-¿Cómo viene la transición?
-De parte nuestra la mejor predisposición para que haya una transición ordenada. Desde el área de Seguridad ya nos hemos puesto en contacto con Víctor Canosa, con la gente que va a estar a cargo, y le hemos transmitido lo hecho, lo que se está haciendo y lo que creemos que debe seguirse haciendo. Hay cuestiones complejas, que llevan tiempo. El deseo es que se mantenga lo hecho y que puedan seguir creciendo.
-El tema seguridad estuvo prácticamente ausente de la campaña.
-Creemos que cumplimos el objetivo, haber sacado del debate en campaña el tema seguridad. Ya en 2013 tampoco fue eje de debate y ahora tampoco. Por supuesto que es un área donde nunca podés decir estoy bien o cumplí determinados parámetros porque tenés un hecho de robo, de hurto, de homicidio. Nosotros llegamos a esta altura del año con dos homicidios, un femicidio, con un imputado procesado y en un penal, y el otro hecho, también esclarecido, con una carátula de exceso en la legítima defensa, cuando si nos remontamos al pasado, en una ciudad de 100 mil habitantes de calcula una tasa de homicidios de ocho hechos, en años anteriores la sobrepasamos. Tengo que felicitar a las autoridades policiales, judiciales, porque que se esclarezcan los hechos no es menor. Antes de la campaña yo decía ‘hemos hecho una revolución en materia de seguridad’, y es así. Damián Itoiz, que fue el primer secretario General y de Seguridad de la gestión de Mario Meoni, siempre cuenta que cuando asumió fue a la Comisaría Primera y se encontró con tres patrulleros, fue a la Comisaría Segunda y había solo dos patrulleros. Yo asumí en 2005 como concejal y en Junín había diez Chevrolet Corsa, era todo lo que había, ni siquiera se alcanzaba a cubrir las cuadrículas. Este trabajo no se hizo de un día para otro y hoy estamos con estándares más que superiores, la cantidad de policías que hay en Junín con respecto a otras ciudades. Si el problema es multifacético, la respuesta tiene que ser también múltiple.
-Desde Cambiemos se ha cuestionado la falta de coordinación y de conducción política de las distintas fuerzas de seguridad juninenses.
-Siempre va a haber cuestiones por mejorar. Lo primero que deseo, es que puedan sostener lo hecho hasta acá. Va a haber decisiones que escapan a lo local, como la continuidad o no de la Policía Local, que para mí debería tener continuidad, de repente estoy de acuerdo con una formación más larga, de un año, pero nosotros de alguna manera lo estamos complementando con distintos cursos y seminarios. Se ha descentralizado mucho y eso en general puede costar en el engranaje la coordinación. Si tenés tantas descentralizadas, puede ocasionar graves problemas. En el pago chico no lo he visto, pero en distritos más grandes puede ocurrir. Mantener un área como Asistencia a la Víctima, ampliar el centro de monitoreo es algo que nosotros también lo estamos haciendo. Soy optimista, porque creo que es gente de buena fe, que va a poder contar con nosotros.
-¿En qué tipo de casos intervienen más desde la Dirección?
-Hoy hay un tema que hemos trabajado mucho, y es la violencia de género, un flagelo que cada vez de visibiliza más y demanda recursos humanos y económicos. Nosotros lo abordamos desde el primer día, con la mesa local, por suerte en detrimento del delito violento, que fue desapareciendo. La gente se anima más a denunciar, aparece también el delito de abuso sexual, dentro del seno familiar. Hay que seguir trabajando mucho con las fuerzas de seguridad en el abordaje profesional de la violencia contra las mujeres.
-¿Qué promedio de denuncias existe en Junín?
-Debe haber un promedio de cinco ó seis denuncias por día, y eso significa que las atenciones que se realizan son muchas más. Es un número muy elevado. Uno permanentemente ve gente que va y no siempre sale con la denuncia, o bien porque se animan, o porque se resuelve por otros medios.
-¿En el último tiempo se vienen dando muchas fallas en la seguridad en las cárceles de Junín, a qué lo atribuye?
