Israel retomó este lunes sus operaciones contra Hamás en la Franja de Gaza con ataques a unidades terroristas en centro de la región, al tiempo que la comunidad internacional espera su respuesta al ataque sin precedentes de Irán, que avivó el temor a una escalada regional.
Irán lanzó la noche del sábado al domingo un ataque con drones y misiles, en respuesta a un bombardeo contra su consulado en Damasco, el 1 de abril, que atribuyó al Estado hebreo.
Por ahora, el ejército israelí afirmó que el ataque iraní del fin de semana no lo desviará de su objetivo de eliminar al movimiento islamista palestino Hamás, aliado de Irán, en la Franja de Gaza.
La guerra estalló a raíz del ataque de Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre, cuando mataron a unas 1.170 personas, en su mayoría civiles, según datos oficiales israelíes. También tomaron 250 rehenes, de los cuales 129 continúan en Gaza, incluidos 34 que se cree han muerto, según las autoridades israelíes.
“A pesar de los ataques de Irán, no hemos perdido de vista -ni por un instante- nuestra misión esencial en Gaza, que consiste en salvar a nuestros rehenes en manos de Hamás”, declaró Daniel Hagari, el portavoz del ejército israelí.
Antes del amanecer, decenas de bombardeos golpearon el sector de Khan Younis, en el sur de la Franja. Netanyahu sigue decidido a lanzar una ofensiva terrestre contra Rafah, ciudad del extremo sur de Gaza señalada como el último bastión de Hamás, pese a las advertencias de Estados Unidos y otros países, que temen un baño de sangre.
Según la ONU, cerca de millón y medio de gazatíes desplazados por la guerra se encuentran hacinados en Rafah, en su mayoría en campamentos improvisados.
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