Estados Unidos, que cifró ayer en 500.000 las bajas entre muertes y heridos, informó a Dinamarca y a los Países Bajos que permitirá que entreguen aviones de combate F-16 fabricados en el país a Ucrania para usar en la guerra con Rusia cuando los pilotos hayan completado su entrenamiento para manejarlos, indicó el Departamento de Estado.
Se supo ayer que el número de bajas que se han producido en los 18 meses que transcurrieron desde que Rusia inició su invasión masiva de Ucrania se acerca a 500.000 entre muertos y heridos, informó The New York Times citando fuentes del Gobierno de EE UU.
A su vez, tanto Dinamarca como los Países Bajos, que lideran el programa para entrenar a los pilotos de Ucrania en los F-16, recibieron "garantías formales" para la transferencia, afirmó un portavoz de la Cancillería estadounidense.
"De esta manera, Ucrania puede aprovechar al máximo sus nuevas capacidades tan pronto como el primer grupo de pilotos complete su entrenamiento", añadió, según la agencia de noticias AFP. La ministra de Defensa de Países Bajos, Kajsa Ollongren, expresó su satisfacción por la medida.
"Nos permite continuar con el entrenamiento de los pilotos ucranianos", pero "todo lleva su tiempo", dijo en las redes sociales, según la agencia de noticias local ANP. Ucrania había pedido este entrenamiento para reemplazar las grandes pérdidas sufridas por su fuerza aérea, que pilota principalmente aviones rusos.
En julio, Mijail Podoliak, asesor principal del presidente ucraniano Volodimir Zelenski, calculó que necesitan "entre 60 y 80 aviones F-16" para respaldar las operaciones terrestres ofensivas en el sur, de donde Kiev espera expulsar a las fuerzas rusas. Estados Unidos mantiene restricciones sobre la reventa o transferencia de equipo militar fabricado en su país por parte de los aliados.
Se desconoce cuánto se tardará en formar a los primeros pilotos ucranianos. El entrenamiento, liderado por una coalición de 11 naciones, debía comenzar este mes. Los cazabombarderos estadounidenses son mejores en el combate que los que tiene Ucrania, pero es más complicado entrenar a los pilotos en su manejo. Kiev presionó durante bastante tiempo para conseguirlos, pero Washington no dio su visto buen hasta hace unos meses.
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