DÍA DEL VIDRIERISTA

Cynthia Walton, 25 años como vidrierista profesional en Junín y localidades vecinas

Comenzó en su actividad a los 17 años y su mismo entusiasmo le hizo capacitarse en su profesión para crecer e independizarse en lo laboral. Desde hace siete años hace docencia no solo en los centros profesionales de Junín sino también en la región.

Cynthia Walton es vidrierista, o escaparatista, desde hace 25 años. Se ocupa del diseño y decoración de vidrieras en locales comerciales, como así también a la capacitación laboral de futuros vidrieristas.
“Se trata de aprender el oficio, después trabajar y luego poder transmitir los conocimientos aprendidos en nuestra propia trayectoria laboral”, manifestó Walton, en diálogo con DEMOCRACIA.
“Ya hace 25 años que estoy en el rubro. Es un trabajo muy antiguo, por lo general era realizado por hombres. Empecé con esta actividad cuando tenía 17 años, en el armado de vidrieras en Junín, primero en la casa de ropa informal, luego en el rubro masculino y después varios rubros más (librería, joyería, zapatería, local de ropa, etc.)”, explicó la entrevistada.
A pesar de que empezó siendo muy joven, su inquietud la llevó a capacitarse y lo hizo en la ciudad de Buenos Aires.
“Una vez que hice el curso de vidrierista, en 1996, en una escuela de artes visuales en Capital Federal, tuve mucho más trabajo y me pude independizar en lo que es decoración de vidrieras”, apuntó.

Actualización
Cynthia Walton manifestó que ser vidrierista es “un trabajo en el que uno tiene que estar actualizándose todo el tiempo, siempre de la mano con la tendencia, como para llevar a los comerciantes todo lo que sea de última moda, en cualquiera de los rubros”.
“Hay que actualizarse en lo que es el conocimiento del cliente y también el  ‘venderse’ uno mismo como vidrierista, como escaparatista, al comerciante para que acepte tu trabajo, para que ellos puedan dedicarse a su trabajo en la atención al público mientras uno hace la vidriera”, dijo.

Moda y vestido
A la pregunta cuál era la tendencia actual, Walton explicó que en lo que es moda del vestido, la tendencia 2016 también lo fue en el 2015:  la desestructura.
“Se puede adaptar la ropa que tengo con lo que antes estaba de moda y comprarme algo de lo nuevo para agiornarme. Se permite la mezcla de texturas, el color, la mezcla del print con las rayas, las estampas, es decir, combinar varios tonos, varios tiros de pantalón, ya sea el chupín, el Oxford, el tiro alto, el pantalón ‘roto’ y grandote, para cualquier persona que se quiera poner cualquier cosa hoy está de moda”, dijo la vidrierista.
“Es muy amplia la tendencia, no es como antes que se usaban dos o tres colores determinados en toda la temporada sino que ahora tenemos una amplitud bastante grande que le sirve mucho al comerciante en la venta, y a nosotros para vestirnos”, apuntó.

La vidriera
“En lo que es comercial, para hacer la vidriera hay que apelar a lo último de lo último. He hecho vidrieras de perfumería, de joyería, de artículos de limpieza, de todo lo que sea accesorios y por lo general son vidrieras que tienen que estar ciento por ciento actualizadas con la moda o con las necesidades que tenga el cliente de compra”, explicó la entrevistada a DEMOCRACIA.
Docencia
Desde el 2009, Cynthia Walton hace docencia, capacitando a futuros vidrieristas.  “Se dio la oportunidad de poder transmitir mis conocimientos con respecto al armado de vidrieras. Primero lo hice en un instituto privado y luego, en el 2010, en Formación Profesional, tanto en el CFP 401 (calle Chacabuco al 600) como en el 402 (Pringles y Tucumán), en Junín y también en localidades de la zona, como Ascensión, Arenales, Arribeños y Ferré, y ya fue dictado en Vedia, Alem y Alberdi”, dijo.
De acuerdo a lo expuesto por Walton, el curso que dura un año, se pueden capacitar tanto al empleado como al dueño de comercios, o a quien quiera hacer algo distinto de su vida.
“Se trata de  enseñar lo que es el armado de la vidriera. A veces se cree que el armado de vidriera es simple y básico, pero en realidad hay muchísimas técnicas, en cuestión de luz, color, estructura y demás, por lo que el vidrierista tiene que estar capacitado para poder resolver ciertos conflictos que pueda llegar a tener el ambiente de vidrieras. El tema es capacitarlos como vidrierista y también cómo ‘venderse’ ante la clientela”, señaló.

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