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FIRMAS JUNINENSES QUE PERDURAN ANTE EL PASO DEL TIEMPO

Empresas familiares: cómo crecer y sobrevivir a través de las generaciones

Mauricio Viaggio, de Muebles Viaggio, y Mateo Perkusic, de Perkusic Hermanos, cuentan las claves para llevar adelante sus negocios. Resaltan la importancia de tener siempre presente la continuidad de la compañía como un factor vital del éxito.

Las historias de Muebles Viaggio y Perkusic Hermanos son un fiel ejemplo de aquellas familias que, unidas, lograron fundar una empresa, hacerlas crecer y, en especial, mantenerla a pesar de las dificultades.
El compromiso, el sentido de pertenencia, la responsabilidad conjunta y una mirada en común hacia el futuro definen las claves fundamentales que tiene que tener una familia como equipo para llevar a cabo el trabajo y sostenerlo a través del tiempo.
“Lo lindo de trabajar en familia es que tenes que cuidar lo que haces porque es tuyo”, cuenta Mauricio Viaggio, hijo de Enrique Viaggio, fundador de Muebles Viaggio.
La historia de la empresa se remonta al año 1954, cuando Enrique llegó a Junín y puso una academia para enseñar a escribir a máquina en la zona del ferrocarril. “Comenzó arreglando máquinas y, poco a poco, incorporó la venta de muebles de oficina y cajas de seguridad”, cuenta Mauricio.
El primer local que abrieron estaba ubicado en Bartolomé Mitre 16 -al lado de lo que era el Banco Junín- y, en 1971, instalaron la empresa en General Paz 369, en donde continúan con la venta de muebles de oficina, sillones, tesoros empotrados y cajas de seguridad.
“Desde chico acompañé a mi papá en el local y fui aprendiendo de a poco. Me fui involucrando, haciendo los viajes para comprar mercadería y, hoy en día, el que está aprendiendo es mi hijo Nicolás”, relata Mauricio.
“Considero que dentro del trabajo cada uno tiene que tener un rol definido para que todo funcione correctamente. Mi esposa Ana María Masobrio y mi hija están en la parte administrativa, yo estoy en la parte de ventas y compras de insumos y mi hijo Nicolás está en la parte de distribución, armado y entrega. Quizá lo que le toca a Nicolás no es lo más divertido pero tiene que aprender y pasar por todos lados”, refiere Mauricio haciendo alusión a la importancia de trasmitir a su hijo la responsabilidad empresarial y el compromiso.
“Lo lindo del trabajo en familia, es que sabes que en cada parte del proceso cada uno va a poner lo mejor, lo que garantiza un buen servicio para los clientes. Nos encargamos de principio a fin. Tenemos trasporte propio- un camión y una camioneta-, de esa manera sabemos cómo llegan los productos y nosotros mismos armamos los muebles cuando lo entregamos”, destaca Mauricio.

Industria nacional
Muebles Viaggio cuenta con una amplia gama de muebles de oficina de diferentes materiales como laminados, maderas y metal. Desde sus inicios han apostado por los muebles de industria argentina que se destacan en calidad y en continuidad de productos.
“La mayoría de proveedores que tenemos son de Buenos Aires, casi todos son empresas familiares, vas y te encontras con los nietos de las personas a las que mi padre le compraba cuando comenzó en el año 1954. Siempre compramos muebles nacionales, principalmente porque son de muy buena calidad, es más fácil conseguir los repuestos y hay continuidad en los productos”, explica Mauricio. “Por suerte nos ha ido muy bien, apostamos siempre a muebles que sean buenos y duraderos, de esta forma hemos logrado subsistir a través de los años, y que los clientes nos vuelvan a elegir”.

A través de los años
Marcelo Viaggio destaca que si bien han crecido a través del tiempo, los constantes cambios en los ciclos económicos de la Argentina no le han permitido expandirse como hubiera querido.
“Nuestro país tiene ciclos buenos y ciclos malos, se lo trata de sobrellevar cuando hay pocas ventas, pero es difícil crecer o seguir expandiéndose. Podríamos decir que la economía en Argentina es chata. Si me pongo a pensar tenemos una estructura similar a la que tenía mi papá cuando comenzó, mantenemos la estructura familiar y con eso alcanza”, explica Marcelo. Y agrega “el verdadero reto es sobrevivir en momentos en que no hay ventas y las cosas se ponen difíciles”.

