacen otra cosa en su vida, yo tengo mi propio quiosco, trabajo, y cuando salgo aprovecho para caminar, hago ejercicio, charlo con mis amigos y además atrapo Pokemones”, relata Diego entre risas.
El ejercicio es clave
El juego, monitoreado por GPS, obliga a los jugadores a desplazarse físicamente y caminar una buena cantidad de tiempo, en contraste con otros juegos que favorecen el sedentarismo y el encierro.
“Hay ciertos premios que dan en base a los pasos que uno dé. El juego está regulado para que uno camine, ande en bicicleta, o a lo sumo corra. El GPS mide la velocidad. Como siempre, hay muchos que van en moto o con el auto muy lento para sumar kilómetros recorridos. Como siempre digo, hecha la ley, hecha la trampa”, concluye Diego.
Pasión en todos lados
La pasión que generó el nuevo juego se puso en evidencia en todos lados y ya originó algunas iniciativas singulares.
Por ejemplo, la Municipalidad de La Plata, a través de la Dirección de Juventud, organizó un encuentro sobre el uso apropiado de tecnologías en la Plaza Moreno, en el centro de la ciudad, donde se reunieron cientos de personas y jugadores de Pokémon Go.
El titular de la Dirección de Juventud, Agustín Scotti, justificó la acción municipal y dijo: "Quisimos que los fanáticos de la aplicación se acerquen e interactúen, con el objetivo de realizar una concientización sobre el uso de las nuevas tecnologías y redes sociales que día a día nos acompañan".
El evento, que se realizó frente al palacio municipal, contó con orientadores que interactuaron con los asistentes y les explicaron los riesgos que implica el mal uso de estas tecnologías.
En declaraciones al diario Clarín, Scotti además explicó: “Nos pareció una buena oportunidad para decirle a los pibes cómo deben usar la tecnología y un buen lugar para vincularnos y acercarnos a ellos”.
Según información oficial, la propuesta del encuentro nació del trabajo en conjunto con los jóvenes del Parlamento de la Juventud, un organismo compuesto por alumnos de 24 escuelas privadas y públicas que busca educar en el funcionamiento parlamentario, iniciar debates constructivos y elaborar propuestas.
Pros y contras
Mientras tanto, psicólogos y especialistas en educación ya analizan y explican los pros y contras que provoca este juego. Entre los principales inconvenientes resaltan los accidentes viales que ya están causando las personas que lo juegan, por no registrar lo que sucede a su alrededor.
"Ya se habla del 'peatón tecnológico', es decir, gente que camina por la calle pero mirando sólo su teléfono. Además no ayuda a la socialización porque no siempre permite la interacción con otros jugadores", dijo la psicóloga Guillermina Rizzo.
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