-Falta una política en materia de servicio penitenciario, y no es tema de debate, lamentablemente. Cuando hablamos de cuestiones vinculadas a la inseguridad hablamos de la policía, de la justicia, pero evidentemente tenemos un sistema penitenciario en crisis total, colapsado, que no brinda ningún tipo de respuesta. Por el contrario, arroja una alta tasa de reincidencia; es la universidad del delito y no vemos que haya políticas en la materia.
Cuando uno observa lo que ha pasado en EEUU en los últimos diez años, el encarcelamiento masivo ha fracasado, no pasa por el endurecimiento de las penas ni por el encarcelamiento masivo el hecho de tener una comunidad más segura, al contrario.
Es un sistema que está colapsado, no hay colchones, no hay comida, está mal por donde lo mires. A mí me toca por el Colegio de Abogados hacer las visitas cada dos meses acompañando a jueces y fiscales y uno ve cada vez la degradación del sistema penitenciario.
No hay cárcel para siempre, el sujeto que ingresa un día sale y sale cada vez peor, tanto para él como para nosotros, con un patronato de liberados sin recursos, que no puede dar respuestas, con lo cual debería ser un eje de debate urgente, porque la sociedad se conforma con que alguien sea aprehendido y vaya preso, y ahí está la respuesta, pero no estamos dando ninguna respuesta, por el contrario, esa persona sale peor desde todo punto de vista, pero sobre todas las cosas sale siendo un profesional del delito.
Obviamente que a ninguno nos gusta tener una ciudad con tres unidades penitenciarias, pero no quiero vincular eso al tema del delito o la violencia, porque es un mito. Los que estamos en esta materia observamos, vemos estadísticamente que más del 90 por ciento de los hechos que se cometen en nuestra ciudad son perpetrados por delincuentes locales.
Hay muchos problemas, cuando uno hace las visitas carcelarias ve el uso de celulares por parte de los internos y hay cuestiones que se han naturalizado o se han relajado los controles. En unidades penitenciarias como en comisarías han ocurrido hechos de personas alojadas y es un tema, como los secuestros virtuales o lo que ha pasado en Lincoln, que es un hecho muy grave, y puede ocurrir en cualquier cárcel de la Provincia, porque es un problema del servicio penitenciario que está en crisis y tiene muchas debilidades que pueden provocar delitos.
-De parte nuestra la mejor predisposición para que haya una transición ordenada. Desde el área de Seguridad ya nos hemos puesto en contacto con Víctor Canosa, con la gente que va a estar a cargo, y le hemos transmitido lo hecho, lo que se está haciendo y lo que creemos que debe seguirse haciendo. Hay cuestiones complejas, que llevan tiempo. El deseo es que se mantenga lo hecho y que puedan seguir creciendo.
-El tema seguridad estuvo prácticamente ausente de la campaña.
-Creemos que cumplimos el objetivo, haber sacado del debate en campaña el tema seguridad. Ya en 2013 tampoco fue eje de debate y ahora tampoco. Por supuesto que es un área donde nunca podés decir estoy bien o cumplí determinados parámetros porque tenés un hecho de robo, de hurto, de homicidio. Nosotros llegamos a esta altura del año con dos homicidios, un femicidio, con un imputado procesado y en un penal, y el otro hecho, también esclarecido, con una carátula de exceso en la legítima defensa, cuando si nos remontamos al pasado, en una ciudad de 100 mil habitantes de calcula una tasa de homicidios de ocho hechos, en años anteriores la sobrepasamos. Tengo que felicitar a las autoridades policiales, judiciales, porque que se esclarezcan los hechos no es menor. Antes de la campaña yo decía ‘hemos hecho una revolución en materia de seguridad’, y es así. Damián Itoiz, que fue el primer secretario General y de Seguridad de la gestión de Mario Meoni, siempre cuenta que cuando asumió fue a la Comisaría Primera y se encontró con tres patrulleros, fue a la Comisaría Segunda y había solo dos patrulleros. Yo asumí en 2005 como concejal y en Junín había diez Chevrolet Corsa, era todo lo que había, ni siquiera se alcanzaba a cubrir las cuadrículas. Este trabajo no se hizo de un día para otro y hoy estamos con estándares más que superiores, la cantidad de policías que hay en Junín con respecto a otras ciudades. Si el problema es multifacético, la respuesta tiene que ser también múltiple.