Perkusic Hermanos, 60 años de historia
“Si no tuviéramos hoy a nuestros hijos, no podríamos haber llegado tan lejos”, reconoce Mateo Perkusic y así empieza la charla con Democracia sobre la exitosa empresa familiar.
La firma Perkusic Hermanos comenzó a funcionar en 1967, con el empeño y empuje emprendedor de los hermanos Mateo y Rodolfo Perkusic.
“Nosotros nos criamos en General Villegas, en el campo. En ese entonces mi padre me mando a estudiar a Colón a una escuela-fábrica en donde aprendimos lo básico. En el año 1955, me vine a Junín primero yo y luego mi hermano Rodolfo. Durante muchos años trabajamos en una empresa metalúrgica mientras estudiábamos”, relata Mateo acerca de los primeros pasos previos que dio junto a su hermano antes de fundar la empresa.
“Con mi hermano nos dimos cuenta que, si bien aprendimos mucho en nuestro primer trabajo, nunca íbamos a poder progresar económicamente y decidimos abrirnos”, recuerda Mateo.
El camino que recorrieron hasta llegar a fundar su primer local no estuvo exento de algunas dificultades, como detalla Mateo.
“Un amigo Elbio Siñeriz, nos ayudó económicamente para comenzar a trabajar de manera independiente. Comenzamos a trabajar muchas horas – desde las cuatro de la mañana hasta las doce de la noche- alternándonos entre mi hermano y yo. Realmente en ese momento hacíamos demasiado esfuerzo y no nos rendía. Hicimos un poco de todo, lo que habíamos aprendido antes y hasta casas rodantes. No fue fácil pero, poco a poco, fuimos trabajando y logramos comprar nuestro primer terreno en calle Rivadavia, ahí edificamos y ese fue el primer local Perkusic Hermanos”.

Trabajo en familia
La empresa Perkusic creció a lo largo de los años y, hoy en día, cuenta con una planta de 70 empleados, pero mantiene la estructura familiar desde sus inicios. Los hijos de Mateo y Rodolfo, Claudio, Fernando, Patricia y Sergio, comandan la compañía junto a sus fundadores.
“Nuestros hijos se criaron en la empresa y, poco a poco, fueron aprendiendo e interesándose. Hoy en día cada uno tiene un rol bastante definido, con mi hermano estamos acá en la fábrica y nuestros hijos se dedican más a la parte de ventas y publicidad”, refiere Mateo.
“Sin nuestros hijos, hubiera sido imposible lograr todo esto. Además yo en algún momento me voy a retirar y es importante contar con la familia y que compartan la misma visión que tuvo uno hace tantos años para que esto pueda seguir adelante. Hay que dejarle paso a la gente joven”, finaliza Mateo.
“Empezamos a fabricar insumos para el campo, como varillas, postes, etc. Al principio no nos resultó, pero luego comenzamos a vender hierro, nos conectamos con Acindar y Siderar y comenzamos a crecer. También en ese tiempo inventamos una “zaranda limpiadora”, que es una máquina para limpiar cereales. Eso resultó muy bien porque no había maquinas buenas en ese momento y comenzamos a vender muy bien”, recuerda Mateo.
En el 2002, Perkusic abrió un galpón en el kilómetro 261 de la ruta nacional 7, lo que le permitió realizar con mayor comodidad la venta mayorista. Y en el 2006 abrió Perkumetal, dedicada al corte y plegado de chapa para la construcción, y en los últimos años incorporaron la venta de placas con perfiles para construcción en seco y aberturas.
Como todas las empresas argentinas, Perkusic va enfocando sus negocios en función de los cambios económicos del país.
En ese sentido, Mateo espera que las “cosas se acomoden un poco. Los últimos 5 a 6 años tuvimos la producción de insumos para el agro medio frenada en Argentina. Realmente trabajamos más vendiendo a Uruguay, Paraguay y Bolivia que en nuestro país. Esperamos que con el cambio del precio del cereal y la quita de retenciones podamos reactivar el trabajo. Ahora estamos en una situación complicada, ya que las ventas en lo relacionado a las construcción han bajado un 15%”, finaliza. 

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