-Desde Cambiemos se ha cuestionado la falta de coordinación y de conducción política de las distintas fuerzas de seguridad juninenses.
-Siempre va a haber cuestiones por mejorar. Lo primero que deseo, es que puedan sostener lo hecho hasta acá. Va a haber decisiones que escapan a lo local, como la continuidad o no de la Policía Local, que para mí debería tener continuidad, de repente estoy de acuerdo con una formación más larga, de un año, pero nosotros de alguna manera lo estamos complementando con distintos cursos y seminarios. Se ha descentralizado mucho y eso en general puede costar en el engranaje la coordinación. Si tenés tantas descentralizadas, puede ocasionar graves problemas. En el pago chico no lo he visto, pero en distritos más grandes puede ocurrir. Mantener un área como Asistencia a la Víctima, ampliar el centro de monitoreo es algo que nosotros también lo estamos haciendo. Soy optimista, porque creo que es gente de buena fe, que va a poder contar con nosotros.
-¿En qué tipo de casos intervienen más desde la Dirección?
-Hoy hay un tema que hemos trabajado mucho, y es la violencia de género, un flagelo que cada vez de visibiliza más y demanda recursos humanos y económicos. Nosotros lo abordamos desde el primer día, con la mesa local, por suerte en detrimento del delito violento, que fue desapareciendo. La gente se anima más a denunciar, aparece también el delito de abuso sexual, dentro del seno familiar. Hay que seguir trabajando mucho con las fuerzas de seguridad en el abordaje profesional de la violencia contra las mujeres.
-¿Qué promedio de denuncias existe en Junín?
-Debe haber un promedio de cinco ó seis denuncias por día, y eso significa que las atenciones que se realizan son muchas más. Es un número muy elevado. Uno permanentemente ve gente que va y no siempre sale con la denuncia, o bien porque se animan, o porque se resuelve por otros medios.
-¿En el último tiempo se vienen dando muchas fallas en la seguridad en las cárceles de Junín, a qué lo atribuye?
-Falta una política en materia de servicio penitenciario, y no es tema de debate, lamentablemente. Cuando hablamos de cuestiones vinculadas a la inseguridad hablamos de la policía, de la justicia, pero evidentemente tenemos un sistema penitenciario en crisis total, colapsado, que no brinda ningún tipo de respuesta. Por el contrario, arroja una alta tasa de reincidencia; es la universidad del delito y no vemos que haya políticas en la materia.
Cuando uno observa lo que ha pasado en EEUU en los últimos diez años, el encarcelamiento masivo ha fracasado, no pasa por el endurecimiento de las penas ni por el encarcelamiento masivo el hecho de tener una comunidad más segura, al contrario.
Es un sistema que está colapsado, no hay colchones, no hay comida, está mal por donde lo mires. A mí me toca por el Colegio de Abogados hacer las visitas cada dos meses acompañando a jueces y fiscales y uno ve cada vez la degradación del sistema penitenciario.
No hay cárcel para siempre, el sujeto que ingresa un día sale y sale cada vez peor, tanto para él como para nosotros, con un patronato de liberados sin recursos, que no puede dar respuestas, con lo cual debería ser un eje de debate urgente, porque la sociedad se conforma con que alguien sea aprehendido y vaya preso, y ahí está la respuesta, pero no estamos dando ninguna respuesta, por el contrario, esa persona sale peor desde todo punto de vista, pero sobre todas las cosas sale siendo un profesional del delito.
Obviamente que a ninguno nos gusta tener una ciudad con tres unidades penitenciarias, pero no quiero vincular eso al tema del delito o la violencia, porque es un mito. Los que estamos en esta materia observamos, vemos estadísticamente que más del 90 por ciento de los hechos que se cometen en nuestra ciudad son perpetrados por delincuentes locales.
Hay muchos problemas, cuando uno hace las visitas carcelarias ve el uso de celulares por parte de los internos y hay cuestiones que se han naturalizado o se han relajado los controles. En unidades penitenciarias como en comisarías han ocurrido hechos de personas alojadas y es un tema, como los secuestros virtuales o lo que ha pasado en Lincoln, que es un hecho muy grave, y puede ocurrir en cualquier cárcel de la Provincia, porque es un problema del servicio penitenciario que está en crisis y tiene muchas debilidades que pueden provocar delitos.
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